Las divergencias entre JxCAT y ERC ponen la legislatura en jaque
La pelea en el Gobierno catalán, a cara descubierta
Un tecnicismo parlamentario sobre los diputados suspendidos por el juez Llarena el pasado julio ha vuelto a evidenciar la pugna en el seno del Govern, que se libra ya a cara descubierta. Las relaciones entre ERC y JxCAT se han enturbiado todavía más este jueves en la cámara catalana por esta cuestión y la estabilidad de la legislatura está cada vez más amenazada. El pleno que tenía que celebrarse a las 12 horas ha sido suspendido por ahora y no se sabe si se va a reanudar durante este jueves.
Después de meses de negociaciones que han tenido al Parlament sin plenos durante más de 70 días, ERC y JxCAT encontraron una fórmula para acatar la suspensión de Llarena a los diputados procesados por rebelión. El acuerdo implicaba una votación en el pleno en la que se rechazaba esa suspensión –una declaración política, de cara a la galería– y a la vez otra en la que se ofrecía a los diputados afectados que "designaran sus derechos parlamentarios" en un compañero de su grupo parlamentario hasta que el Tribunal Supremo no resuelva los recursos contra estos diputados. Se encuentran en esta situación Carles Puigdemont, Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva y Jordi Sánchez.
El acuerdo que tantos meses costó de bastir ha saltado por los aires este jueves por una cuestión que puede parecer menor, pero que en el fondo denota las zancadillas que se ponen entre ellos los dos partidos del Govern. Las relaciones están muy tensas y el enfado en ERC, que ya se evidenció el martes tras el ultimátum de Torra a Sánchez, era este jueves aún más notable.
Reunión de urgencia
Los cuatro diputados suspendidos de JxCAT se han negado a remitir un escrito en el que eligen a quién designan para sus votos, algo que sí han hecho Romeva y Junqueras, los diputados de ERC. En JxCAT consideran que no es necesaria esa designación ad hoc y su portavoz, Albert Batet, ha presentado un escrito a la Mesa en el que dice que él votará por los cuatro diputados suspendidos de su partido, remitiéndose a la delegación que hicieron estos diputados en mayo antes de ser suspendidos por Llarena. El presidente del Parlament, Roger Torrent, considera que deben ser los diputados suspendidos quienes reclamen esta designación por escrito y no Albert Batet.
La falta de acuerdo entre ambas formaciones ha obligado a suspender el pleno de esta mañana, donde se tenían que votar las propuestas de resolución tras dos días de debate de política general en la cámara catalana. Sobre las 13 horas, Torrent ha puesto un ultimátum de una hora a JxCAT para que decidiera si presentaba las delegaciones de forma individual. Acto seguido ha habido una reunión de urgencia en el despacho en el Parlament del president de la Generalitat, Quim Torra, en la que también estaba Torrent, el vicepresidente Pere Aragonès y Sergi Sabrià (ERC) así como Elsa Artadi y Josep Pujol (JxCAT). La Mesa se volverá a reunir a las 14 horas para, en principio, tomar una decisión final.
Desde ERC señalan que JxCAT ha roto el acuerdo de forma inesperada tras haber negociado durante meses y argumentan que la intención de los postconvergentes es hacer incurrir a Torrent en alguna ilegalidad que lo pueda inhabilitar, ante la falta de cabezas visibles que tienen los republicanos tras el encarcelamiento de Junqueras y la huida de su secretaria general, Marta Rovira.
Algunas fuentes del partido ponían en entredicho la legislatura actual, mientras que otras no escondían el enfado pero rechazaban la convocatoria anticipada de elecciones. Con todo, el president Quim Torra no podría convocar comicios hasta el 27 de octubre, cuando se cumpla un año de la anterior disolución de la cámara catalana.