Las otras víctimas de los huracanes... los animales
Miles de perros, gatos, caballos, cerdos, flamencos, tortugas y delfines, entre otros animales, mueren a causa de los huracanes.
No suelen aparecer entre las cifras oficiales y rara vez protagonizan noticias en los medios de comunicación si no llevan un fuerte componente emotivo, pero lo cierto es que cada huracán que arrasa cualquier punto del planeta conlleva la muerte de miles de animales. Con el paso de los años afloran los datos más terribles. Por ejemplo, según el Animal Protection Caucus del Congreso de los Estados Unidos, en 2005 Katrina ocasionó la muerte y el abandono de 600.000 animales. Cifras que se podrían repetir ahora con Harvey, Irma, José y María.
Vientos, lluvias e inundaciones se llevan por delante tanto animales de compañía, como de granja, además de fauna salvaje. La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) asegura que "tormentas significativas como estas a menudo atrapan o arrastran a las aves en sus movimientos migratorios, desplazándolas lejos de sus lugares de origen". Normalmente son aves marinas que pueden eludir el temporal, aunque muchas de ellas, principalmente jóvenes, acaban exhaustas y muertas en las costas.
Otras aves tienen más complicado eludir los efectos de los huracanes, como los cientos de flamencos atrapados y muchos de ellos muertos en Cayo Coco, en Cuba, durante el paso de Irma. Los cayos situados al noreste de la isla cubana e islas próximas, como las de Turcas y Caicos (también muy castigadas por Irma), contienen una biodiversidad muy valiosa de especies únicas que sufren periódicamente las consecuencias de estos fenómenos.
Una de esas especies únicas es la iguana de Turcas y Caicos, catalogada como en peligro crítico de extinción y que, en este caso, sufre la depredación de otros animales por culpa de los huracanes. Desde el portal de información ambiental Mongabay explicaban el año pasado que "la población de reptiles todavía se encuentra en peligro por la invasión de ratas y gatos, que llegaron recientemente gracias a los bancos de arena que conectan varias islas y que se crearon tras el paso de un huracán".
En general, los que tienen más difícil escapatoria son los animales de granja, al estar hacinados y encerrados en cercados y/o entre muros. Desde México, Dulce Ramírez, directora ejecutiva de Igualdad Animal en este país, denuncia que "los animales son también damnificados por los huracanes y por desgracia son los menos visibilizados, salvo en las cuantificaciones de las pérdidas económicas". Añade que "son pocos los países que contemplan un plan de contingencia que los incluya; uno de ellos es Costa Rica, que cuenta con un fondo para ayudarlos en situaciones de riesgo".
Tanto los animales de granja (vacas, cerdos, caballos...) como los de compañía (gatos, perros, aves...) cuentan, de partida, con el problema de su evacuación en cortos periodos y su ubicación temporal. Aunque hay casos de dueños que se aferran a ellos y no los dejan solos, y otros que prefieren hacer espacio a perros y gatos renunciando a algunas de sus pertenencias, la mayoría quedan a la deriva (algunos de esos dueños regresan a buscarles), en especial los hacinados en naves. A ellos hay que añadir todos los encerrados en zoológicos, acuarios o perreras.
Ramírez añade otro problema más: "los planes de prevención de riesgos consideran que los animales podrían ser un riesgo zoonótico (enfermedades que se transmiten de la fauna a personas) para los humanos debido a la proliferación de bacterias en el agua, incluidos perros, gatos e incluso cerdos o conejos de compañía. Debido a ello muchos de los refugios para humanos no aceptan animales, lo que obliga a quienes pretenden llevarlos consigo a dejarlos atrás".
Solo la voluntariedad de personas y asociaciones consiguen salvar algunas vidas de las miles que se pierden en estos huracanes. Con Irma funcionaron mejor los sistemas de alerta temprana, que permitieron evacuar con anterioridad a muchos animales. La fauna salvaje, donde además de flamencos murieron tortugas, delfines, cocodrilos, manatíes y serpientes, tuvo más difícil la huida, excepto un ejemplar de gavilán de Cooper, cuya historia se ha convertido en viral tras colarse en un taxi y escapar al huracán Harvey.
"Los animales están asustados, muchos están heridos y corren el riesgo de contraer enfermedades. Vagan entre un paisaje destrozado, confundidos, hambrientos y heridos". Este es el panorama que se encontró un equipo de intervención de otra ONG, World Animal Protection, tras conseguir entrar en la isla de Barbuda pasado el huracán Irma. La recurrencia de estos huracanes les hace estar cada vez más preparados, así, durante la devastación de Haití por el paso de Matthew proporcionaron atención de emergencia, medicinas y alimentos a alrededor de 110.000 animales, entre vacas, cerdos, pollos, caballos, asnos y animales de compañía.
Dulce Ramírez insiste en que un mejor trato y consideración desde el principio hacia los animales evitaría muchas muertes y abandonos: "es necesario que sean contemplados, incluidos los de granja, en las legislaciones, así como en los planes de prevención de riesgos y planes de emergencia en desastres naturales".