La duquesa de Cambridge se clona a sí misma en Ascot
En su primer día en las carreras, la esposa del príncipe Guillermo llevó un vestido igual que el del año pasado y que además se transparentaba.
Empieza Ascot y empieza el desfile estilístico más loco del planeta. Pamelas, tocados y demás chismes para ¿decorar? cabezas podrán verse durante los próximos días en el célebre hipódromo británico. Pero siempre hay alguien que ayuda a sobrellevar las horteradas locuras que se ven entre caballos: la duquesa de Cambridge.
La esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra ha vuelto a triunfar en las carreras, y no precisamente porque haya ganado apostando. Kate destacó por volver a demostrar que la sencillez es el mejor conductor de la elegancia. Así, la duquesa lució para la ocasión un vestido de encaje blanco a media pierna con cuello cerrado y manga larga acompañado por unos zapatos de tacón en color crudo a juego con su bolso y un tocado blanco.
Un look perfecto... pero con dos fallos. El primero de ellos: que es exactamente igual (clavadito) al que llevó el año pasado: un vestido de encaje blanco a media pierna con cuello cerrado y manga larga con zapatos de tacón en color crudo a juego con su bolso y un tocado blanco. Igualito. También en el pelo, recogido en un gran moño, y los pendientes, de perlas y brillantes. El día que Kate se clonó a sí misma.
Eso sí: el de este año es de Alexander McQueen, su firma fetiche, mientras que el de 2016 lo firmaba Dolce&Gabbana. El precio también es similar: el de McQueen cuesta alrededor de 3.000 euros mientras que el de la casa italiana de 2016 costaba unos 2.900, aunque según otras fuentes habría superado los 6.000 euros. Y todo para tener dos vestidos clavaditos colgados en el armario...
El segundo problema de la duquesa está, de nuevo, en el vestido. En concreto en su color y tejido. Al ser de encaje blanco, y con la fuerte luz del sol, en ocasiones resultaba demasiado transparente. De hecho, algunos medios han comparado la falda con otra que llevó la princesa Diana a finales de los ochenta, con la que también se le veían completamente las piernas.
Para evitar fotos indeseadas, en la mayor parte de las imágenes se aprecia cómo Kate coloca su bolso de mano en la entrepierna. Si se transparenta algo, que no sea eso.,
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