La gran revolución de Mercadona
La cadena de supermercados que dirige Juan Roig emprende un proceso de renovación de sus más de 1.600 tiendas en España. Este año más de 400 locales pasarán por el taller.
Uno de cada cuatro euros que gastan los consumidores españoles en supermercados acaban dentro de una caja de Mercadona. El liderazgo de esta cadena en el sector de la distribución es indiscutible, similar al poderío que tienen empresas como el banco CaixaBank en las cuentas corrientes y la compañía telefónica Movistar en las líneas de móviles.
Ese liderazgo, conseguido mediante una estrategia de expansión geográfica lenta pero continuada, no está asegurado a prueba de bombas. Por ello, la innovación siempre ha sido un distintivo de la cadena que preside Juan Roig. “Innovar es estar pensando constantemente en El Jefe [como llaman a los clientes en Mercadona] para ofrecerle soluciones a sus necesidades que les añadan valor”, señalan en la página web.
En el improbable caso de que un cliente lleve dos años sin entrar en una tienda de Mercadona, seguro que se sorprenderá al entrar de nuevo: los pasillos, las secciones, las cajas y hasta los carritos han cambiado. La cadena está invirtiendo la nada desdeñable cifra de 8.500 millones de euros entre 2018 y 2023 para renovar los más de 1.600 supermercados que tiene en España. Solo este año 400 locales pasarán por el taller. “Nos habíamos quedado obsoletos en el modelo de tienda”, confesó el propio Juan Roig en la presentación de resultados anuales, según recogía la crónica del periódico ABC de marzo de 2018.
El nuevo formato de los supermercados se estrenó en diciembre de 2016 con la inauguración de dos tiendas situadas en el Puerto de Sagunto (Valencia) y en Peligros (Granada). “Supone una renovación del diseño de tiendas por ambientes iniciado en el año 2000, y con él se mejoran la distribución, la decoración y la disposición de las secciones”, cuentan fuentes de Mercadona.
Este nuevo diseño supone cambiar aquel con el que se dio a conocer a muchos españoles —cuando se puso en marcha en el 2000 solo había 500 tiendas— y que ha acompañado a la cadena durante cerca de dos décadas.
“Lo más visible del nuevo diseño [el de los 2000, ahora reemplazado] de los supermercados fue la ambientación con los colores más adecuados para la sección: azul para el pescado, verde para las frutas y hortalizas, granate para la carne, amarillo para el horno, etcétera. El ambiente se iluminó con más neones blancos, los pasillos se ensancharon como si de un hipermercado se tratase, y las neveras y los congeladores se alejaron de las entradas”, contaba el periodista Javier Alfonso, actual director de Valencia Plaza, en su libro Historia de un éxito: Mercadona.
Las nuevas tiendas son más espaciosas, con un acceso más cómodo desde la calle —la entrada está acristalada para permitir la entrada de luz natural— y pasillos más amplios. “Se trata de un diseño que renueva totalmente los supermercados, con nuevos colores y materiales, tanto en la fachada exterior como en el interior, apostando por amplios espacios diáfanos que facilitan la entrada de luz natural y colores cálidos para delimitar las diferentes secciones, al tiempo que cuenta con instalaciones más ecoeficientes, con un ahorro energético de hasta el 40% respecto a una tienda tradicional”, explican desde Mercadona.
400 tiendas con el nuevo modelo y 390 en camino
El reto de implantar este Nuevo modelo de tienda eficiente no residía en los locales que se inauguraban, sino en reconvertir los viejos supermercados que la cadena ya tenía abiertos. Poco a poco esta renovación se ha ido extendiendo a largo y ancho de España. Tras reformar 125 establecimientos antiguos en 2017 y otros 315 en 2018, la cadena contaba en total con 400 tiendas con el nuevo modelo implementado a finales del año pasado.
Los planes para este año pasan por la renovación de otro tercio de los locales. “A lo largo de 2019, uno de los objetivos es continuar con este proyecto reformando otros 390 supermercados”, apuntan desde Mercadona. El calendario está repleto de días marcados en rojo, las reaperturas se acumulan incluso en pleno mes de agosto: el 2 se abrieron de nuevo las puertas de una tienda en San Fernando de Henares, el 6 en León, el 7 en Valladolid, el 8 Móstoles, el 13 en Basauri, el 27 en Albacete, el 30 en Ciudad Real... Y así sin parar. Este lunes 9 de septiembre abrirá un nuevo supermercado en el centro comercial On Plaza, en Torrejón de Ardoz, en Madrid.
Las nuevas tiendas cuentan con importantes novedades respecto a sus locales tradicionales como la incorporación de muebles específicos dedicados al sushi, la leche fresca y los zumos refrigerados, que hace 20 años tenían un consumo muy inferior. Además, los clientes podrán disfrutar de jamón al corte en la sección de charcutería o un nuevo punto de acabado en la de carnicería. “Mercadona ha pasado de tener toda la carne en bandejas a un servicio complementario con este punto de acabado donde poder terminar las piezas de carne al gusto del jefe, con el corte y acabado que desee sin coste adicional”, afirman desde la empresa.
La sección de frutería también ha ampliado sus pasillos hasta alcanzar una longitud de 7,5 metros. Aquí se implementaron hace dos años unas máquinas de autoelaboración de zumo, similares a las que existen en las cafeterías. “Este nuevo servicio supuso una inversión de más de 20 millones en concepto de desarrollo e innovación y formación de los trabajadores y nos permite vender más de 150.000 kilos al día de un tipo de naranja que anteriormente tenía difícil salida al mercado por su aspecto o menor calibre”, apuntan desde Mercadona.
Mejoras para los trabajadores y para el medio ambiente
Esta renovación también incluye medidas para facilitar la labor de los trabajadores como la implantación de nuevos dispositivos electrónicos para simplificar los procesos o la adaptación de las cajas para mejorar la ergonomía y eliminar sobreesfuerzos. Por ejemplo, el cajero ya no tendrá que girarse, ya que la caja está situada entre él y el cliente. También se ha renovado la zona de descanso, así como se ha ampliado el interior de la sección de horno o se ha instalado un nuevo carro para sacar hielo en la pescadería.
El nuevo modelo tiene un menor impacto medioambiental, ya que reduce el consumo energético hasta un 40% respecto a una tienda convencional. Entre las medidas en este sentido se encuentra la mejora del aislamiento térmico y acústico de la envolvente de la tienda y la implementación de iluminación mediante tecnología led. Lo más visible para los clientes es que todos los muebles de congelado del supermercado cuentan con puertas para evitar la pérdida de frío.
Frescos Global: otra renovación más
Mercadona también cuenta con un segundo proyecto de renovación llamado Frescos Global que supone un refuerzo de las secciones de frescos, que siempre han sido la parte más débil de los supermercados, ya que muchos consumidores optan por comprar estos alimentos en otras tiendas. El objetivo es ofrecer nuevas alternativas a las necesidades de los clientes e incrementar la calidad del surtido de frescos.
La compañía ha invertido 230 millones durante 2018 para incorporar Frescos Global a sus supermercados, que implica reformas en las secciones de horno, pescadería, frutería, carnicería y charcutería. “Los supermercados que tienen implantado Frescos Global han incrementado 6 puntos de venta en frescos respecto al resto de la cadena”, señalan.
A finales del año pasado ya había 660 tiendas adaptadas. “Algunas tiendas tienen implantado Frescos Global, pero no tienen todavía el Nuevo Modelo de Tienda Eficiente. Eso sí, todas las tiendas con este nuevo modelo tienen implantadas las nuevas secciones de fresco”, explican.
Listo para comer, una de sus últimas novedades
La renovación del diseño de las tiendas y la apuesta por los frescos no son las únicas novedades de la cadena de supermercados para adaptarse a las demandas de los consumidores. Después de la implantación del zumo de naranja recién exprimido y del jamón cortado a cuchillo, Mercadona ha puesto en marcha una sección llamada Listo para comer, en la que ofrecen comida casera para llevar, ante el aumento de demanda de estos productos. Los clientes pueden adquirir una treintena de platos como paella, fideuá, pollo asado, alitas de pollo, patatas fritas, croquetas, albóndigas o tortilla de patatas a un precio de 3,5 euros.
Esta sección nació el pasado mes de septiembre como un experimento piloto en una tienda en Burjassot (Valencia). Tras el éxito cosechado allí y una primera expansión a 10 tiendas de la provincia valenciana, la cadena ha anunciado la futura implantación de Listo para comer en los 1.636 supermercados de esta cadena en España —cifra a cierre de 2018— y a las 10 que habrá antes de finales de año en Portugal —donde ha aterrizado en julio—. Todas las tiendas que están renovándose actualmente incorporan esta sección, explican fuentes de Mercadona.
El futuro pasa por internet
Además de renovar las tiendas y de comenzar su expansión en Portugal, Mercadona abrió en mayo de 2018 un centro logístico para atender los pedidos por internet, llamado colmena, en Valencia y un mes más tarde otro en Barcelona. A finales de este año, la compañía tiene previsto abrir un tercero en Getafe para servir los pedidos que se hagan desde Madrid.
La página para comprar en internet también se ha renovado, aunque de momento solo está disponible para los clientes de ciertos códigos postales de Valencia y Barcelona. “Nuestra actual web es una mierda”, confesó el propio Roig cuando reconoció que era necesario adaptarse.
Todos estos cambios tienen un objetivo claro: mantener el liderazgo y prepararse lo mejor posible para la gran batalla que será la irrupción de rivales como Amazon en un sector en el que todavía solo ha llevado a cabo pequeñas incursiones.