La pugna por el liderazgo de la oposición y el marrón del Supremo para el día después
La democracia ha funcionado y sigue viva en este país, en la XIII Legislatura y 40 años después de salir de una dictadura.
La democracia ha funcionado y sigue viva en este país, en la XIII Legislatura y 40 años después de salir de una dictadura. Hoy ha soportado que cuatro presos catalanes independentistas -juzgados por presunta rebelión- marcaran el hito histórico de acudir a la Cámara a recoger sus credenciales como diputados electos. El no hito ha sido la llegada de la extrema derecha de Vox a la Cámara. A Santiago Abascal y los suyos ya les precedió Blas Piñar, aquel líder de Fuerza Nueva que no tenía miedo a la palabra fascista. Claro que es cierto que Piñar nunca tuvo 24 diputados.
De fondo, el asunto más transcendental que queda en el aire es qué va a pasar con la suspensión de sus señorías en prisión preventiva que el Supremo ha trasladado a la mesa del Congreso. En esta institución hay una seria preocupación por un hecho que sentará un precedente: que el poder legislativo decida sobre una cuestión judicial caminando peligrosamente por la frontera que separa a los poderes del Estado. Aunque se está dando por supuesto que la Mesa dictará la suspensión, dentro del equipo jurídico de la Cámara existen reticencias y muchas dudas.
Lo lógico es que la Mesa que acaba de constituirse con Meritxell Batet al frente y Gloria Elizo (Podemos) de vicepresidenta primera, pida a los letrados del Congreso un informe y decida en base a él. Internamente no existe la seguridad de que el informe emitido sea claramente favorable a las pretensiones del Supremo. El tema del suplicatorio es una de las vías de escape a las que podrían agarrarse quienes no están tan seguros de que sea oportuno sentar tal precedente para el futuro, más allá de expresarse sobre este caso concreto.
PP y Ciudadanos
La primera fila de los populares en la bancada de la oposición, que tradicionalmente es ocupada por los azules del PP, ha confirmado que la pugna entre Rivera y Casado por el liderazgo de la derecha va a marcar la legislatura. El líder de Ciudadanos se ha sentado hoy con Villegas en la misma fila que Casado con Egea, solo que en el extremo opuesto. Verlos en el mismo nivel transmitía la idea de que un Rivera absolutamente voraz no iba a desaprovechar ni una oportunidad para evidenciar que moralmente es el vencedor de las últimas elecciones, sobre todo si Casado cumple con lo que le auguran las encuestas de opinión para las municipales, autonómicas y europeas del próximo domingo.
Rivera ha mirado por encima del hombro y pocas veces hacía su derecha, donde se sentaban los tres diputados presos -Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull-. Ellos estaban aprovechando la ocasión para saludar a unos y otros y no han reparado en el desdén. Aunque el que más relaciones públicas ha hecho ha sido Oriol Junqueras, que incluso ha ido a hablar dos veces con Pedro Sánchez, forzando las imágenes. En la cafetería, Francec Homs, coordinador de la defensa de los tres presos de Junts per Catalunya, no dejaba de dar doctrina a todo el que se le podía por delante. Ya estuvo ayer también mientras recogían las credenciales sus defendidos.
Para los próximos días también la incógnita de quien se sentará en los bancos del Gobierno, pregunta que más de uno se hacía, incluidos los ministros en funciones. Algunos de ellos saben -y así nos lo confirman-que su cartera ministerial depende, indirectamente, de lo que suceda con Podemos y Pablo Iglesias este domingo electoral. Los de Iglesias siguen empeñados en formar parte del Gobierno y los ministros se tensan, porque no tienen idea de qué va a hacer el presidente. El sentido común les apunta que Sánchez intentara gobernar en solitario, pero…el presidente no da pistas definitivas ni a los más cercanos.
La última sombra que ha corrido por el hemiciclo, antes de la salida de los presos hacia Soto del Real es la mañanas gloriosas y patéticas que a esta cámara le van a dar los Rufián y Abascal, cumpliendo con los memes que corren sobre ellos.