La guerra de Ucrania, contada día por día
Camino de la tercera semana, la invasión rusa sobre Ucrania se frena en su avance pero amplifica su rastro de destrucción. Así ha evolucionado el conflicto.
La guerra se cronifica. Camino de la tercera semana de invasión rusa sobre Ucrania, el conflicto ha entrado en una fase más lenta y cruel que, por ahora, no encuentra solución. No hay acuerdo diplomático para un alto el fuego ni para la evacuación ordenada de las poblaciones más heridas.
Pasan los días y crece el balance de víctimas, destrucción y refugiados que está dejando un conflicto aún lejos de su resolución. Europa y el mundo se preparan para lo peor, como expresa Emmanuel Macron. Mientras los bandos pelean también en la guerra del relato de soldados y civiles muertos —que se cuentan por miles—, se acercan a tres millones quienes han tenido que dejar sus hogares camino de una nueva vida lejos de la guerra.
Cada día, desde El HuffPost te estamos contando la evolución de un conflicto, que se dirime sobre el territorio ucraniano pero también en el tablero internacional, con el mundo aislando a Putin y su régimen entre innumerables sanciones.
Jueves 24 de febrero, día 1: Putin da el paso y ordena invadir Ucrania
Pasan las cuatro de la mañana cuando el líder ruso anuncia la inmediata “operación militar especial” para lo que defiende como “desnazificar” Ucrania. Las amenazas y los temores de las semanas anteriores cristalizan en la invasión del territorio ucraniano a través de tres frentes: Bielorrusia al norte, el Donbás al este y Crimea por el sur, desde donde se desencadenan combates y bombardeos en una decena de territorios, entre ellos Kiev, Donetsk, Odesa, Slovianks o Lutsk.
Los primeros balances oficiales ya hablan de centenares de muertos. Es solo el comienzo.
Viernes 25 de febrero, día 2: Kiev centraliza la batalla y Putin llama a un golpe de estado contra Zelenski
El objetivo número 1 es Volodimir Zelenski, presidente ucraniano, que comienza a tomar un protagonismo de icono. Representa la resistencia de Ucrania contra la invasión. Putin quiere su cabeza a cualquier precio y llama públicamente al ejército ucraniano a dar un golpe de estado contra él para poder “negociar mejor”.
Más allá de la campaña contra el líder nacional, el foco militar se sitúa sobre Kiev, la capital, que tropas rusas ya empiezan a cercar. La vis diplomática se abre con la apuesta por la ‘vía bielorrusa’, mientras el mundo occidental comienza a endurecer sus sanciones contra Putin y Moscú.
Sábado 26, día 3: Ucrania resiste el pulso de Rusia tras tres días de invasión
Más allá de la capital, el conflicto se expande por el norte, sur y este del país, con fuerte oposición local pese a la absoluta inferioridad ucraniana ante el inmenso despliegue de tropas rusas. Las cosas se complican en el intento de ‘guerra relámpago’ planteada por Putin.
Kiev se encierra bajo un toque de queda general para todo el fin de semana, aunque fuera de la capital se cuentan por cientos de miles ya los refugiados que han tenido que dejar el país.
Domingo 27, día 4: la esperanza puesta en Bielorrusia mientras Putin tira de la amenaza nuclear
A nivel diplomático se ofrece Bielorrusia para mediar. Kiev inicialmente las rechaza por su cercanía a Putin, pero acepta: habrá reunión el lunes.
Casi a la par, Putin ordena estar en alerta a las fuerzas de disuasión nuclear. La mera formulación de este aviso inquieta a todo el mundo. La UE se mueve, sopesa aplicar una acogida ilimitada de refugiados ucranianos y enviar armamento letal con una partida de fondos comunitaria.
Lunes 28, día 5: comienzan las negociaciones diplomáticas con “pequeños avances”
Es la primera oportunidad a la diplomacia desde que comenzó la guerra. Putin y Macron hablan sin demasiado éxito, como tampoco lo hay tras el encuentro entre las dos delegaciones en Gomel (Bielorrusia). Ucrania habla, eso sí, de “pequeños avances”. El principio de algo que no encuentra concreción aún.
Siguen cayendo las bombas, subiendo los muertos y multiplicándose los frentes, en más de una decena de ciudades. También aumentan las sanciones, económicas, deportivas y culturales contra Rusia, mientras Zelenski lanza la candidatura oficial de Ucrania a ser miembro de la UE. Un camino muy largo que encuentra una primera respuesta favorable en Bruselas y Estrasburgo.
Martes 1 de marzo, día 6: Rusia se lanza contra objetivos civiles
A Putin no le salen las cuentas en su ofensiva. Los frentes militares avanzan lentamente en Kiev y Járkov, donde se viven nuevos bombardeos indiscriminados contra objetivos civiles, causando muertes en la población civil. Moscú se ve obligada a cambiar la estrategia.
A kilómetros de Kiev se espera la llegada de un interminable convoy de tanques y tropas rusas. Su llegada sería fatal para el futuro de la capital ucraniana, pero comienzan a aparecer las primeras emboscadas y dificultades en su camino.
Miércoles 2 de marzo, día 7: las víctimas se cuentan por miles pese a la pelea por el ‘relato’
La guerra cumple una semana. Moscú da, por primera vez, cifras de sus caídos. Reconoce 498 soldados muertos y 1.597 heridos, aunque desde Kiev le restan credibilidad y hablan de miles de rusos abatidos, además de 2.000 civiles asesinados.
La ofensiva contra Jersón parece dar una victoria rusa inminente, ya con Mariúpol entre ceja y ceja para asegurar un ‘pasillo militar’ entre Crimea y el Donbás
El miércoles deja también un paso llamativo en España: se decide el envío de armamento letal a Ucrania, ya no solo ayuda humanitaria.
Jueves 3 de marzo, día 8: Ucrania y Rusia acuerdan proteger a los civiles, pero ni se callan las bombas ni se calla Putin
La segunda reunión diplomática da algunos frutos. Hay un pacto para crear corredores humanitarios, aún por definir. Las partes se emplazan a seguir negociando, siempre en Bielorrusia, terreno elegido por Moscú y aceptado por Kiev.
Pero la vía humanitaria lo tiene difícil entre el incesante ruido de bombas, en Kiev, Járkov o Jersón, que pasa a manos rusas y se convierte en la primera gran ‘conquista’... y el no menos incesante ruido de amenazas de Putin. Macron revela, tras hablar con él, que “lo peor está por llegar”.
El drama humano alcanza la dolorosa cifra de un millón de refugiados.
Viernes 4 de marzo, día 9: el día en el que la amenaza nuclear rusa dejó de ser solo una amenaza verbal
Putin llevaba semanas jugando el ‘comodín’ nuclear, sabedor de su poder nacional. Pero este viernes se pasa de las palabras a los hechos, con el artaque ruso a la central de Zaporiyia, la más grande de Europa, de la que resulta un incendio. El fuego quedó en nada, pero tuvo en vilo al mundo (mucho más allá de Ucrania) ante un posible efecto en el interior del recinto. La palabra ‘Chernóbil’ se repite constantemente.
Zelenski levanta la voz para pedir el cierre del cielo ucraniano, pero la OTAN da su primer no, mientras su gobierno clama por una mediación internacional en el conflicto.
Sábado 5 de marzo, día 10: fracasan los primeros intentos de alto el fuego
La mañana amanece con una noticia esperanzadora. Hay un acuerdo para que la población civil sea evacuada en Mariúpol y Volnovaja bajo un armisticio. La ilusión dura poco, los bombardeos se retoman poco después, entre reproches mutuos por violar el alto el fuego.
Se empieza a abrir otro intento diplomático, una reunión entre gobiernos en Turquía, terreno neutral, al menos más que Bielorrusia.
Domingo 6 de marzo, día 11: segundo intento humanitario, segundo fracaso
La historia se repite, de nuevo en los mismos escenarios. El asedio, especialmente en Mariúpol, se mantiene, impidiendo la liberación de civiles. La situación humanitaria en esta localidad, al sur del país, comienza a ser insostenible.
Putin reconoce abiertamente a Macron que no renuncia a la guerra para lograr sus objetivos (aquello de “desnazificar Ucrania”)... aunque se avanza algo en la opción de una mediación de Turquía.
Lunes 7 de marzo, día 12: Ucrania habla de “avances” humanitarios, pese a todo
Nueva reunión entre delegaciones. El bando ucraniano reconoce “pequeños pasos positivos” en la gestión de corredores humanitarios seguros, aunque Rusia frena los ánimos: es “demasiado pronto” para hablar en términos tan positivos.
Fuera de la mesa negociadora, la situación es muy distinta. Moscú ‘ofrece’ una paz con condiciones; imposiciones para renunciar a territorios como Lugansk, Donetsk y Crimea. Ante el ‘no’ de Zelenski, los ataques siguen.
Martes 8 de marzo, día 13: EEUU veta petróleo y gas rusos, la “arteria económica” de Putin y le obliga a responder a la desesperada
EEUU insiste en que no va a poner tropas en Ucrania, pero sigue haciendo su particular guerra contra Putin dándole donde más le duele: prohíbe la importación de gas, petróleo y carbón rusos, un veto al que se suma parcialmente Reino Unido y al que se sumaría, si pudiera, la UE, que por ahora trabaja en reducir su dependencia energética de Moscú. A Putin le toca responder con prisas, anunciado la prohibición de las exportaciones de una serie de productos.
En Mariúpol ya se habla de “apocalipsis”. Las tropas bombardean y cortan el flujo de suministros esenciales. Es un punto crucial en los planes de Putin y los ataques no cesan. El drama de esta ciudad se extiende a todo el país: ya son más de dos millones los refugiados por la guerra. Zelenski da cuenta de esto y de la resistencia nacional en una ovacionada intervención en el Parlamento británico.
Miércoles 9 de marzo, día 14: Rusia ataca al enemigo más débil y bombardea un hospital en Mariúpol a la espera de su gran ofensiva
No hay disimulo. Moscú hace presa del rival más fácil de dañar, la población civil, con bombardeos como el que destroza el hospital materno infantil de Mariúpol el día que la guerra cumple dos semanas.
El conflicto se ralentiza en Kiev, Járkov y otros puntos, pero el daño humanitario se eleva, los refugiados siguen saliendo a decenas de miles y preocupa Chernóbil. La planta se ha quedado sin suministro eléctrico, aunque persiste con generadores.
Jueves 10 de marzo, día 15: Macron confiesa ser “pesimista” y tiene motivos; la diplomacia vuelve a fallar
La esperada reunión en Turquía entre los dos ministros de Exteriores resulta en nada. No hay pacto ni siquiera en lo básico: evacuar a la población asfixiada en Mariúpol. Se retomarán las conversaciones, pero a través de las delegaciones.
Emmanuel Macron recibe a los líderes europeos y les transmite sus sensaciones. Se confiesa “preocupado y pesimista”, especialmente tras sus conversaciones con Putin. Pide a Europa prepararse para todo y eso incluye lo peor.
Viernes 11 de marzo, día 16: Rusia abre nuevos frentes aéreos y roza el territorio OTAN
La última ofensiva de Moscú, contra territorios cercanos a las fronteras de Rumanía y Polonia (miembros de la OTAN y la UE) eleva los riesgos internacionales del conflicto. Las localidades de Lutsk e Ivano-Frankivsk, además de la céntrica Dnipro, sufren bombardeos en instalaciones militares y civiles.
Putin, por su parte, vende ciertos “avances” hacia la paz gracias a lo que él considera el buen transcurrir de las negociaciones diplomáticas. Nadie comparte su positiva visión y Ucrania niega la mayor: no hay motivos para ver esos pasos adelante.
EEUU avanza en sus sanciones a los productos rusos y restringe las relaciones comerciales con Rusia, unas medidas a las que se suman la UE y el G7.
Sábado 12 de marzo, día 17: Putin eleva su amenaza contra los socios de Ucrania y ultima su gran ofensiva sobre Kiev
El líder ruso le dice a Macron y Scholz que no va a parar la guerra y que no hay nada de alto el fuego. Poco antes, un miembro de su gabinete advertía a EEUU y el resto de ‘amigos’ de Ucrania al anunciar como “objetivo legítimo” todo convoy con ayuda militar.
El conflicto está en compás de espera a que Rusia se decida a ir a por Kiev, que se prepara ante un posible asedio. El bombardeo sigue contra objetivos civiles al sur, en Mariúpol y Mikolaiv.