La contaminación cuesta a Madrid 202 millones al año en ingresos hospitalarios de urgencia
Esta es la cifra que arroja un estudio, del que se ha hecho eco 'El País', partiendo de los datos de hospitalizaciones entre 2013 y 2018 en la comunidad.
La contaminación del aire y acústica, además de cobrarse al año miles de vidas en España, tiene un alto coste en gastos hospitalarios debido a las enfermedades cardiovasculares y respiratorias que desencadena. El impacto en la Comunidad de Madrid se estima en alrededor de 202 millones de euros anuales solo en ingresos de urgencias.
Esta es la cifra que arroja un estudio publicado en la revista científica Environmental Research, y de la que se ha hecho eco El País, partiendo de los datos de hospitalizaciones del periodo comprendido entre 2013 y 2018 en Madrid. La reiterada mala gestión de la calidad del aire en esta comunidad, además, ha sido una de las causas por las que España ha sido condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Los autores del estudio han comparado los ingresos hospitalarios de urgencia por enfermedades respiratorias y cardiovasculares con los datos de polución del aire y de contaminación acústica. Así han concluido que en Madrid se registran una media de 8.246 admisiones de urgencia atribuibles a los picos de dióxido de nitrógeno (NO₂), cuyo coste estimado es de cerca de 120 millones de euros. A estos se le suman otros 5.685 ingresos atribuibles a la contaminación acústica, cuyo coste ronda los 82 millones.
Aunque para el estudio se han analizado otras sustancias, como el ozono y las partículas en suspensión, según resalta el mismo medio, los autores sostienen que el dióxido de nitrógeno y el ruido “son los principales contaminantes a los que se atribuye un gran número de hospitalizaciones”, por lo que son también “responsables de un marcado deterioro de la salud de la población y de un alto impacto económico relacionado”.
Además, en el artículo recuerdan que el efecto que la contaminación del aire “tiene en el sistema respiratorio es bien conocido, produciendo exacerbaciones del asma, mayor riesgo de desarrollar enfermedad pulmonar obstructiva crónica y cáncer de pulmón”. “En el sistema circulatorio causa síndromes coronarios, enfermedades cerebrovasculares e insuficiencia cardíaca entre otros”, añaden.
“A pesar de que las regulaciones de control de la calidad del aire han llevado a una mejora en la situación atmosférica en los últimos años, los niveles de contaminantes atmosféricos siguen siendo altos”, indican los autores. Y apuntan al exceso “de ingresos hospitalarios” y “la consiguiente pérdida de la calidad de vida de la población y el gran coste económico” como consecuencias.
Según se señala en el análisis, “si se hubieran respetado los umbrales establecidos por la OMS, se podrían haber evitado 2.388 ingresos anuales por causas naturales atribuibles a la exposición al NO₂”.