Los motivos por los que el mango, la fruta tropical que llegó de oriente, está de moda
Su consumo ha crecido exponencialmente en los últimos años.
El mango es la fruta de moda, sin duda. En unos años, ha pasado de ocupar un mínimo espacio en grandes superficies o de ser un alimento que sólo se podía adquirir en tiendas especializadas, a verlo anunciado en muchas plataformas y a ganarse su lugar en cualquier frutería o supermercado.
Como ocurrió con el aguacate en la década pasada, el consumo de mango se ha disparado en nuestro país en los últimos años: según datos de ASAJA, por ejemplo, entre 2014 y 2018 casi se triplicó, pasando de los 0,21 gramos por habitante a 0,58 gramos.
Para Álvaro Palacios, secretario de la marca Mango de Málaga, el aumento del consumo tiene una explicación sencilla: “Desde los años 90, cuando se empieza a cultivar en nuestro país, la demanda ha ido creciendo de forma exponencial, ya que es un producto de cercanía”. Un fenómeno que se ha podido observar también en Europa, donde se exporta buena parte de la producción de España.
Desde Cookpad, la comunidad de cocina casera más grande del mundo, coinciden en señalar que, desde el momento en el que se empieza a producir en nuestro país, el consumo inicia un aumento considerable. “Es curioso, ya que España no era productor de mango hasta hace poco, por lo que nuestra experiencia con este ingrediente es muy reciente, a diferencia de los países asiáticos, donde el mango es un ingrediente que se usa de forma más habitual y versátil en cocina casera. Al tener una región productora más cercana, el mango se ha hecho más asequible y es fácil de encontrar en los grandes mercados y fruterías de barrio”, señalan desde la web.
En plena temporada…
El mango es una fruta tropical originaria del sudeste asiático que, según algunos documentos, llegó a Canarias en el siglo XVIII. Hasta América y la costa tropical de África lo llevaron los portugueses.
Actualmente, la producción de mango del mundo se concentra mayoritariamente en regiones de climas tropicales y subtropicales, libres de heladas. En España, precisamente debido a esas limitaciones térmicas, solo se cultiva el mango en dos regiones de la península Ibérica, Andalucía y Canarias.
Y aunque durante todo el año el mango está disponible en las tiendas de alimentación procedente de otros países productores, la temporada de esta fruta cultivada en España se ciñe a los meses de septiembre, octubre y noviembre. “Es un producto único en Europa, con un sabor y una personalidad únicos, y sobre todo estamos ante un producto fresco y de cercanía”, asegura Palacios, que además ensalza que esta opción sea la más sostenible.
Una temporada que, desde Mango de Málaga, advierten que este año acabará antes porque la demanda ha sido mayor de lo habitual y, aunque la cosecha ha sido superior a la anterior —aunque con frutas más pequeñas de tamaño—, la competencia de otros orígenes ha caído notablemente.
Sabroso y nutritivo
Dependiendo de la variedad, el mango tiene un tamaño que oscila entre los 5 y los 20 centímetros de largo. De forma ovalada, tiene un atractivo aspecto exterior, con una piel —no comestible— que va del verde al rojo, siempre brillante. Su interior, tiene un color entre amarillo y naranja, y un gusto dulce cuando está maduro.
A este grato sabor se suman las bondades nutritivas: “Es evidente su alto aporte de nutrientes: vitaminas A, C y E, fibra y betacarotenos que ayudan a prevenir el cáncer, a controlar la diabetes y la anemia, y un alto porcentaje del aminoácido glutamina que estimula la memoria”, enumera Álvaro Palacios.
Precisamente, por su alto contenido en vitamina C —100 g contienen 12 mg—, es un alimento recomendado por la Fundación Española del Corazón dentro de una dieta saludable porque, entre otras cosas, protege a las células frente al daño oxidativo.
Su fama de ser una fruta que tiene muchos azúcares y que puede engordar no es cierta del todo, como explicali Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos: “Tiene un 15% de azúcares, de sacarosa, glucosa, fructosa... y es verdad que destaca ese dulzor porque predomina la sacarosa. La sacarosa tiene un poder endulzante superior al de la glucosa o de la fructosa. Pero esto no quiere decir que tenga muchas más kilocalorías. Tiene más o menos 60 kilocalorías por cada 100 gramos, lo mismo que las uvas o las cerezas”, aclaraba en el programa Saber Vivir. ”¡Dejemos de pensar en las kilocalorías! Si un alimento es saludable, y toda la fruta lo es, comámoslo sin preocuparnos en absoluto”, volvía a insistir la especialista sobre la obsesión en medir las calorías de todo.
Solo, en ensalada o en batido
Seguramente, la mejor manera de disfrutar de un sabroso mango sea tomándolo solo, como cualquier otra fruta. Eso sí, para aprovecharlo bien, hay que saber cómo cortarlo y en Mango de Málaga explican cómo hacerlo de manera perfecta.
Primero, hay que elegir una pieza madura, blanda y que desprenda mucho aroma. Después, hay que cortarlo en tres trozos esquivando la semilla, y hacer cortes en la pulpa de cada uno de ellos a lo largo y ancho dejando cuadraditos. Ya solo queda cogerlo por la piel y empujar como si fuésemos a darle la vuelta para que la carne del mango se desprenda mejor.
En la cocina, según revelan en Cookpad, las cinco preparaciones más buscadas son: ensalada de mango, salsa de mango, batido de mango o zumo de mango, recetas con mangos muy maduros,—para no desperdiciar el alimento— y tarta de mango.
Eso sí, las posibilidades de esta fruta en recetas son casi infinita. Estas son algunas de las que recomiendan desde la plataforma de cocina casera:
Ensalada de mango
Es una preparación rápida, sabrosa y refrescante.
Pinchos de salmón crujiente con salsa de mango
Aunque no lo parezca, es una receta rápida para un perfecto entrante.
Tarta mousse de mango sin horno
Está tarta riquísima y tiene un sabor delicado. Además, no necesita horno para elaborarla.