La puerta de taller que se ha convertido en una hilarante conversación de WhatsApp
Altamira 3.0.
Puede que no haya nada que más preocupe a un comerciante que, cuando tiene la fachada de su comercio recién pintada, alguien decida mancillarla con un garabato de dudoso gusto.
En el caso que suceda esto hay dos opciones posibles, o cabrearse mucho o tratar de establecer un diálogo con la persona que usa la puerta de tu tienda como su libreta.
Los protagonistas de esta noticia han optado por el diálogo, más o menos.
"El nuevo WhatsApp está en un taller de mi barrio", anunciaba un usuario de Twitter adjuntando una foto de una puerta en la que se pueden leer varios mensajes.
A simple vista, parece que hubo un primer mensaje, un protomensaje, casi como en Altamira, que los dueños de la tienda procedieron a eliminar con disolvente. El autor de la pintada decidió mostrar su enfado con una advertencia: "Me sobra tiempo y pintura".
Los propietarios del portón, lejos de achantarse, decidieron no someterse a los deseos del pintor y contraatacaron con otro claro mensaje: "A nosotros disolvente".
El diálogo parece que va tomando otro cariz cuando el grafitero, en otro color, decide lanzar un órdago que de momento ha quedado sin respuesta, fíjate en la esquina superior izquierda.
Esperemos que el autor de la imagen siga informando de los avances de esta frenética discusión dialéctica.