La "impopular" forma de Nicole Kidman de educar a sus hijas pequeñas
Faith y Sunday tienen 8 y 10 años, respectivamente.
A los 51 años, Nicole Kidman busca sosiego en su vida. Sin dejar su trabajo de lado –en menos de dos meses, HBO estrena la segunda temporada de Big Little Lies, de la que es protagonista–, se refugia en Nashville, Estados Unidos, con sus pareja, el músico Keith Urban, y sus dos hijas en común, Sunday, de años, y Faith, de 10.
En la capital del estado de Tennessee dice que encuentra “total privacidad”, un ambiente que le permite disfrutar de su vida familiar. Lleva casada con Urban 13 años, un éxito que, confiesa, se sostiene por la simplicidad. Cualidad que no demuestra en su papel de madre, según cuenta en una entrevista a la edición estadounidense de la revista Vanity Fair.
La actriz asegura que la forma de educar a sus hijas puede ser tachada de “impopular”. No tienen teléfono móvil ni les permite tener Instagram, cuenta Kidman: “Trato de mantener algún tipo de límite”.
Sus hijas sienten ya pasión por la música. La pequeña Faith toca el violín y Sunday, además de tocar el piano, siente cierta inclinación por el trabajo de su madre. A pesar de ello, la pareja no quiere presionarlas para que sigan sus pasos.
“En realidad, me he dado cuenta de que no puedes hacer que los niños se metan en nada. Puedes presionarlos un poco, pero la motivación es difícil”, explica la ganadora de un Oscar, cuatro Globos de Oro y un Bafta.
Kidman tiene otros dos hijos con Tom Cruise. Bella, de 26 años, está casada y hace unos meses se metió de lleno en la industria de la moda con el lanzamiento de su propia línea de camisetas, BKC (Bella Kidman Cruise). Y Connor, de 24 años, que está buscando su espacio en el mundo de la música. “Ambos tiene acento británico desde que son pequeños”, explica la actriz.