La debacle de los socialistas franceses zarandea las primarias del PSOE

Del Elíseo a (casi) la nada. Los socialistas franceses se hundieron este domingo en las elecciones, consiguiendo Benoît Hamon poco más del 6% de los votos. "El es el fin de una historia", reconocía este lunes el ex primer ministro Manuel Valls. Un partido quebrado, hundido en las urnas.

El PS, además, está digiriendo que los electores hayan castigado sus políticas pero hayan votado como primera opción a Emmanuel Macron, ex ministro de Economía del Gobierno socialista y un hombre criado políticamente a los pechos de François Hollande. Y asumiendo que se haya producido el sorpasso -más bien tsunami- de Jean-Luc Mélenchon, que triplica sus votos.

Lecciones, interpretaciones, análisis. Al sur de los Pirineos, los miembros del PSOE siguieron con especial atención la noche electoral en plena batalla por las primarias. Desde que se conocieron los primeros sondeos, candidatos y dirigentes intercambiaron impresiones con sus equipos. El socialismo español no paró de llamarse y mandarse whatsapps. Y sacaron diferentes lecturas sobre lo sucedido con Hamon, un candidato que se sitúa más a la izquierda del aparato del PS francés y que no contaba con el apoyo de los grandes popes del socialismo galo -que se habían volcado en sus primarias con Valls-.

Tanto Susana Díaz como Pedro Sánchez quisieron hacer un breve análisis en sus cuentas de Twitter el domingo por la noche. La presidenta de la Junta de Andalucía escribió que las elecciones francesas son una "demostración concluyente de que a los socialistas nos exigen alternativas solventes y para grandes mayorías". Para el madrileño, "si la socialdemocracia se desdibuja, los votantes nos abandonan. Solo desde la izquierda y con credibilidad seremos alternativa a la derecha". El tercer candidato en liza, Patxi López, ha esperado a este lunes: "Nos duele el resultado del PS. Pero tenemos que aprender: ni radicalismos estériles ni izquierda resignada".

"DEL DESDIBUJADO PS" A LA "DESLEALTAD" DE LA CÚPULA

Dentro de las diferencias entre países y entre los dos partidos, en la familia socialista se identifica más a Díaz dentro de un sector más parecido al de Valls, mientras que Sánchez estaría enmarcado en el estilo de Hamon. López juega a estar entre las dos opciones.

¿Qué lecciones saca el 'susanismo'? Un diputado que la apoya hace este análisis a El Huffington Post: "El debate en la socialdemocracia no es si hay que moverse más o menos a la izquierda, sino cómo elaborar un proyecto reformista, eso es lo relevante". Y pone el acento en que "los partidos que no defienden su gestión y su trayectoria se quedan sin discurso y desdibujados". "El PS no ha defendido a Hollande y se quedó sin discurso, sin credibilidad", subraya.

Esto conecta con el divorcio que se vivió entre Hollande y Hamon, que quiso distanciarse de las políticas del Elíseo y que, en su opinión, estaban más cercanas al liberalismo en lo económico y habían llevado a distanciarse de las clases populares durante su mandato. En España, la candidatura de Díaz está tirando, en cambio, de grandes referentes del partido como Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, José Bono y Alfonso Guerra, entre otros. Desde el 'susanismo' siempre se ha dicho que no querían ocultar a estas figuras y que había que reivindicar el legado de los gobiernos socialistas. En el 'susanismo' se reafirman viendo los resultados en su discurso de un PSOE ganador y en que una 'podemización' del PSOE lleva a confundir al electorado. En cambio, los partidarios de Sánchez critican esas fotos del establishment y comentan de manera constante que el aparato no termina de entender lo que piensan los militantes y los votantes.

En el 'sanchismo', según comenta un hombre cercano al ex secretario general, se cree que el PS llegaba ya tocado por el mandato de Hollande a las elecciones y que solo las primarias que ganó Hamon habían conseguido recuperar durante unos meses la intención de voto. "Los porcentajes de apoyo popular a Valls o candidatos ortodoxos en aquel momento eran también para echarse a llorar", explica.

Una de las cosas en las que pone énfasis el 'sanchismo' es en la "absoluta deslealtad" de buena parte de la cúpula del socialismo francés, llegando incluso algunos a apoyar públicamente Macron. Por lo tanto, el PS llegaba "abierto en canal" y "el resultado es una suerte de profecía autocumplida por parte de los popes del partido". Esto recuerda, añade a lo que pasa en España, una actitud de "me das el balón o lo pincho y digo que es culpa tuya que no podamos jugar". Asimismo, los 'sanchistas' critican el "entusiasmo" de algunos "históricos del socialismo español con Macron", que estaría más identificado con Ciudadanos. "Habla mucho del desnorte ideológico que manejan", añade. Y lamentan que se reivindique su figura, cuando dejó en la estacada al socialismo francés en su momento más duro.

Lecturas, interpretaciones, análisis. Y en menos de un mes los militantes socialistas hablarán.