La frase profética de Hugh Hefner que mejor le define
Y que todos querríamos para nosotros mismos.
Hugh Hefner, el mediático y carismático fundador de la revista (y, por ende, de la mansión) Playboy, ha fallecido el 28 de septiembre. Ha vivido 91 intensos años en los que ha hecho prácticamente de todo y ha transgredido todas las fronteras; la última, la de la edad, puesto que no dudaba en hacer planes, aparecer ante los medios y tener novias (varias a la vez) mucho más jóvenes que él sin presiones ni vergüenzas.
Para empezar, montó una revista para cuya primera portada eligió nada menos que a Marilyn Monroe. También colocó en ella a la primera modelo afroamericana (Darine Stern, en 1971) o a una mujer empezando a masturbarse en un cine (Patricia Margot McClain, en 1975).
Hefner fue también un periodista y editor de raza: entrevistó a personajes como el fallecido líder cubano Fidel Castro; el presidente sandinista de Nicaragua, Daniel Ortega, durante su enfrentamiento con Ronald Reagan en 1983; o Martin Luther King después de recibir el Nobel de la Paz. También en Playboy publicó Gabriel García Márquez el cuento El ahogado más hermoso del mundo, en 1971, y Hunter Thompson avanzó en 1983 parte de su libro La maldición de Lono.
Vivió la vida como quiso: se casó tres veces, tuvo cuatro hijos, docenas de novias, miles de amantes, una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y una mansión a su imagen y semejanza. De ahí que hay una frase, que él mismo pronunció, que se ha convertido prácticamente en su epitafio. Una frase que ha tuiteado la propia revista Playboy y que no es extraño que triunfe junto a la foto de Hefner.
"La vida es demasiado corta como para vivir el sueño de otro". No hay duda de que él supo vivir el suyo propio.