Los obispos españoles creen que los sacerdotes deben ser "enteramente varones y heterosexuales"
"Creo que la Iglesia tiene del derecho de poder seleccionar sus candidatos y de elegir su perfil", ha dicho.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, ha defendido el derecho de la Iglesia a poder seleccionar a sus candidatos al sacerdocio que, además de estar dispuestos a ser célibes, "pedimos que se reconozcan y sean enteramente varones, por lo tanto heterosexuales".
En su primera rueda de prensa como portavoz tras la celebración de la Asamblea Plenaria de los obispos, Argüello ha sido preguntado por el Documento del Don de la Vocación Presbiteral del papa Francisco que prohíbe la admisión en los seminarios a personas homosexuales, cuestión que podría entrar en conflicto con las leyes aprobadas en parlamentos autonómicos para luchar contra la LGTBIfobia.
El secretario general de la CEE ha reconocido que la Iglesia española recoge esta normativa en su plan de formación, ya que son preceptos que afectan 'al conjunto de la Iglesia universal' y ha esgrimido la visión antropológica de esta institución.
"Creo que la Iglesia tiene del derecho de poder seleccionar sus candidatos y de elegir su perfil", de forma que aquellos que aspiren a convertirse en sacerdotes deben estar dispuestos a ser célibes "y dentro de esta configuración de varones célibes, pedimos también que se reconozcan y sean enteramente varones, por lo tanto heterosexuales".
"Sólo el sexo sentido y no el sexto sentido puede ser suficiente para el cambio de sexo"
Argüello se ha referido también a las leyes salidas de algunos parlamentos autonómicos, muchas de las cuales -ha afirmado- incluyen un apéndice o diccionario ante "las novedades de situaciones a la hora de conjugar sexo y género, a la hora de desconjugar lo que el cuerpo dice y lo que la orientación expresa".
Y ha considerado "curioso" que en la mayoría de ellas -las leyes aprobadas- "se ha elevado a categoría jurídica el sentimiento".
En este sentido, ha destacado que un decreto de la Dirección General del Registro Civil y del Notariado del mes pasado contempla que, "a la hora de poder cambiar de sexo y, por tanto, de ir al Registro y decir: yo no me llamo Antonio, sino que a partir de ahora me llamo Mari Pili, o Antonia, la categoría es el sentimiento".
"Sólo el sexo sentido y no el sexto sentido puede ser suficiente para algo tan serio como es el cambio de sexo", ha criticado Argüello que, no obstante, ha reconocido el sufrimiento de muchas personas "que ha de ser atendido", pero reconociendo "lo que muchos psiquiatras dicen, que muchas situaciones que se producen a los 4-5-6 años, pueden luego, con la evolución de la propia persona", cambiar.
Para Argüello, esta cuestión es suficientemente seria como para conjugar respeto a la situación de las personas y al mismo tiempo racionalidad.
"Que haya razón, no sólo sentimiento"
"Porque hoy no solamente es este asunto, pensemos en la situación política de España, en nuestras tensiones como pueblo, como nación y nacionalidades", y ha alertado de que, de esta manera, es el sentimiento la categoría jurídica que puede fundamentar "la decisión gorda del cambio de sexo o la decisión tan importante de cambiar de configuración del Estado".
"Una de las condiciones centrales del diálogo es que haya 'logos', que haya razón, no sólo sentimiento", ha concluido.
Sobre la reforma de la ley educativa que prepara el Gobierno, Argüello ha subrayado que a la Iglesia no le preocupa únicamente la asignatura de Religión y la escuela concertada, sino que le preocupa la educación en general y también la educación pública.
Ha reclamado al Gobierno "diálogo y pacto educativo", que se respete lo que contempla la Constitución y ha admitido que a la CEE le hubiera gustado que el diálogo con el Gobierno se hubiera producido antes de que el texto de la reforma educativa se hiciera público.
El vicesecretario de Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, ha presentado, por su parte, los balances y liquidación presupuestaria del año 2017, los criterios de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano y los presupuestos de la CEE para el próximo año.
En este sentido, ha avanzado que se ha establecido como cantidad objetivo 256 millones de euros, lo que representa un 2,3 % de incremento con respecto al año anterior.