La chef de Gwyneth Paltrow y Chris Martin cuenta en qué consistía su estricta dieta
"No comen nada".
Kate McAloon, chef que trabajó para Gwyneth Paltrow y su exmarido, Chris Martin (el cantante de Coldplay), ha desvelado en qué consistía la estricta dieta de la pareja.
McAlloon les prestó sus servicios cuando la actriz estaba rodando Iron Man en 2008.
"Tuve instrucciones de sus asistentes... no comen nada", contó McAloon a News.com.au. "Son muy estrictos. Evitaban cualquiera azúcar, dulce, lácteos, sólo más vegetales".
"Cuando llegué traté de ajustarme a las instrucciones y me di cuenta de que a medida que añadía más ingredientes me decían 'Tu comida está mejorando'. Eso es lo que pasa cuando comes algo más que no sea hierba".
McAlloon ha trabajado para otros famosos, como el director Steven Spielberg, la actriz Courteney Cox o la supermodelo Miranda Kerr. Cada cliente marca sus restricciones alimenticias pero la chef señala que para ella el régimen de Paltrow y Martin fue el más difícil, destacando que incluso Kerr seguía una dieta menos estricta.
"Se mantiene fiel a la regla del 80/20", dijo acerca de la modelo de Victoria's Secret. "Come sano el 80% del tiempo y se permite algún capricho el otro 20%".
La chef no hizo comentarios acerca de si los hijos de la pareja, Apple y Moses, seguían la misma dieta que sus padres o no cuando trabajó para la familia. En ese momento los niños tenían cuatro y dos años, respectivamente.
En 2013 Paltrow aseguró que intentaba que sus hijos siguieran una dieta baja en carbohidratos y sin gluten pero el año pasado, al parecer, cambió su visión sobre la comida. "Su comida favorita son la pasta y las patatas fritas", dijo sobre ellos. "Se trata de intentar potenciar eso con algo sano".
Paltrow también muestra una actitud más laxa cuando se trata de su propia dieta. "Normalmente trato de comer bastante sano durante el día —proteínas saludables, un montón de verduras y no muchos cereales ni azucar— y suelo comer lo que me apetezca para cenar", contó a principios de este año a Shape.
Este artículo fue originalmente publicado en la edición canadiense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés.