Las innovaciones que están mejorando la calidad del aire
Las nuevas tecnologías que se enfrentan a la contaminación atmosférica son como una brisa de aire fresco.
La guerra contra la contaminación atmosférica se ganará o se perderá en las grandes ciudades. Cada vez más gente se está mudando a zonas urbanas, por lo que está claro que es necesario tomar medidas para enfrentarse a la contaminación ya que, de lo contrario, se aplicará una presión insalvable en los sistemas sanitarios y otras infraestructuras esenciales.
A día de hoy, más de tres millones de personas mueren de forma prematura a causa de la contaminación atmosférica. Provoca ataques al corazón, infartos, enfermedades pulmonares y puede que sea uno de los factores que contribuye a desórdenes cerebrales como el Alzheimer. También afecta a las personas más vulnerables, como los niños, en los que ya se ha visto un aumento en los casos de asma, además de que diversos estudios indican que afecta su desarrollo físico y mental.
Sin embargo, la situación está empezando a cambiar. Los nuevos sistemas de transporte de bajas emisiones de carbono en las ciudades y el incremento del uso de vehículos eléctricos en las carreteras ya están generando un impacto. Mientras, arquitectos y diseñadores están centrándose en abordar la contaminación en zonas urbanas e intentando encontrar formas ingeniosas para hacer más limpio el aire que respiramos.
En 2014, el distrito de negocios de Milán se convirtió en hogar de una excepcional nueva estructura. Se llama el Bosco Verticale y consiste en dos rascacielos cuyos exteriores están repletos de vegetación. La obra del arquitecto Stefano Boeri incluye balcones que acogen 730 árboles, 11.000 plantas y 5.000 arbustos. Su función es aspirar el polvo del aire y crear un microclima que produce oxígeno y absorbe CO2. Además, estéticamente son impresionantes y trasladan la naturaleza al corazón de la ciudad.
El Bosco Verticale ha demostrado que se pueden cambiar las reglas del juego y Boeri llevará su concepto de arquitectura biológica a China, un país atacado por los algunos de los niveles de contaminación más elevados del planeta. En Nanjing se están construyendo otras dos torres que incluirán 23 especies de árboles diferentes y más de 2.500 arbustos en cascada. Se estima que pueden llegar a absorber hasta 25 toneladas de dióxido de carbono al año y producir alrededor de 60 kilogramos de oxígeno al día.
Boeri viaja de manera habitual desde hace 30 años y ahora tiene una oficina en Shanghai, donde tiene en mente planes más ambiciosos para crear 'ciudades bosque', siendo la primera Liuzhou, una localidad de aproximadamente un millón y medio de personas. "En 2020 podríamos tener la primera 'ciudad bosque' en China", explica el arquitecto. Este tipo de ciudades podrían dar lugar a un ambiente más verde en zonas urbanas alrededor del mundo".
Esta idea de edificios con vida propia también está despegando en otros lugares. En Cracovia (Polonia) ya se están llevando a cabo planes para construir una escuela de música capaz de reducir la nube de contaminación. El estudio polaco FAAB pretende cubrir el tejado del edificio con un musgo especial que absorbe sustancias contaminantes como el óxido nitroso o el ozono. El producto ha sido desarrollado por la firma alemana Green City Solutions y su CEO, Dénes Honus, ha explicado que "se come literalmente la contaminación".
Se aplicará en aproximadamente 1.300 metros cuadrados de la parte externa de la escuela y sería el equivalente a plantar más de 30.000 árboles. Green City Solutions también utiliza la misma substancia orgánica para hacer lo que ellos llaman CityTree. Es una instalación de cuatro metros de alto, lo suficientemente pequeña y manejable para colocarse en todo tipo de localizaciones en la ciudad. Representa el equivalente a 275 árboles, reduciendo la contaminación en un 30% en un radio de 50 metros.
Otra estructura que podremos ver en un futuro en las ciudades es la Smog Free Tower. Diseñada por el holandés Dan Roosegaarde, parece algo de donde bien podrían salir aliens en un episodio de Doctor Who. Es una versión gigante de los purificadores de aire que podemos encontrar en las casas. Gracias a sus siete metros de altura, absorbe el aire contaminado a través de la parte superior y libera el aire purificado por las rendijas de ventilación de sus laterales. El proyecto piloto se llevó a cabo en Rotterdam y, desde entonces, se ha trasladado a Pekín, donde Roosegaarde tiene planes para construirlo a gran escala en un intento de convertir la capital china en una ciudad libre de niebla.
Una idea más intuitiva a la hora de abordar la contaminación atmosférica es la utilización de hormigón. Excepto que no hablamos del cemento tradicional que todos conocemos, ya que se trata de un hormigón que contiene un fotocatalizador. Los fotocatalizadores aceleran la reacción química donde la luz solar descompone materiales orgánicos, organismos biológicos y contaminantes atmosféricos, transformándolo en poco más que oxígeno y agua. Cuando todo esto se mezcla con el hormigón, se puede utilizar para construir estructuras que se limpian solas y que absorben y neutralizan químicos como el óxido de nitrógeno y el óxido sulfúrico.
Este material ya se utiliza en la iglesia diseñada por Richard Meier en Roma y en algunos adoquines en Tokyo, mientras que el estudio de arquitectura BCQ tienen pensado aplicarlo en el puente de Sarajevo en Barcelona. También se podría utilizar el material para la construcción de carreteras en un futuro, colocándolas en primera línea en la guerra contra la contaminación.
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