La comparación entre los Ejércitos de Rusia y Ucrania
El poderío de Moscú es aplastante, de ahí que se hable de una ofensiva corta, incapaces como son la OTAN o EEUU de llevar tropas para un apoyo directo.
Atrás han quedado semanas de diálogo, de cartas, de intentos de desescalada. Todo ya es nada. Rusia ha invadido Ucrania esta pasada noche y la guerra ha comenzado. O la reguerra, porque la zona ya lleva casi ochos de contienda entre Crimea y el Donbás. En el momento del análisis, toca fijarse en el poderío militar de los dos países enfrentados sobre el terreno (otros ponen la influencia, pero no los muertos). La conclusión es clara: el desequilibrio es abrumador en favor de Rusia.
Ambos ejércitos son sucesores del Ejército Rojo de la Unión Soviética (URSS) y heredaron sus arsenales, su estructura y sus tácticas. Pero el desarrollo de cada uno de ellos ha ido por un lado diferente: los medios los tenía Moscú y así siguieron. Por ejemplo, Ucrania tuvo que entregar a Rusia las armas nucleares que había heredado o en el Mar Negro, donde se repartieron la flota, quien se llevó el puerto de Sevastopol, en Crimea, fue el Kremlin, con un contrato hasta 2042 que le hace ser el rey de la zona, mientras que el vecino ucraniano apenas tiene media docena de buques de guerra que mover por la zona. Primos, pero no hermanos.
Hoy los números constatan que, con el paso del tiempo, no se han reducido las diferencias. Según datos de Janes, uno de los medios especializados en Defensa más reputados del mundo, estos son los datos fundamentales para el contraste:
- Presupuesto (en miles de millones de dólares): Ucrania, 4,1 / Rusia 45,3
- Efectivos (activos, sin contar reservistas): 219.000 / 840.000
- Aeronaves de combate: 170 / 1.212
- Helicópteros de ataque: 170 / 997
- Tanques: 1.302 / 3.601
- Artillería para autopropulsión y armamento contra aeronaves: 2.555 / 5.613
Rusia ha estado reforzando su control militar sobre Ucrania desde el año pasado, acumulando decenas de miles de tropas, equipos y artillería a las puertas del país. Unos movimientos que se sumaban, además, al despliegue en Crimea, anexionada en 2014, y a la cercanía con los rebeldes prorrusos del Donbás, donde sólo habían entrado sus efectivos de forma puntual en estos años. Moscú ha ido negando repetidamente un ataque sobre Ucrania, pero las inteligencias occidentales alertaban de que todo esto era el ensayo de lo por venir.
Gracias a su presencia con botas sobre el terreno tras hacerse con Ucrania, Rusia ha florecido en la zona con bases aéreas renovadas y activos navales adicionales en el mar Negro, que incluyen submarinos diésel y pequeñas corbetas. Cada una de estas plataformas tiene una capacidad de ataque de largo alcance, señala la CNN, y esa es una de las grandes diferencias reales en el Ejército ruso. Cualquier avión que realice ataques desde el continente ruso, también podría haber ataques provenientes del mar Negro.
Hablamos por tanto de un ejército moderno, ágil, muy móvil, con una formación y entrenamiento al nivel de la segunda potencia militar del mundo que es, con grandes fuerzas terrestres, mucho control de artillería y barcos pequeños con mucha capacidad para misiones de ataque a tierra. Desde la Guerra Fría, el Ejército ruso se ha centrado en gran medida en los sistemas de ataque de largo alcance, que han protagonizado importantes choques con EEUU.
Los militares ucranianos están muy rezagados frente a este planteamiento. Tienen sistemas nuevos de defensa aérea, algunos stingers o misiles tierra-aire. Por parte de la OTAN, los aliados han dado sistemas de armas antiaéreas y antitanque a los ucranianos, pero más no puede hacer: el país no es parte de la OTAN, por lo que la Alianza no se ve comprometida a aplicar el famoso artículo 5 de asistencia en bloque a un aliado, es incapaz de poner soldados propios en un país cercano pero no del club. Y hablando de apoyos: Estados Unidos o Reino Unido, que han anunciado el envío de ayuda militar a Ucrania, tampoco pueden acudir personalmente a auxiliar a sus aliados, porque el conflicto entonces se tornaría mucho más grave, entre potencias nucleares. La Unión Europea ha dicho que armas no mandará, pero sí ha liberado ya 1.200 millones de euros en ayudas.
Ambos bandos tienen fuerzas terrestres potentes, ambos tienen fuerzas aéreas de fabricación rusa, pero volvemos de nuevo al número y el estado: en el lado ruso son más grandes los medios y están más modernizadas que en el ucraniano. A eso se suma que Rusia tiene una extensa red ferroviaria y practica moviendo estas tropas de manera regular, por lo que su agilidad a la hora de desplegar tropas, que además ya estaban a las puertas, es infinitamente mayor.
La importancia de los aliados
Se ha visto en el ataque múltiple de esta mañana: sus soldados han entrado por Crimea, que tienen anexionado, por Bielorrusia, que es país amigo y donde estaban haciendo masivos ejercicios militares desde hace semanas, y por Donetsk y Lugansk, en el este, que acaba de reconocer como independientes y cuyos presidentes le han abierto las puertas sin duda.
Y es que las amistades, lealtades y asociaciones son, en esta contienda, casi tan importantes como el armamento. En Ucrania, las zonas de este y el sur se identifican con Rusia y hablan en ruso, mientras que en el oeste los habitantes desean mayores lazos con la Unión Europea y con la OTAN. Esa división a pie de calle llega también a las Fuerzas Armadas, donde hay escisiones que no se deberían desdeñar. Las unidades acantonadas en las zonas de habla rusa por lo general son comandadas por soldados que no necesariamente apoyan al gobierno central de Kiev, advierten medios como el Washington Post. Ello suscita dudas sobre cuáles serán sus lealtades en caso de un conflicto militar con Rusia.
Ello se hizo evidente en Crimea, donde un comandante naval ucraniano, al día siguiente de ser nombrado, se pasó al lado del gobierno local prorruso. Funcionarios locales dicen que miles de soldados ucranianos han hecho lo mismo aunque ello no se puede verificar de manera independiente.
Ahora está todo por ver pero, de partida, Rusia empieza ganando por goleada, de ahí que se hable ya de posible ofensiva corta y contundente.