Los millennials chinos lideran el consumo de lujo mundial
Y las ventas seguirán creciendo.
El "bueno, bonito, barato" ya no cubre todo el mercado de la gran China. Ese monstruo del consumo mundial, con cerca de 300 millones de millonarios, a los que hay que sumar la enorme clase media emergente y consolidada. Los millennials chinos son, según el último informe de consumo de Bain & Co los que más gastan en productos de lujo y súper lujo del mundo.
El gigante comunista es el país rey del capitalismo mundial. Pese a los altísimos impuestos y las tasas a la importación de productos de lujo, China es el mercado por excelencia. Un tercio de las ventas mundiales de productos de lujo se producen en el país asiático.
El mercado mundial del lujo creció en 2017 un 6% y este año se espera un incremento hasta el 8%. Una tarta de 331.000 millones de dólares, que se dice pronto. Cifras que se quedan pequeñas si tenemos en cuenta que este año las ventas del sector se estima crecerán en China Continental un 22%, superando por ejemplo a Europa, mercado tradicional de este sector junto a Estados Unidos.
Los jóvenes chinos, enganchados a las redes sociales y a las celebrities locales e internacionales, están locos por la moda europea, por los complementos y abducidos por las firmas de joyería del viejo continente. Sorprendente es el crecimiento de las ventas online de estos productos, que tienen en el país oriental un crecimiento de dobles dígitos "sobre todo de jóvenes hasta 35 años", según asegura el informe.
Se recuperan las bebidas de lujo —los champagnes y los Vodkas—. Otro gran mercado es el de los vinos de mesa que entran con fuerza en el mercado chino al mismo ritmo al que se venden relojes de Alta Complicación de firmas como Audemars Piguet y Patek Phillip. El cambio es sustancial en el sector a nivel general. Hay una recuperación de la demanda "de posicionamiento", regresamos al lujo "aspiracional" del que se están aprovechando también las marcas con una horquilla de precios más asequible, pero que tienen firma o europea o estadounidense. Desde Coach o Ralph Lauren, pasando por Michael Kors se está viviendo una recuperación sostenida del sector, para el que las gigantes mundiales del lujo como Kering, LVMH o Hermès están sirviendo de empresas "tractoras".
Hasta ahora, el mercado chino del lujo era grande pero contenido. La inestabilidad en las divisas, la crisis mundial y las medidas anti-corrupción, unido a las altas tasas a la importación habían provocado que los chinos más acaudalados salieran de turismo hacia Europa o Estados Unidos y aprovechasen para comprar. Y la tendencia claramente ha cambiado.
A juicio de la consultora, las ventas de estos productos en China seguirán creciendo, por lo que consideran que es un gran momento para invertir.