Los Baby Pelones ya son los muñecos más vendidos de España
Alejandro Sanz, Paula Echevarría, Ricky Martin, Shakira... han diseñado para ellos coloridos pañuelos.
Es una reinvención del mítico muñeco Barriguitas, pero un poco más grande y pelón. Alejandro Sanz fue el primer artista en pintar de colores el pañuelo minúsculo que cubre su cabecita sin pelo. Fue bautizado como Baby Pelón y desde noviembre de 2014 —cuando salieron a la venta los primeros— se han vendido medio millón de estos tiernos muñecos. Los beneficios obtenidos por sus ventas han sido íntegramente destinados a la Fundación Juegaterapia, su creadora, para la construcción de parques de recreo en azoteas de hospitales españoles y para la investigación contra el cáncer infantil.
La responsable de este fenómeno es Mónica Esteban, la fundadora de Juegaterapia. Ella viene del mundo de la publicidad y desde que fue mamá su sensibilidad respecto a los niños con enfermedades se incrementó exponencialmente. Por eso, hace seis años decidió cambiar su vida dedicarse a ayudar a los niños enfermos de cáncer.
Esteban es muy consciente de la situación que viven ellos y sus familias, y de las complicaciones emocionales y las necesidades que tienen. La pérdida del pelo es un motivo de angustia constante que se repite en todos, independientemente de la edad. Ella cuenta que siempre llevaba en el bolso un Caillou de sus hijos que, aunque no tiene pelo por otras razones, le servía: un muñeco que se parece a los niños en tratamiento de quimioterapia pero que también transmite su belleza y energía.
Un día, la madre de Alba, un niña de Cáceres enferma de cáncer, la llamó por teléfono y le pidió que, por favor, le llevase unas bandanas a su hija, que había tenido una recaída y volver a perder su cabello le había sentado fatal. A partir de ese momento no dejó de darle vueltas a cómo podía ayudar a estos pequeños en esos delicados momentos... Y al cabo de un año lo consiguió: un precioso muñeco sin pelo, como los niños, al que le puso un pañuelo en la cabeza y que se convirtió en el símbolo de los niños enfermos de cáncer.
Así surgió el Baby Pelón: para rendirles un homenaje, para decirles que son los niños más bonitos del mundo, por su lucha, su energía y su alegría. Y se le ocurrió pedirle ayuda a gente famosa para que diseñase los pañuelos y conseguir mayor difusión del mensaje. Y además, ponerlos a la venta para que todo el mundo tuviera la oportunidad de ayudar los niños enfermos de cáncer.
Después de Alejandro Sanz llegaron Shakira, Elsa Pataky, Ricky Martin, Rossy de Palma, el Hombre de Negro, Paula Echevarría, Alba Carrillo... y la venta de miles de Baby Pelones hasta convertirse en la muñeca más vendida de España en los tres primeros meses de 2017, según un estudio de mercado elaborado por la empresa NPD.
UNA FUNDACIÓN, UNA EMPRESA SOLIDARIA Y UN BONITO MUÑECO
Mónica encontró a un empresario juguetero dispuesto y capaz de fabricar los Baby Pelones a coste cero para la fundación. Él tuvo que convencer a sus accionistas de que el "no ganar" con un muñeco no era ningún problema, más bien una oportunidad, porque serían modelo de RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y estarían apoyando una acción solidaria. Si todo salía más o menos bien, podría ser una acción sin precedentes en España. Y efectivamente, lo ha sido.
Desde aquel noviembre en el que se pusieron a la venta los primeros bebés pelones se han obtenido más de 1,5 millones de euros de beneficios. Con este dinero se hace sostenible la fundación y se financia una parte de los proyectos que se ponen en marcha en los hospitales, logrando que salgan adelante y no se frenen por falta de dinero, consiguiendo con ello que los niños sean un poco más felices y puedan tener una vida más plena durante su estancia en el hospital.
Desde Juegaterapia aseguran que "aún queda mucho trabajo por hacer". Además, el año pasado, gracias a los Baby Pelones, se abrió una nueva línea de trabajo, Juegaterapia Investigación, que se ha estrenado con la donación por parte de la fundación al CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas) de 100.000 euros que permitirán tener activa durante dos años una beca de investigación del neuroblastoma, un cáncer con un índice de supervivencia del 50% y que sólo se da en niños.
Aaron, el primer niño al que Mónica le regaló una videoconsola, fue el culpable de la puesta en marcha de Juegaterapia. Porque Juegaterapia empezó así: con videoconsolas. Personas de toda España han donado maquinitas para los niños de los hospitales, una de las iniciativas que aún se mantiene viva y que inspiró su eslogan: "La quimio jugando se pasa volando".
Mónica y su equipo trabajan cada día con nuevas estrategias para seguir concienciando sobre el cáncer infantil, desestigmatizando a los peques y sus familias, y apoyando a todos estos niños. "Pasar varios meses en un hospital es muy duro para ellos y nosotros queremos hacérselo un poco más divertido y transmitirles ganas de vivir. Nos sumamos a su lucha diaria", asegura la fundadora.