Los crímenes de los seguidores estadounidenses de Manson y Hitler
Al grupo neonazi 'Atomwaffen Division' se le atribuye cinco asesinatos y un plan contra una central nuclear.
Un chico de 18 años dispara presuntamente y mata a dos de sus compañeros en Florida. Otro de 21 años, también en Florida, planea bombardear sinagogas y una central nuclear. Un menor de 17 años en Virginia supuestamente dispara y mata a los padres de su novia. Otro joven de 20 años supuestamente apuñala a un estudiante universitario judío gay 20 veces y lo entierra en una tumba superficial.
Todos estos jóvenes blancos tenían conexiones con la Atomwaffen Division [literalmente, División de las Armas Atómicas en alemán], un grupo neonazi bien armado enamorado de Charles Manson y de Adolf Hitler, cuyos miembros albergan grandes y dementes ilusiones de luchar en una "guerra de razas" y derrocar al Gobierno de Estados Unidos.
Estos delitos se han producido en los últimos meses, el más reciente en enero, haciendo así que crezca el miedo a que el movimiento de los supremacistas blancos se haga más violento. Al fin y al cabo, los supremacistas blancos asesinaron al doble de personas en 2017 que un año anterior, según la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League o ADL).
No obstante, aunque la Atomwaffen Division representa quizás a la facción más extrema del fascismo organizado en los Estados Unidos, estos cinco asesinatos recientes no parecen estar coordinados. Tampoco parece que estén completamente motivados por la ideología. Aparentemente, la mayoría surgieron de disputas domésticas, lo cual resalta la volatilidad y la desesperación de los jóvenes cautivados por la supremacía blanca.
Estados Unidos está abriendo ahora los ojos ante la amenaza de un grupo como Atomwaffen que, de momento, campa a sus anchas de forma anónima y en las sombras, radicalizando a jóvenes, organizando campamentos de entrenamiento al estilo militar y haciendo llamamientos a la violencia contra las minorías.
Esto es lo que sabemos de ellos.
Al más puro estilo nazi
Mientras que muchos miembros de la derecha alternativa se muestran cautos ante la idea de desplegar símbolos del Tercer Reich, la Atomwaffen no lo hace en absoluto. Sus fotos, vídeos y obras van acompañados de esvásticas y rayos de las SS. A sus miembros les encanta hacer el saludo nazi.
El grupo publicó su último vídeo de propaganda a principios de enero. En él se ve a sus miembros vestidos de camuflaje, con máscaras de calavera y gritando cosas como "Gas the Kikes" ("gasead a los judíos") y "Race war now" ("guerra racial ya"), mientras enseñan sus prácticas en el campo, disparan y ejercitan maniobras militares.
Un vídeo anterior incluía imágenes de miembros quemando una bandera estadounidense y una copia de la Constitución durante un "Doomsday Hatecamp", que se traduciría por 'campamento del odio para el Juicio Final'.
Cuando Charles Manson murió en noviembre, los miembros de Atomwaffen lloraron la muerte del asesino y líder de la secta. "Un gran revolucionario", escribió una persona en un muro de mensajes de la Atomwaffen. "El mundo se siente un poco más vacío", escribió otro.
En su web, la Atomwaffen se describe como "una organización nacionalsocialista centrada en el activismo político y en la práctica de un estilo de vida fascista autónomo".
En la práctica, esto significa distribuir folletos de reclutamiento fascista en campus universitarios, colgar carteles con mensajes racistas desde puentes, pintar grafitis y acudir a mítines de los supremacistas blancos para ondear la bandera de la Atomwaffen.
Se estima que la Atomwaffen tiene unos 80 miembros, pero, según la Liga Antidifamación, se ha registrado actividad de la Atomwaffen en múltiples Estados, entre ellos Colorado, Florida, Illinois, Pensilvania, Texas, Massachusetts, Washington y Wisconsin.
"La cruel propaganda del grupo suele promover la violencia contra las comunidades minoritarias, como el colectivo LGBT, judíos, musulmanes y afroamericanos", explica la ADL.
Cinco asesinatos y un plan bomba
En mayo, Devon Arthurs, un joven de 18 años miembro de la Atomwaffen que se había convertido a una versión violenta y fundamentalista del islam —una conversión que no resulta tan rara como parece— disparó presuntamente y mató a dos de sus compañeros de piso, ambos también supuestos miembros de la Atomwaffen. Arthurs confesó después que sus compañeros habían sido irrespetuosos con su nueva fe, así que decidió matarlos.
Brandon Russell, un cuarto compañero que no fue asesinado, también tiene vínculos con la Atomwaffen. Durante una investigación en la casa después de los asesinatos, las autoridades descubrieron equipamiento de fabricación de bombas y material radiactivo que, al parecer, pertenecía a Russell. En el dormitorio de este, la Policía encontró una foto enmarcada de Timothy McVeigh, conocido como el terrorista de Oklahoma. En su coche había rifles, munición, binoculares y una máscara de calavera. Los fiscales luego adujeron que Russell planeaba bombardear a civiles, incluyendo una sinagoga y una central nuclear en Miami. Hace poco fue condenado a cinco años de prisión.
Siete meses más tarde, en Reston (Virginia), parece que Nicholas Giampa, de 17 años, se enfadó después de que su novia rompiera con él. Giampa tenía creencias neonazis y los padres de ella la convencieron para que pusiera fin a la relación. En diciembre, Giampa presuntamente disparó y mató a los padres en su casa. Luego se apuntó con el arma y disparó. Se hirió la cabeza, pero sobrevivió.
La edición estadounidense de HuffPost encontró la cuenta de Twitter de Giampa, donde solía tuitear sobre su odio a las personas transgénero, su admiración por Hitler y cómo usaba a judíos como blanco para practicar el tiro. Solía retuitear publicaciones de cuentas asociadas a la Atomwaffen, entre ellas una foto de los miembros de la Atomwaffen posando con una bandera del grupo.
Giampa también elogió un libro de 1992 llamado Siege, una obra racista escrita por el neonazi James Mason, seguidor de Charles Manson. El libro, que defiende una guerra de las razas violenta y condona el asesinato y los ataques terroristas, ha sido sacado de la oscuridad por parte de la Atomwaffen y la web lo volvió a publicar el año pasado.
Antes de que Giampa matara presuntamente a los padres de su pareja, retuiteó una foto de Mason leyendo una copia de Siege. También felicitó al usuario de Twitter @RyanAtomwaffen por tener una copia del libro.
A principios de este mes, una web llamada SIEGE Culture, que parece estar asociada a Atomwaffen, empezó a elaborar piezas originales de la propaganda de Atomwaffen con fotos de la cara de Giampa.
A principios de este mes, la Policía de Orange County (California) descubrió el cadáver de Blaze Bernstein, un estudiante universitario de 20 años. Las lluvias habían desvelado su tumba: un hoyo cavado en el Borrego Park de Lake Forest. Bernstein —que era gay y judío— fue apuñalado al menos 20 veces.
Su excompañero de instituto, Samuel Lincoln Woodward, fue detenido por el asesinato varios días después. La semana pasada, la organización ProPublica informó de que Woodward es miembro de la Atomwaffen Division.
Sam Woodward, the alleged killer of Blaze Bernstein, with members of Atomwaffen, violent neo-Nazi organization in Texas this past summer. pic.twitter.com/qYCtMpOkJ8
— A.C. Thompson (@ACInvestigates) January 27, 2018
Sam Woodward, el presunto asesino de Blaze Bernstein, con miembros de la Atomwaffen en Texas el pasado verano.
Tres personas que conocían a Woodward, uno de los cuales es ex miembro de la Atomwaffen, identificó a Woodward como perteneciente al grupo. El exmiembro contó a ProPublica que Woodward asistió a un campamento de entrenamiento de la Atomwaffen en Texas en 2016, donde aprendió sobre armas de fuego, combate cuerpo a cuerpo y supervivencia en la naturaleza.
Todavía se desconoce si Woodward se enfrentará a cargos por delitos de odio.
La madre de Bernstein, Jeanne Pepper Bernstein, contó a Los Angeles Times que siempre le había preocupado que su hijo fuera víctima del odio. A la madre le preocupaba que fuera gay, judío y pequeño.
"Siempre pensaba en su seguridad", declara. "Me preocupaba enviarlo al gran mundo. Pero, en algún momento, tienes que dejarlo ir y que vuele y abandone el nido. No pude protegerlo de todo".
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' EEUU y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano