La lava llega al mar tras diez días de erupción volcánica en La Palma
El material magmático forma en el mar una especie de pirámide de 50 metros y provoca intensas columnas de humo. Se mantiene la alerta ante la posible emanación de gases tóxicos.
Tras diez días de erupción la lava ha llegado ya al mar en la isla de La Palma. Lo ha hecho poco antes de las 23:00 (hora local) de este martes por una zona de acantilados de más de cien metros en el entorno de la playa de Los Guirres.
La lava ha ido cayendo de forma lenta y lo único que se ha podido ver a lo lejos son piedras candentes que caen al mar, según la retransmisión de la Televisión Canaria, que ha captado el momento desde un barco, y las imágenes facilitadas desde el buque del Instituto Español de Oceanografía Ramón Margalef.
Se mantiene el perímetro de exclusión marítima de dos millas náuticas y de dos kilómetros por tierra. Además, las autoridades han iniciado la habilitación de dos caminos vecinales para poder acceder a la zona suroeste de la isla, después de que el avance de las coladas de lava destruyese una de las principales vías de comunicación.
Intensas columnas de humo
Al comienzo, la oscuridad de la noche no permitía ver las intensas columnas de vapor de agua que se han formado por el choque térmico de la lava –a unos 1.000º– con el mar –a unos 20º. Sí era notable desde el principio un humo negro, que forma parte del proceso que se produce cuando la lava cae al mar y que debido a los vientos está entrando en tierra.
Precisamente, la principal preocupación se corresponden con la sustancias nocivas que pueden desprenderse de unos gases que a su vez pueden resultar tóxicos para los ojos, los pulmones y la piel. Todas las alertas pasan también por la posibilidad de que se registren explosiones por dicha reacción hidrotérmica y química.
No obstante, el riesgo de toxicidad se ha minimizado en gran medida, puesto que esta afectaría a un radio previamente asegurado de dos kilómetros y se ha pedido a la población de Tazacorte que cierre puertas y ventanas.
Material magmático acumulado en el mar
Debido a la poca profundidad del mar en esa zona, el material magmático ha formado una especie de pirámide de más de 50 metros de altura, según ha informado el Instituto Español de Oceanografía tras la primera hora y media desde el primer contacto.
Según ha señalado el oceanógrafo Eugenio Fraile a la Televisión Canaria, se ha formado una pirámide perfecta dorada rodeada de nubes blancas que contienen gases pero que se diluyen rápidamente.
Tras un parón inicial al comienzo de la semana en la erupción volcánica, este martes se ha producido de forma más agresiva y ha provocado el aumento de la tensión a pocas horas de su llegada al mar. El magma, según han explicado los especialistas, ha emergido de zonas más profundas. Esto ha provocado que la lava expulsada sea más calienta y, por lo tanto, que se desplace con mayor rapidez, especialmente en los últimos metros.
Los vulcanólogos han advertido estos días a la población de que no se acerque al río de lava cuando entre en contacto con el agua del mar porque pueden producirse nuevas explosiones y también intensificarse el humo que lleva sustancias tóxicas para los ojos, los pulmones y la piel.
No obstante, han aclarado que la afección se produce dentro de la zona de exclusión de dos kilómetros y los cuatro núcleos poblacionales más cercanos están confinados.
Durante la noche el Cabildo de La Palma ha aclarado en su cuenta de Twitter que el recorrido de la colada no ha provocado ninguna pérdida personal. A su vez ha incidido en la necesidad de seguir las recomendaciones y respetar el confinamiento en las zonas próximas.
Las autoridades recomiendan permanecer al menos a 3,5 kilómetros de la zona y advierten de esas nubes blancas de vapor de agua, pero que también contienen gases nocivos para la salud.
A lo largo de este martes La Palma había registrado un total de 29 terremotos en diferentes puntos, desde Villa de Mazo a Fuencaliente y El Paso, con intensidades que han ido desde los 2 a los 3,3 punto de magnitud en la escala Richter.
La Palma, zona catastrófica
En su camino al mar, la lava ha atravesado este martes una zona de plataneras y ha quemado plásticos de invernaderos y fertilizantes que han provocado la formación de una nube tóxica.
El director técnico del Plan de Emergencia de Canarias (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha informado de que en la nube tóxica había amoniaco y tricloruro de boro, entre otros componentes que han sido analizados por la Unidad Militar de Emergencias (UME). Este riesgo ha obligado a evacuar a las personas que estaban en las inmediaciones que habían sido autorizadas a retirar enseres y productos perecederos.
Los daños causados por el volcán van en aumento: hasta el momento, la lava ha cubierto 258 hectáreas y ha afectado a 686 edificaciones, de las cuales 589 están destruidas, según el último recuento del sistema europeo de observación terrestre Copernicus, mientras que el número de personas evacuadas de sus casas se sitúa en unas 6.000.
Ante esta situación, el Gobierno español ha declarado La Palma zona catastrófica y ha aprobado ayudas por valor de 10,5 millones de euros, de los que 5,5 millones irán destinados a la compra de 107 viviendas y el resto a la adquisición de enseres de primera necesidad.