Princesa de cuna, Sofía de Grecia se convirtió en la reina consorte de España el 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte de Franco. Habían pasado 13 años desde que se casó con Juan Carlos I (1962), al que el dictador designó como sucesor a título de rey. Hasta la ceremonia, Sofía era la princesa consorte de Asturias.
Tres hijos —la infanta Elena, la infanta Cristina y Felipe VI— convirtieron a la familia real española en numerosa. De hecho, durante los primeros años, doña Sofía siempre iba del brazo del rey Juan Carlos a los actos oficiales. Una vez que sus hijos crecieron, ha sido mucho más habitual verla con ellos, con sus nietos y con los animales, tras 58 años de matrimonio. Su amor por ellos es vox pópuli.
La vida de la reina Sofía
El día de su boda con el príncipe Juan Carlos.
Paseando a su primera hija, la infanta Elena, por los jardines de Zarzuela.
En el autobús con la infanta Elena.
En una corrida de toros.
La familia real al completo.
La reina Sofía juega con la infanta Elena y el príncipe Felipe, mientras que Juan Carlos está pendiente de la infanta Cristina.
En la feria de Sevilla.
La familia real en una de su residencia de vacaciones.
El posado del verano.
En Palma de Mallorca, todos conjuntados.
La reina en su viaje a las plantaciones de arroz en Asia.
En uno de sus viajes a Perú.
En las islas Galapagos.
En la India.
Plantando un árbol.
Junto a Diana de Gales.
En la regata de la Copa del Rey de Palma de Mallorca.
Fotografiando Corea del Sur.
Junto a su nieto, Froilán, en Zarzuela.
Los reyes con Froilán en brazos.
En un partido de balonmano, con Felipe VI, la infanta Cristina y su nieto Juan Urdangarín.
Posando para la prensa desde el coche oficial tras el bautizo de uno de sus familiares de Grecia.
En la celebración de la Pascua Militar.
Regata de la Copa del rey con los tres hijos de la infanta Cristina.
Visita a la parte antigua de la ciudad de Plovdiv.
En la boda del príncipe de Asturias y Letizia Ortiz.
En una recepción en el palacio del Pardo.
Con la princesa de Asturias el mismo año de su boda en Valencia.
En la regata de todos los años con Juan Urdangarín, Froilán, Victoria Federica y la princesa Letizia.
Junto a la princesa Letizia embarazada de su primogénita, la princesa Leonor.
En el bautizo de la princesa Leonor.
El primer año en Palma de Leonor.
En la final de tenis de los Juegos Olímpicos.
En una visita a un campamento de refugiados.
Con sus nietas Leonor y Sofía.
Dando un beso esquimal.
La reina Sofía de perfil en una recepción oficial.
Visitando el museo en el que se exponía la copa del Mundial de fútbol de 2010.
Con sus nietos Victoria Federica, Juan y Pablo Urdangarín y Froilán.
En Grecia.
Con todos sus nietos y la infanta Elena a la salida de un hotel.
Ocultándose del sol bajo una sombrilla.
Saludando a los presentes justo antes del primer discurso de la princesa Leonor.
Su pasión por los animales, su faceta más llamativa y por la que muchas veces se le ha calificado casi de activista, le viene desde la infancia, como se aprecia en las fotos. La reina emérita se crió en Grecia, Egipto y Sudáfrica, y allí vivió mucho más cerca de la fauna.
Doña Sofía es vegetariana, no va jamás a las corridas de toros —al contrario que Juan Carlos I y la infanta Elena— y sólo tiene tres pasiones que le hacen disfrutar de la vida: los animales —obviamente—, la naturaleza y la música, según la revista Vanity Fair.
En Zarzuela tiene perros, gatos, tortugas, caballos y loros, pero si hay un animal que le vuelve loca es el burro y si hay uno cuya conservación le tiene en vilo es el lince.
Otro de sus compromisos tiene que ver con la limpieza del planeta y de los océanos, especialmente por el peligro que representan los plásticos en el mar, además de todas las causas sociales en las que está implicada.
El rey Juan Carlos abdicó el 19 de junio de 2014, y ambos se convirtieron en reyes eméritos. Algunas de las presidencias de honor de Sofía de Grecia pasaron a doña Letizia, pero sus pasiones no. Suele llevar a sus nietos a Mallorca para que vean cómo las tortugas desovan.