Escrivá defiende las pensiones en el Congreso pero admite que los tiempos de aprobación no han sido "adecuados"
El ministro de Seguridad Social se ha excusado en las prisas metidas por Europa aunque "revisitará" la metodología del diálogo social.
Hora de rendir cuentas ante el Congreso. El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, ha defendido el nuevo sistema de pensiones basado en el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI) ante la Comisión del Pacto de Toledo, aunque ha concedido que los tiempos de aprobación no han sido “adecuados”.
Por ello, Escrivá ha llegado a manifestar “no sé si decir ‘mea culpa’. Comparto con ustedes que este procedimiento y estos tiempos no son los adecuados, estrictamente en el MEI”. Así, se ha comprometido a “revisitar” la metodología del diálogo social
No obstante, lo ha achacado al tiempo limitado para cumplir con los compromisos firmados con Bruselas para recibir los fondos europeos. También ha responsabilizado a los agentes sociales de “agotar los plazos” durante las negociaciones.
No es el único ‘condicionante’ que ha tenido la negociación finalmente acordada solo con los sindicatos al levantarse de la mesa la patronal. El titular de Seguridad Social ha hablado del “corsé adicional” impuesto por Europa que ha llevado a dividir la reforma en dos bloques.
Más allá de su particular disculpa, el ministro ha insistido en los detalles, ya conocidos, de un mecanismo temporal, contingente, secuencial, flexible y equilibrado. El nuevo mecanismo deja atrás, ha remarcado, atrás el factor de sostenibilidad, que “no respondía los retos del sistema” y representaba “un desajuste absoluto entre la naturaleza del problema a resolver y el elemento para resolverlo”.
Desde el Ejecutivo llevan días defendiendo el MEI como la respuesta para asegurar el futuro de las pensiones de la generación ’baby boomers, para lo que se subirán las cotizaciones sociales un 0,6%. Las empresas se harán cargo del 0,5%, mientras que el 0,1% restante correrá a cargo del trabajador. Un esfuerzo mínimo, como señaló Pedro Sánchez en el Senado que elevaría a 40.000 millones los que podrían acumular el sistema en una década.
Esta herramienta será una “válvula de seguridad que solo se activará si el gasto en pensiones crece por encima de lo previsto”. Para el ministro es “fundamental que la reactivación del Fondo de Reserva esté vinculada a esta eliminación de los gastos impropios de la Seguridad Social” y que a partir de 2032 se someta a “evaluaciones trimestrales”.