Kate Middleton vuelve a apostar por Alexander McQueen y se corona en elegancia
Para qué arriesgar, si copiarte a ti misma es la mejor apuesta...
Esto es así de injusto: a Meghan Markle le llueven las críticas por lo "aburrido" y "poco arriesgado" de su atuendo de hoy en la boda de Eugenia de York en el Castillo de Windsor, pero a su cuñada la cubren de aplausos por hacer algo similar. Kate Middleton ha ido sobre seguro, ha apostado por su diseñador de siempre, se ha colocado un vestido que recuerda a muchos estrenados anteriormente... pero los medios la destacan por hacer "de sí misma", por copiar "su propio estilo" y por redundar en una "elegancia" que ya es marca de la casa.
Ambas han recurrido a las firmas que las vistieron el día de sus bodas respectivas para acudir a este momento tan especial para la Familia Real Británica, pero el Givenchy de la norteamericana ha quedado ensombrecido por el Alexander McQueen de la británica, menos sobrio, más alegre.
Se trataba de un traje en tono frambuesa que la ha convertido en una de las invitadas más impresionantes de la celebración, a juzgar por la prensa de Reino Unido, ya de por sí entusiasmada siempre con la duquesa de Cambridge. El vestido tenía la cintura fruncida, el mismo corte que suele llevar en los actos más importantes y que sabe que le sienta genial.
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El diseño tenía las mangas ligeramente abullonadas y la falda con vuelo que ha estado a punto de jugarle una mala pasada por el viento que ha hecho hoy en Windsor. La esposa del príncipe Guillermo ha seguido el protocolo llevando un tocado de Philip Treacy en el mismo color que el diseño, que combinaba flores y redecilla.
Kate ha completado el estilismo con unos zapatos salón y un bolso de mano, ambos de ante y en tono burgundy. La duquesa ha llevado el pelo en un recogido bajo y un maquillaje que destacaba por las sombras en tono rosado en los ojos y unos labios con toque de brillo.