La torpeza de los separatistas
Este verano, los dirigentes separatistas se están cubriendo de gloria. Es lo que pasa cuando la única idea que tienen es separarnos del resto de España, en lugar de intentar procurar reformas y mejoras para todos los ciudadanos, voten a quien voten.
La ocurrencia más destacada del separatismo ha sido la salida a la luz de un informe encargado y pagado por el Ayuntamiento de Sabadell, gobernado actualmente por ERC, Podemos y la CUP. En concreto, fue Montserrat Chacon, concejala de Cultura de ERC, la que distribuyó el informe junto a una carta en la que decía que lo consideraba "un buen punto de partida para establecer criterios de revisión de nuestro nomenclátor municipal". Lo que dicha concejala considera un "buen punto de partida" y que ha costado 600 euros a todos los ciudadanos es, en realidad, una sarta de barbaridades en las que se consideran pertenecientes al "modelo pseudo-cultural franquista" a personajes como Calderón de la Barca, Góngora, Quevedo, Lope de Vega, Goya, Larra o Bécquer.
Resulta difícil entender cómo esta concejala de Cultura le da tanto valor a este informe elaborado a golpe de plagio que lo ha distribuido como único documento de trabajo para la Comisión del Nomenclátor. Pero, al ver como la misma se niega a contestar en español a las preguntas de una periodista (minuto 8 de este vídeo) las cosas empiezan a estar más claras.
En todo caso, seguramente ha sido la petición de la expulsión de Antonio Machado del callejero de Sabadell lo que más ha indignado, porque se trata de un poeta muy conocido y querido. Cabe recordar, además, que su obra, silenciada durante el franquismo, se popularizó gracias, en gran medida, al cantautor catalán Joan Manuel Serrat.
Según Josep Abad i Sentís, autor del informe, Antonio Machado forma parte de los "personajes hostiles a la lengua, cultura y nación catalana". Si el Sr. Abad fuera capaz de ir más allá de Vikipèdia –la versión catalana de la Wikipedia y fuente de su estudio-, quizá sabría que hay entrevistas a Machado en las que se deshace de elogios sobre Barcelona o que leía en catalán a autores que admiraba, como Verdaguer, Maragall o Carner.
Los motivos que esgrime el Sr. Abad para quitarle a Antonio Machado su plaza en Sabadell es que "su obra es una exaltación de Castilla (a través de su paisaje) como núcleo y esencia del Estado español, la cual incluye una idea excluyente de la diversidad". Se trata de un corta y pega de la Vikipèdia, tal cual, como un mal estudiante de la ESO. Si el historiador hubiera leído, por lo menos, la entrada completa que la Wikipedia en español dedica al autor, sabría que su trayectoria poética pasó por varias etapas, y no solo la noventayochista de Campos de Castilla. Pero parece ser que consideró que los 600 euros que iba a cobrar por el informe no merecían tal esfuerzo.
Eso sí, el ridículo ha sido tal que no solo se ha ocupado de él la prensa nacional, sino también la internacional. Ya saben, "el món ens mira". Lo que no tengo muy claro que es le guste lo que ve. Al margen de eso, resulta evidente que Montserrat Chacón no puede seguir siendo concejala de Cultura y abochornando a sus conciudadanos a costa del dinero público.
Y de ridículo en ridículo. La consellera Dolors Bassa, escogida y mantenida en el cargo por su separatismo acérrimo y no por su buena gestión, también ha tenido sus minutos de gloria este verano. Y es que Bassa es especialista en meterse en todo tipo de charcos: desde acusar a la Junta de Andalucía de enviar a Cataluña a los niños de la cola hasta ponerse en contra a gran parte del colectivo LGTBI.
Hace unas semanas, Empar Moliner escribió un artículo en el que afirmaba que "ser catalán en España es como ser gay en Marruecos" lo que, obviamente, indignó a muchas personas y, especialmente, a colectivos LGTB que criticaron el artículo por banalizar la homofobia. Fue una afirmación desafortunada, pero nadie está libre de equivocarse y, si hubiera pedido disculpas, aquí se habría acabado el tema.
Sin embargo, días después, ha vuelto a la carga y ha escrito un artículo en el que acusa al Observatori contra la Homofòbia (OCLH) de estar instrumentalizado por su jefe de prensa, José Cuadrado, al que acusa de ser militante de Ciudadanos, algo que, por cierto, no es verdad. Resulta curioso que una persona mienta de esa manera en una pieza en la que acusa a los demás de usar "la táctica Trump".
A Dolors Bassa le faltó tiempo para expresar en Twitter su apoyo a Moliner y cargar contra el OCLH, lo que le ha servido para ponerse en contra a gran parte del colectivo LGTBI. Resulta del todo inaceptable que Bassa, la persona de la que depende el desarrollo de las políticas LGTBI, ataque a una entidad que hace un trabajo incansable contra la LGTBIfobia y, además, dé alas a quien la banaliza y señala con el dedo. Y es que tanto el Observatori -con Eugeni Rodríguez a la cabeza- como José Cuadrado han demostrado en muchas ocasiones su calidad humana y su valentía en la lucha contra el odio y los prejuicios por cuestión de identidad y orientación sexual. Otras todavía tienen que demostrarlo.
Es evidente que Cataluña se merece otros dirigentes que, de verdad, se pongan al servicio de las necesidades de los ciudadanos y no pongan por delante sus prejuicios e ideologías caducas, y cada día estamos más cerca de conseguirlo.