La Fiscalía del Supremo estudiará la denuncia de familiares de las Trece Rosas a Ortega Smith
El secretario general de Vox las acusó de "torturar, violar y asesinar vilmente".
La Fiscalía General del Estado ha remitido a la del Tribunal Supremo la denuncia que presentaron familiares de las trece jóvenes fusiladas en Madrid el 5 de agosto de 1939, conocidas como las Trece Rosas, contra el secretario general de Vox, Javier Ortega Smith.
Lo hace en un escrito, adelantado por la Cadena Ser y al que ha tenido acceso Efe, en el que indica que es la Fiscalía del Tribunal Supremo quien tiene la competencia para el conocimiento de los hechos. Es decir, el alto tribunal es el órgano competente para investigar -si procede- a los aforados, condición que adquiriría Ortega Smith en el caso de volver a ser elegido diputado el próximo domingo.
En el documento, fechado el pasado 31 de octubre, también acuerda remitir a los fiscales del Supremo toda la documentación aportada por los denunciantes relativa a las declaraciones efectuadas por el secretario general de Vox en una entrevista en TVE y por la que fue denunciado por supuestos delitos de odio y atentado al honor por llamarlas asesinas.
“Cómo se ha mentido en la historia hablando de algunas que llamaban las Trece Rosas y resulta que lo que hacían era torturar, violar y asesinar vilmente... cometieron crímenes brutales en las checas...”, fue lo que dijo Ortega Smith y recoge la denuncia presentada por descendientes de las mujeres fusiladas y por la Asociación Centro Cultural Trece Rosas, en apoyo de otras entidades.
En la denuncia, consideran que Ortega Smith, también portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, pronunció “afrentas sobre las mujeres fusiladas en agosto de 1939” y piden a la Fiscalía que inicie las acciones penales pertinentes y que se exija una “rectificación pública”
Recuerdan que “las Trece Rosas fueron trece jóvenes mujeres fusiladas en Madrid cuando ya se había declarado el final de la guerra civil” después de que “todas ellas fueran detenidas entre los meses de abril y mayo de 1939 y se les abriera un consejo de guerra”.
“Eran militantes del Partido Comunista y de las Juventudes Socialistas Unificadas (menos una de ellas), razón por la que fueron detenidas” y -proseguía el texto- “nunca se les imputó delito alguno contra las personas”.