La ONU pide el final del embargo sobre Cuba (por 26ª vez)
Estados Unidos e Israel han votado en contra de la moción.
La Asamblea General de la ONU ha pedido este miércoles, por 26ª vez, el fin del embargo estadounidense contra Cuba, aprobando una resolución apoyada por 191 Estados miembros y con los únicos votos en contra de Estados Unidos e Israel.
Hace un año, el texto había salido adelante por primera vez sin oposición, pues esos dos países decidieron abstenerse en medio del acercamiento con La Habana impulsado por la Administración de Barack Obama.
Hoy, sin embargo, el Gobierno del actual presidente de EEUU, Donald Trump -y con él sus socios israelíes-, ha optado por votar en contra como parte del "nuevo enfoque" de su política hacia la isla.
Para Estados Unidos, la votación es un "teatro político"
Trump, que apoya la continuidad del embargo, quiere "un mayor énfasis al impulso de los derechos humanos y la democracia" y ha condicionado a cambios en esas áreas el fin de las sanciones.
La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Nikki Haley, ha defendido esa postura y se ha referido a la votación de la Asamblea General como un "teatro político" impulsado por Cuba. Haley, además, ha restado importancia al hecho de que la resolución cuente con el apoyo de prácticamente todos los miembros de la ONU.
"Mientras el pueblo cubano siga privado de sus derechos humanos y libertades fundamentales, mientras los beneficios del comercio con Cuba apoyen al régimen dictatorial responsable de negar esos derechos, EEUU no tendrá miedo al aislamiento", ha asegurado.
Pidiendo lo mismo desde 1992...
La Asamblea General de la ONU lleva desde 1992 exigiendo cada año el fin del embargo, siempre con un respaldo abrumador de los Estados miembros. Ese amplio consenso ha vuelto a darse este miércoles, con distintos grupos y organizaciones regionales dejando claras antes de la votación sus críticas a la política unilateral de EEUU.
Muchos de ellos, además, lamentaron la nueva estrategia hacia Cuba impulsada por Trump y su endurecimiento del llamado bloqueo a la isla, en contraste con el mensaje lanzado hace un año por Obama.
El embargo está en manos del Congreso estadounidense, al que Obama pidió sin éxito su derogación, pero el presidente tiene una amplia capacidad para determinar su grado de aplicación a través de sus poderes ejecutivos.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, se mostró muy crítico con la postura de Trump y subrayó que el presidente estadounidense "no tiene la menor autoridad mora para criticar a Cuba".