La final de 'Supervivientes' más desconcertante: ningún favorito entre los finalistas
Nacho Palau, Marta Peñate, Alejandro e Ignacio de Borbón son los candidatos a hacerse con los 200.000 euros del premio del concurso más famoso de Telecinco.
Finalmente Anabel Pantoja no pudo llegar a la etapa final y el pasado jueves fue expulsada de Honduras, dejando en las playas de la isla a los cuatro que se han proclamado, por méritos propios y de sus seguidores, finalistas de esta edición de Supervivientes.
Nacho Palau, Ignacio de Borbón, Marta Peñate y Alejandro llevan tres meses en la isla demostrando que están dispuestos a seguir luchando por coronarse ganadores del concurso, a pesar de las peleas entre ellos, del hambre y de la presión que pueden sentir desde fuera. Pues ese sueño puede hacerse realidad este jueves 28 de julio, en la gran final del concurso, una final que no cuenta con un claro favorito.
En la pasada edición, la de 2021, la gran mayoría de seguidores de Supervivientes tenían claro, a estas alturas, que el gran duelo final lo protagonizarían Melyssa y Gianmarco Onestini. Pero para sorpresa de todos, fue Olga Moreno la que finalmente recogió el cheque de manos de Jorge Pérez, el ganador de la edición de 2020.
El mediático guardia civil, por aquel entones una cara casi anónima, se ganó el apoyo del público el año anterior por su destreza física y emocional para sobrevivir en la isla, echando a un lado a dos sólidos rostros de la televisión: Ana María Aldón y Rocío Flores.
Este año, entre los finalistas, una vez eliminada Anabel, no hay ‘monstruos’ televisivos como tal que dominen el formato. El perfil de Nacho Palau, expareja de Miguel Bosé, responde a la curiosidad que despierta como personaje del corazón. Alejandro fue un polémico concursante del reality La isla de las tentaciones. A Marta Peñate se la puede considerar una profesional de los realities de Telecinco y un personaje creado por la factoría Mediaset. E Ignacio de Borbón, el descubrimiento de esta edición, es un modelo que despierta el morbo por estar emparentado con el rey Felipe VI.
Aunque lleva pasando desde el inicio del programa, en estas últimas semanas las redes sociales lo están dando todo a favor o en contra de los concursantes, pero no hay unanimidad en cuanto a un favorito. Todos son merecedores del premio, pero la última decisión la tiene el público. Y esto es lo que cada uno de ellos tiene a favor y en contra.
Marta Peñate
Ha vivido durante seis semanas aislada en Playa Parásito y ha conseguido la expulsión de todo el que por allí ha pasado para quitarle el sitio. Peñate ha tenido así su oportunidad de mostrar su fortaleza, sus ganas y su espíritu de supervivencia.
En contra, ha conseguido acabar con la paciencia de algunos compañeros y su sinceridad le ha creado algún que otro problema.
Nacho Palau
Tranquilo, reflexivo y racional, el escultor ha logrado enfocar el concurso como lo que es sin perder los papeles: una juego en el que hay que buscarse la vida para sobrevivir y hay que dar el todo en cada prueba.
En contra, su ansiedad a la hora de comer y cierto ‘egoismo’ han conseguido enfadar mucho a sus compañeros y los apoyos que había conseguido en el grupo al principio se han ido disolviendo —excepto el de Marta Peñate—.
Alejandro
En el grupo le han bautizado como ‘El Salvaje’: su potencia física, su ambición y sus habilidades le han convertido en el más admirado superviviente entre sus compañeros.
En contra: su mal carácter, su agresiva forma de expresarse y las peleas y expresiones machistas con su novia Tania —que fue expulsada hace ya varias semanas— le convirtieron en el centro de la polémica entre los seguidores del concurso.
Ignacio de Borbón
El más joven de los concursantes se ha hecho querer, por su timidez y discreción. Además, el primo del rey ha sorprendido a todos con la fortaleza que escondía tras su frágil apariencia y ha sido el concursante que más pruebas ha ganado en esta edición.
En contra, es el finalista que cuenta con menos apoyos entre sus compañeros. ¿El motivo? La ausencia de generosidad cuando de comida se trata, lo que hacía enfadar a sus compañeros; una fama que ya no le ha abandonado en todo el concurso.