Llevas toda la vida fregando mal las sartenes
Un litro de aceite puede llegar a contaminar un millón de litros de agua.
Si eres de los que dejan la sartén caliente en el fregadero sin pensarlo dos veces en cuanto has terminado de usarla, es posible que estés dañando el medio ambiente. Eso es, al menos, lo que afirma Defra, el Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido. Según Defra, hay que dejar que la sartén se enfríe después de freír. Una vez fría, los restos se pueden reutilizar, rascar en la papelera o reciclar, según el caso, y luego hay que secar la sartén con papel de cocina antes de fregarla.
Este consejo, que forma parte de la campaña de ahorro de agua Love Water, pretende reducir la cantidad de aceite vertido en las tuberías, ya que un litro de aceite puede llegar a contaminar un millón de litros de agua.
“La mayoría de la gente está de acuerdo en que el agua es un recurso muy valioso, pero muchas veces pensamos que tendremos agua para siempre y no vemos el efecto directo que tienen nuestras acciones en los ríos, lagos y playas que tanto nos importan”, expone Sir James Bevan, director ejecutivo de la Agencia Medioambiental.
“Nuestra campaña pretende cambiar esa tendencia insistiéndole a la gente en que utilice el agua con conciencia y se lo piense dos veces antes de echar el aceite de cocina por el fregadero o de tirar papel sucio al váter”.
“Todos sabemos que tenemos el deber de preservar y proteger el agua y esta campaña también está dirigida a las industrias, a las compañías del agua y a otros organismos reguladores a largo plazo para reducir el despilfarro”.
La campaña Love Water cuenta con el apoyo de 40 grupos medioambientales, organizaciones benéficas, compañías del agua y organismos reguladores. El objetivo a largo plazo de esta campaña es que las empresas incluyan políticas de ahorro de agua y reducción de la contaminación en su plan operativo, en sus objetivos y en su plan de responsabilidad corporativa.
La Food Standards Agency, la agencia gubernamental británica que establece las normas alimentarias del país, asegura que no hay ningún motivo para no seguir este consejo con las sartenes: “Mientras los utensilios se laven correctamente después de limpiar el aceite, no hay ningún riesgo para la salud y la seguridad”.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.
Sirve para un roto y para un descosido, para limpiar la cocina, las ventanas y también la madera. El vinagre desengrasa, remueve manchas, es bactericida y es útil para eliminar la cal, entre otras cosas.
Se mezcla un cuarto de taza de vinagre con cuatro de agua y una cucharada de bicarbonato sódico. El producto servirá para limpiar el baño y dejarlo reluciente. Al principio no olerá demasiado bien pero luego se va.
Las manchas cobrizas de óxido desaparecerán echando vinagre sobre ellas y dejándolo actuar 20 minutos. Después se aclarará con agua tibia.
Solo hay que diluirlo en agua tibia sirve y limpiar con esta mezcla el parqué.
Se trata de poner en marcha la cafetera con un buen chorro de vinagre y sin nada de café. La operación se puede repetir tantas veces como sea necesario para lograr dejarla sin nada de cal.
Es el otro gran aliado para liberar nuestra casa de las sustancias tóxico propias de los productos de limpieza. Es barato y fácil de conseguir.
Se hace a partir de tres litros de agua, tres cucharadas de bicarbonato y 40 gramos de jabón neutro sin glicerina. Hay que mezclar y después calentarlo.
Es la forma de evitar recurrir a los tóxicos limpiatuberías. Sólo hay que echar el bicarbonato por el desagüe, echar un chorro de vinagre y dejar actuar durante 15 minutos. La operación se termina vertiendo agua caliente.
El método es fácil: hay que espolvorear un poco de bicarbonato en una esponja húmeda y frotar con ella las superficies. Después se enjuaga con agua y se seca.
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