La Cumbre del Clima, una oportunidad para el futuro de los pueblos
Tenemos ante nosotros un desafío que, de no acometerse, tendrá consecuencias ambientales, económicas y sociales para el planeta.
La Cumbre del Clima que acoge Madrid hasta el próximo día 13 de diciembre es una oportunidad extraordinaria para canalizar la exigencia de una acción coordinada y contundente de los gobiernos del mundo contra la crisis climática.
Una ocasión para reforzar el compromiso de todos con un nuevo modo de consumir; para que las empresas e instituciones tomen conciencia de la amenaza del modelo intensivo de explotación de los recursos y exploren uno nuevo basado en la sostenibilidad, y para desarrollar una estrategia de cambio climático que conecte con la Agenda 2030 y el cumplimiento de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible promovidos por Naciones Unidas.
Estos planteamientos exigen un cambio de paradigma en el que todos, sin excepción, debemos asumir nuestra responsabilidad como agentes del desarrollo global. Un cambio que requiere de nuestro esfuerzo, compromiso y generosidad, conceptos incompatibles para quienes, haciendo uso de una manera de entender la gobernanza, no respetan el multilateralismo y dan la espalda a acuerdos que, como el de París, son un hito importantísimo para reducir las emisiones contaminantes, crear una economía sostenible y adoptar políticas más respetuosas con el medio ambiente.
Tenemos ante nosotros un reto enorme, un desafío que, de no acometerse, tendrá consecuencias no solo ambientales, sino también económicas y sociales para el planeta, un planeta cuyos recursos están ya en números rojos con un déficit de agua y alimentos que acusan desde hace tiempo los más débiles de la Tierra.
Por todo ello, hemos de poner el frontispicio de las políticas públicas los Objetivos de Desarrollo Sostenible para contribuir a que en el año 2030 tengamos un mundo mejor para las generaciones venideras.
Desde Extremadura trabajamos para cumplir con estos compromisos, los internacionales de la Unión Europea y los derivados de los Acuerdos de París, tratando de frenar el calentamiento global del planeta.
La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación a los impactos y la apuesta por una Economía Verde y Circular son ejes de nuestras políticas y forman parte, de manera natural, de las decisiones que tomamos.
En este sentido, dirigimos la política energética de forma prioritaria a impulsar un modelo basado en las renovables, que minimice el impacto sobre el medio ambiente. Extremadura vive ya un momento de fuerte implantación de estas energías, fundamentalmente de tecnología fotovoltaica.
Nuestro objetivo es que la región albergue el 20% de las inversiones asociadas al Plan Nacional de Energía y Clima, lo que significaría multiplicar por ocho el parque generador actual.
Trabajamos para armonizar nuestras políticas desde cualquier nivel de gobernanza con un relato compartido que prima la solidaridad, los feminismos, la movilidad humana, el ecologismo, los derechos humanos, la justicia social, la tolerancia y la plena inclusión como calves para avanzar hacia el futuro de los pueblos.