La senadora, hija de una ‘Kelly’, que llevó hasta La Moncloa las voces de las camareras de piso
La historia de María José López Santana, la parlamentaria de Nueva Canarias que ha logrado que Rajoy reciba hoy en Moncloa a las 'Kellys'.
Principios de los ochenta. España, en plena boom turístico. En un complejo turístico en Playa del Inglés (Gran Canaria) dos niñas hacen los deberes entre las estanterías llenas de sábanas y toallas. Su madre es gobernanta de piso y ha llegado a un acuerdo con la empresa para poder llevar a sus hijas al trabajo durante unas horas. Así puede criarlas y llevar su sueldo a la casa.
La pequeña María José veía día a día, por las tardes, cómo es el trabajo de las camareras de piso. Hoy se las conoce también con el nombre de las 'Kellys' -la abreviatura de "las que limpian"-. Los recuerdos de infancia: unas trabajadoras que nunca caminaban. En cuanto recibían las instrucciones, "ponían el piloto automático" y empezaban a correr desde la misma lencería (el lugar en el hotel donde sale y entra la ropa de las habitaciones).
Esa imagen le viene a la cabeza en pleno abril de 2018 en el Senado. María José López Santana, hija, sobrina y prima de camareras de pisos, es hoy parlamentaria en la Cámara Alta por Nueva Canarias. Y ha llevado el relato y la lucha de las 'Kellys' a uno de los epicentros madrileños de la vida política.
Sabía que sólo podría preguntar una vez durante toda la legislatura al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. En su cabeza tenía claro que cuando pudiera hacerlo plantearía al jefe del Ejecutivo la situación de las camareras de piso, que en los últimos años se han organizado y reclaman mejoras laborales y mayor dignidad laboral.
El momento de poder interpelar al presidente en el Pleno llegó el pasado 6 de marzo. Apenas dos días antes de la huelga feminista del 8-M. Y se lanzó delante de todas las cámaras a narrar el día de una camarera de piso. Rajoy reconoció que le había "impactado" el relato, además de desautorizar la idea de huelga a la japonesa lanzado por políticas populares como Cristina Cifuentes e Isabel García Tejerina.
Y, asimismo, López Santana (Santa Lucía de Tirajana, 1976) arrancó al presidente el compromiso de recibirlas en La Moncloa. Esa reunión tiene lugar este mismo jueves en la sede gubernamental. Cinco representantes de las 'Kellys' le van a contar de primera mano a Rajoy las condiciones en las que trabajan. La senadora electa por Gran Canaria ha sido invitada por ellas a acudir, pero prefiere no ir para que todo el protagonismo lo tengan ellas.
"Es durísimo, empiezan el día medicándose"
En una conversación con El HuffPost, reconoce su satisfacción por haber contribuido a este logro "colectivo": llevar la voz de las 'Kellys' a la misma Moncloa. Por fin, comenta, esta "actividad invisibilizada" está en la agenda política y mediática.
"El presidente del Gobierno, como muchos ciudadanos, hace turismo y va a un hotel, pero no ve quién realiza la limpieza, cuánto tiempo estuvo exactamente, cuánto le pagan. Yo quise describirle en poco tiempo la dura realidad de este trabajo, que llega a límite inhumanos", explica López Santana.
"Es durísimo. Si hablas con ellas, te contarán que todas empiezan el día con medicación. Es dramático. Muchas me han enseñado que llevan una bolsa de aseo, que parece un neceser de cremas o para llevar el tupper, pero es para las medicinas", comenta la senadora.
Y relata que el día de una 'kelly' arrancando limpiando las zonas comunes y, luego, van a la lencería, donde les distribuyen las habitaciones. Ahí cogen sus carros con las cosas, que pueden llegar a pesar 100 kilos. Añade: "Las que tienen carros, porque, por ejemplo, en la cosa de Gran Canaria hay muchos hoteles en laderas, que no tienen ascensor y, en ese caso, cargan en bolsas con productos de limpieza y los fardos con la ropa".
"Tienen que limpiar en tiempo récord una habitación. En Canarias se suman las altas temperaturas. Es inhumano, una carrera de obstáculos, contrarreloj", explica, a la vez que indica que antes de la crisis solían limpiar entre 15 y 20 habitaciones, pero ahora llegan hasta 30. "Hay habitaciones de hasta cuatro camas. Imagina cada día, además de limpiar, mover cuarenta camas...", apostilla.
Todo esto lleva, prosigue López Santana, a que las camareras de piso ya tengan "secuelas físicas a los cuarenta y pocos años, como falta de movilidad en las manos, artrosis severa, hernias, lumbalgias, casi ninguna llega la jubilación". "Hacen un sobresfuerzo durante un tiempo que lleva a una situación de precarización porque tienen que abandonar el trabajo antes", sostiene.
El salario, comenta López Santana, depende de los convenios colectivos por comunidades. En Canarias tendría que ser de 1.200 euros al mes, pero enseña en su móvil ofertas que incumplen el convenio y se ofrecen 800 o 900 euros. Hace la cuenta: "el cómputo es de 2 euros por habitación limpiada".
La senadora mezcla sus recuerdos y las historias que le han contado 'Kellys'. "Hay historias para llorar, presiones de empresas, enfermedades drásticas, despidos improcedentes como consecuencia de esas enfermedades...", rememora. Y echa la vista atrás: "Mis recuerdos de infancia... No recuerdo verlas caminando. Se les distribuía el trabajo y en ese momento era como si iniciara un piloto automático. Empezaban a correr dentro de la lencería, a coger toallas, sábanas. Recuerdo pasear por el complejo y verlas correr de un lado a otro".
El trabajo de estas mujeres sustentan a miles de familias. La senadora dice que logró estudiar Derecho gracias al esfuerzo de su madre. En el sector turístico se trabaja también los días de festivos. "Ni mi hermana ni yo pudimos disfrutar de mi madre los días de fiesta o las vacaciones de Semana Santa", señala.
"Lo viví desde pequeña. Mi madre llegó a un acuerdo con la empresa para conciliar vida laboral y familiar. Nos llevaba a la lencería, era su despacho. Mi hermana y yo hacíamos los deberes en las estanterías y jugábamos entre las toallas. Siempre vi esa realidad, se las ha tenido poco en cuenta. Y son un elemento esencial de la actividad hotelera. Si vas a un hotel y la habitación no está limpia, no vuelves", añade.
"No se las tenía en cuenta ni para los uniformes. Un sector trascendental, pero poco valorado, mal remunerado. Es dramático cuando hablamos y sacamos pecho de las cifras de turistas cada año. Estamos poniéndonos medallas sobre un sector que está montando sobre las espaldas de mujeres deslomadas y precarizadas. Me parece inmoral", subraya.
Su madre está "contenta y orgullosa" de la intervención de su hija que ha provocado que Rajoy reciba a las 'Kellys'. "Ella es de ponerme los pies en el suelo. Me mandó un whatsapp en tono divertido. 'Pues nada, ahora ya sabe toda España que fui camarera de piso. A toda honra", comenta la senadora.
Y dice que empieza a notar un "halo de esperanza" en su entorno y la sensación de que su voz se va a escuchar hasta en La Moncloa. Cuando terminó COU, antes de la Universidad, López Santana le dijo a su madre que quería trabajar como camarera de piso para sacarse un dinero. Ella le dijo que no: "Sé lo duro que esto y no quiero por un momento que te plantees dejar de estudiar", rememora aquella palabras. "Nos inculcó que nos formáramos y que optáramos por un trabajo en el que no se sufriera tanto física y psicológicamente", asevera. Y es que la dimensión psicológica también es muy importante: "Tienen tiempos límite, deben terminar sí o sí, el 90% tiene ansiedad".
Ahí se fija en las medidas a adoptar. La senadora reivindica la jubilación anticipada para este colectivo y "la prohibición de la externalización". Además, del "reconocimiento de las enfermedades profesionales. El 96% sufre trastornos músculo-esqueléticos".
Espera que a partir de ahora todos los grupos remen en las Cortes a favor de este tipo de medidas. El PP hasta el momento no apoyaba las iniciativas que presentaba, indica. Cuenta que después de la pregunta a Rajoy se le acercaron muchos senadores e incluso alguno le confesó: "Has ganado tú, pero también él".
López Santana recorre el Pleno vacío mientras habla. Y confiesa que se metió en política para intentar cambiar las "cosas injustas". "Tenía una vocación para mejorar las condiciones de la vida de la gente, quizás por mis orígenes humildes", concluye. La voz de las 'Kellys' sonará hoy en La Moncloa. Y ellas mismas hablarán con el propio presidente del Gobierno.