La corresponsal de la CNN se enfrenta a los talibanes en el aeropuerto de Kabul
Islamistas armados la apremian a taparse la cara y la amenazan con un látigo improvisado, mientras trataban de golpear a su productor con una pistola.
En medio del caos que se vive en Kabul, a tres días de la toma de la capital afgana por parte de los talibán, la reportera de CNN Clarissa Ward ha sido blanco de la represión de los extremistas, que la obligaron a cubrirse el rostro. Algunos islamistas la acosaron a ella y a su equipo cuando caminaban por las calles aledañas al aeropuerto de la capital afgana. El productor su productor estuvo a punto de ser golpeado con una pistola.
Ward estaba grabando un estremecedor relato del “caos” y la “desesperación” que se está viviendo en la zona mientras miles de afganos, muchos de los cuales ayudaron a Estados Unidos a luchar en la guerra, suplican a las tropas que los evacuen del país. Su reportaje se titula justamente “Afganistán, la odisea de intentar salir”.
La reportera de televisión, de 41 años y corresponsal internacional jefe de la cadena de noticias norteamericana, llevaba un hiyab, forzoso para trabajar sin problemas, pero contó, como se puede ver en la web de la CNN, cómo un combatiente talibán armado con un “enorme látigo improvisado” se acercó a ella mientras le gritaba que “se cubriera la cara”.
El asedio subió de intensidad cuando dos talibanes intentaron golpear con una pistola a su productor por grabar un vídeo con su iPhone, señaló Ward. El informador sólo logró escapar porque otro insurgente intervino cuando se dio cuenta de que eran periodistas internacionales. “Sinceramente, para mí es un milagro que no haya habido más heridos muy, muy graves”, relata la periodista.
Ward dijo que había un “flujo constante de disparos” cerca del aeropuerto, donde 4.500 soldados estadounidenses están estacionados para ayudar a evacuar a los ciudadanos estadounidenses y a los afganos que intentan obtener visados especiales a cambio de ayudar durante la guerra.