Las lágrimas socialdemócratas y la eurofobia de Farage marcan la ratificación del Brexit en la Eurocámara
Este viernes se hará efectivo el acuerdo del Brexit.
De momento es un adiós, aunque algunos prefieren verlo como un “hasta luego”. Hoy, la Eurocámara vivía un día fuera de lo normal, marcado por las lágrimas de los eurodiputados que se abrazaban con el Himno de la Alegría de fondo y también por Nigel Farage, que ha estado más eurófobo que nunca y ha triunfado ante las cámaras de televisión. Hacia las 18.30 de la tarde, el Parlamento Europeo ratificaba el acuerdo del Brexit con 621 votos a favor, 49 en contra y 13 abstenciones.
El mensaje desde la gran pantalla donde el grupo de los socialdemócratas ha organizado una ceremonia de despedida en homenaje a los diputados laboristas dejaba claro que para ellos era un día triste: “No es un adiós, es un hasta luego”.
“Sólo en la agonía de la separación miramos en la profundidad del amor”, ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ha citado a la poeta británica George Eliot. “Siempre te amaremos y nunca estaremos lejos”, ha agregado.
En la tribuna, la jefa del grupo parlamentario, la española Iratxe García, no ha podido contener la emoción y se le escapan algunas lágrimas. A su lado, el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, intenta consolarla.
No es para menos: el momento de la ratificación ha sido muy emotivo. Tras la votación, los eurodiputados europeístas se han cogido de la mano y han empezado a cantar a capela ‘Auld Lang Syne’, una popular canción escocesa entonada en momento solemnes como despedidas, dando más emotividad a la sesión.
“Unidos por la diversidad”
Frente a ellos, los diputados laboristas lucían con orgullo bufandas rojas y azules, por los colores de las banderas europea y británica, con el lema ‘Unidos en la diversidad’ y las fechas de la membresía del Reino Unido (1973-2020).
El parlamentario Rory Palmer tuvo la idea: “Me dije que una bufanda de fútbol podía simbolizar la especial amistad entre el Reino Unido y nos amigos europeos, que perdurará tras esta semana tan triste”.
Algunos lloran, otros se abrazan. Los aplausos en pie se suceden. Todos quieren creer en el regreso, algún día, del Reino Unido al bloque. “Cuando veamos que el Brexit no funciona, quizás habrá una oportunidad para volver”, confía Richard Corbett, líder de los laboristas en la Eurocámara, que recuerda haber sido uno de los primeros becarios británicos en el parlamento.
Farage y su felicidad
Sus sentimientos contrastan claramente con los de Nigel Farage, adalid del Brexit, que no podía esconder su felicidad: “Hace 20 años que intento perder mi trabajo, ¡por fin se produce!”, bromeaba este eurodiputado británico desde 1999. Ha salido de la sala antes de la ratificación a petición de la vicepresidenta de la Eurocámara tras sacar unas banderas británicas y agitarlas con alegría.
El miércoles por la noche, a las 20:00, se marchará de Bruselas en tren rumbo a Londres con un billete sólo de ida. Pero, horas antes, en su última rueda de prensa, garantizó su show ante unos divertidos seguidores. “Aquí está el hombre del momento, el señor Brexit”, ha dicho su responsable de prensa al presentarlo, pidiendo que no haya en la sala “ni aplausos, ni silbidos”.
Farage, parlamentario en una institución que rechaza pero a la que debe su notoriedad, reconoce que le gusta desempeñar el papel del “malo”. Y reivindica la teatralidad de su personaje.
El populista de derechas espera que el Reino Unido se convertirá en un rival para la Unión Europea (UE), de la que dice esperar su fin, y que Polonia, Dinamarca e Italia seguirán los pasos de los británicos hacia fuera del bloque.
Un ambiente extraño
El ambiente en el inmenso edificio de la Eurocámara en Bruselas, lleno hasta los topes en este día histórico, ha sido extraño. “Todo el mundo lamenta profundamente el Brexit y esto se siente”, contaba el diputado luxemburgués Christophe Hansen, que subraya los emocionados discursos de sus pares británicos europeístas. “Para ellos, es realmente un gran drama”, agregaba.
En medio de este ajetreo, Miss Bélgica 2020 ha realizado una aparición tan inesperada como notable con su corona y su banda. Una eurodiputada belga la invitó para explicarle el papel de las instituciones europeas.
En el exterior del hemiciclo, en cambio, no hay tanta gente. Una pareja de turistas observa una Union Jack todavía izada por algunas horas junto a las banderas de los otros países de la UE.
Ambos quieren tomar una fotografía “mientras está aquí, porque es muy triste”. El hombre adopta un aire afligido en una primera foto. A continuación, un segundo flash: pulgares arriba y, en esta ocasión, una gran sonrisa.
El Reino Unido se encamina a poner fin a 47 años de tumultuosa relación el próximo viernes. Londres ya presentó el documento de ratificación y el presidente de la Eurocámara, David Sassoli, ya firmó el correspondiente. El Consejo de la UE deberá dar el último visto bueno el jueves.