Las acusaciones piden 6 años para los Ruiz-Mateos y la defensa la absolución
Por presunta estafa en la compra del Hotel Eurocalas de Mallorca en 2005.
La Fiscalía y la acusación particular han pedido este viernes 6 años de prisión para los seis hermanos Ruiz-Mateos Rivero, Zoilo, Alfonso, Pablo, Francisco Javier, José María y Álvaro, por presunta estafa en la compra del Hotel Eurocalas de Mallorca en 2005, y la defensa ha pedido la absolución.
En las conclusiones del juicio, la Fiscalía y la acusación particular ha mantenido las peticiones de condena para los Ruiz-Mateos de 6 años de cárcel, el pago solidario de 13,9 millones y de 54.000 euros de multa a cada uno. Han retirado la acusación para Zoilo Pazos.
Les acusan de estafa agravada por dejar de pagar 13,9 de los 23,6 millones pactados por la compra al Grupo Miralles del Hotel Eurocalas de Manacor, una operación firmada por José María Ruiz-Mateos y sus seis hijos varones mediante avales personales.
El fiscal Anticorrupción Juan Carrau ha asegurado que en toda la operación de compra generaron “un ambiente de confusión de manera deliberada y persistente en el tiempo”, que comenzó con la identidad del comprador porque “parecía que compraba una familia española pero el que firma la compra es un testaferro, representante de una sociedad en Belice, con cuentas en Suiza”.
Ha descrito Nueva Rumasa como “un entramado, una trama, un conglomerado, un maremágnum” sin transparencia fiscal y ha insistido en que la confusión sobre quien compraba “es deliberada y es parte del esquema que lleva a engaño al vendedor”.
El fiscal ha destacado que la compra fue avalada con otro hotel, el Cervantes de Torremolinos, y que se ocultó a los vendedores que se había hipotecado días antes. Posteriormente, también avaló la empresa Clesa, cuando hacía meses que “la estaban ejecutando por no pagar préstamos hipotecarios”, algo que “se le omite al vendedor”.
Carrau ha concluido que “ha habido un engaño sobre la identidad, sobre la solvencia personal y sobre los avales que garantizaban la operación” y ha agregado que en ese triple engaño “han intervenido los seis acusados”.
Por parte de los vendedores del hotel Eurocalas, la abogada de la acusación particular Isabel Fluxà ha asegurado que el querellante “creyó en todo momento en los señores Ruiz-Mateos y en su solvencia”, cuando “todo lo que se ha venido haciendo ha sido opaco e ilícito”.
Ha insistido en que avalaron la operación tanto el padre como los hijos y ha asegurado que a los seis Ruiz-Mateos les caracteriza la opacidad ya que operaban “por múltiples personas, sociedades y entidades”.
El abogado defensor de los Ruiz-Mateos, Juan Manuel García-Gallardo, ha pedido la absolución porque considera que hay en este caso una “orfandad probatoria radical”.
Ha negado que hubiera engaño y ha criticado a las acusaciones por no “individualizar protagonismos y responsabilidades” en cada uno de los seis hermanos de manera independiente. Ha destacado que los acusados pagaron lo acordado por el hotel mallorquín durante 54 meses consecutivos, hasta un importe de 14,2 millones “en épocas de dificultad”.
El defensor ha cuestionado la credibilidad de los querellantes, por no aportar el protocolo de compraventa de julio de 2005, con las condiciones de la operación: “El presuntamente estafado oculta al tribunal el acuerdo nuclear en el que se habrían incorporado todos los pactos del negocio jurídico que se quiere criminalizar. Ahí se ha dejado toda la credibilidad”.
También ha cuestionado que el empresario mallorquín niegue saber que el hotel que formó parte de las garantías estaba hipotecado, cuando lo estaba desde marzo de 2003, y tenía “abogado, fiscalista y director financiero”, que pudieron haberlo comprobado en el Registro de la Propiedad.