Los políticos británicos arropan a May tras el ataque de Trump
Opinan, no obstante, que debería "plantarle cara" porque "está dejando mal al país".
Diputados británicos de todos los partidos han criticado este viernes el ataque del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la primera ministra británica, Theresa May, a quien ha recriminado su estrategia del Brexit, entre otras cosas, en una entrevista publicada en The Sun.
La portavoz laborista de Exteriores, Emily Thornberry, ha dicho que Trump, que se encuentra de visita oficial en el Reino Unido, ha sido "extraordinariamente grosero" por "comportarse así con su anfitriona".
"¿No le enseñó nada su madre? No es manera de comportarse", ha dicho la política de la oposición en el programa Good Morning de ITV, donde ha cargado además contra la sugerencia del líder republicano de que el dimisionario ministro británico Boris Johnson, rival de May, sería "un gran primer ministro".
Thornberry ha advertido no obstante de que la dirigente conservadora debería "plantarle cara", y ha opinado que "está dejando mal al país al no hacerlo".
A través de Twitter, numerosos diputados se han solidarizado con May y con otros blancos de los ataques de Trump, como el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, de origen pakistaní, de quien ha dicho que "está haciendo muy mal trabajo" en materia de terrorismo.
La conservadora Sarah Wallaston ha calificado de "repulsiva" la entrevista en The Sun y ha dicho que el presidente "está decidido a insultar a May", para añadir que, si este es el precio a pagar por un acuerdo con EEUU, "no vale la pena".
La laborista Anna Turley ha señalado que Trump "es una racista y no tiene respeto" por este país, y se preguntó por qué se ha permitido que él y su esposa Melania se reúnan esta tarde con la reina Isabel II, el mayor honor diplomático.
Rupa Huq, del mismo partido, ha tildado de "horrible" el ataque a Khan, que ha considerado un ejemplo de "islamofobia".
La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, ha subrayado este viernes que "al presidente le cae muy bien la primera ministra y la respeta mucho", y ha señalado como prueba una línea de la entrevista donde afirma que "es muy buena persona".
En la entrevista con The Sun —propiedad del magnate Rupert Murdoch, dueño de 21st Century Fox—, Trump avisa de que el Brexit o salida británica de la Unión Europea (UE) suave que propone May, con un mercado común de bienes, "matará" un posible futuro acuerdo con EEUU, pues en esas circunstancias Washington tendría que negociar con Bruselas.
Trump ha sostenido que le había dicho a la "señora May" cómo hacer un trato con la UE pero "ella no estuvo de acuerdo, no me escuchó", y quiso ir "por una ruta diferente".
La crisis interna de May
Estas declaraciones caen como un jarro de agua fría sobre Theresa May, que trata de mantener la unidad de su Gobierno y del Partido Conservador tras la dimisión de dos ministros partidarios de un Brexit duro.
En el programa de la BBC "This Week", el veterano presentador Andrew Neil ha aventurado que el polémico artículo en The Sun "tiene la mano" del ex líder del eurófobo partido británico UKIP Nigel Farage, que por su parte admitió haber tenido "una charla de vez en cuando" con el equipo del estadounidense.
Trump y su esposa Melania inician este viernes su segundo día de visita al Reino Unido, tras haber sido agasajados el jueves por May con un banquete en la mansión campestre de Blenheim.
Los dos mandatarios presenciarán esta mañana una demostración militar para reunirse después en la residencia oficial de la jefa del Gobierno en Chequers, tras lo cual habrá una rueda de prensa.
Mientras tanto, el marido de May, Philip May, acompañará a Melania Trump en una serie de actos en Londres.
Posteriormente, los Trump se desplazarán al castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital, para tomar el té con la reina, a quien el presidente describe en The Sun como "una mujer tremenda", admirada por su ya fallecida madre y su esposa.
La visita de Donald Trump, que pasará el fin de semana en Escocia, está marcada por las numerosas protestas que se celebran en todo el país pero sobre todo en Londres, una ciudad que la pareja ha tratado de evitar en lo posible para eludir el rechazo de la población.