"La diferencia es que yo ayudo a la gente y me cuesta dinero y él vive de eso"
El cara a cara entre Diego Cañamero y Cayetano Martínez de Irujo en 'Espejo Público'.
El programa Espejo Público, de Antena 3, ha propiciado este martes un curioso cara a cara: el que ha enfrentado a Diego Cañamero, diputado de Podemos y exportavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, con Cayetano Martínez de Irujo, quinto hijo de la fallecida duquesa de Alba.
"La diferencia es que cuando tú naciste, yo llevaba trabajando ya en el campo de sol a sol. Ganando 30 pesetas. Y tú naciste inmediatamente en lo alto de un caballo", comienza diciendo Cañamero, a lo que Martínez de Irujo replica: "No, no. Eso es un eslogan".
Pero Cañamero contraataca: "La diferencia social es que yo he visto a mi madre con ocho meses de embarazo cogiendo aceitunas. Nosotros hemos labrado los campos palmo a palmo. Lo que no es justo es que después de toda una vida trabajando esa tierra, ahora los jornaleros seamos expulsados y nos quieran meter como los indios en una reserva".
En ese punto, Martínez de Irujo subraya que la tierra que él ha heredado está llena "de casitas" que eran de trabajadores. "Mi padre daba un sobrecito, que yo espero poder hacerlo, a todos a final de campaña si había ido bien. Era una gran familia", asegura.
Cañamero afea en ese momento que en una de las fincas de Martínez de Irujo "no había ni una persona legalizada". "En una finca nuestra no creo que se haga nada ilegal porque no se ha hecho nunca porque estamos más vigilados que nadie", replica su interlocutor, que desde el plató asegura: "La diferencia entre Cañamero y yo es que yo ayudo a la gente y me cuesta dinero y él vive de eso".
"Pero dentro de eso, ha mejorado bastante su discurso. Porque ya no es la tierra para el que la trabaja ni eslóganes anticonstitucionales", continua Martínez de Irujo.
Al final de la conversación, Cañamero zanja: "Yo espero que tú te vayas reconvirtiendo, que esa mentalidad de lo que ha significado el caciquismo, la aristocracia... lo vayas abandonando y te vayas integrando en ese mundo que queremos construir".
"Ahí me has parecido un predicador. Yo no me tengo que reconvertir. Yo he nacido en un sitio. He nacido arriba, he bajado hasta abajo y he vuelto a subir. Osea que no me tengo que recinvertir de nada", finaliza Martínez de Irujo.