Jorge Javier Vázquez cuestiona la continuidad de la Corona: "Las informaciones son demoledoras"
"Creo que no quiero tener rey".
Jorge Javier Vázquez, presentador de Sálvame, ha publicado un duro artículo en el que cuestiona la Monarquía y la necesidad de tener un rey.
En su blog de la revista Lecturas, el periodista dice que cree que no quiere tener un rey porque “en una época en la que la gente se deja la piel preparándose” no entiende “cómo una institución se perpetúa por vía familiar”.
Por eso, Vázquez afirma que, en su opinión, ha llegado el momento de que a los españoles se nos pregunte por la continuidad de la corona.
El presentador se muestra particularmente duro con la figura de Juan Carlos I, del que dice que ha contado “con la devoción casi unánime de todo un pueblo que lo admiraba, lo quería y casi lo veneraba”. Tanto, asegura, que la prensa “aceptó mirar para otro lado y no escarbar en los asuntos del monarca porque sentía que se le debía demasiado como para ponerlo en aprietos”.
En cambio, prosigue, en plena crisis del coronavirus “hemos conocido cómo despilfarraba el rey emérito millones y millones de euros en queridas, vuelos privados y ‘dolce vita’ en toda la extensión de la palabra”.
“Lo malo no es que tenga vicios sino saber quién y cómo se los ha costeado. Las informaciones sobre los tejemanejes de Juan Carlos I son demoledoras. En esta época de horror, oscuridad y carencias, sus derroches son tan inmorales como crueles”, afirma.
Por eso, Vázquez asevera que “con toda seguridad hayamos tenido al frente de la jefatura del estado a un ser caprichoso, egoísta y muy poco solidario que anteponía su placer al bienestar de un pueblo cada vez más pobre y maltratado”.
Pero Felipe VI tampoco se libra de las críticas del presentador. Sobre el actual rey dice que no entiende “por qué no tomó antes cartas en el asunto sabiendo desde hacía un año lo que comunicó a los españoles hace una semana”.
“Y me hubiera gustado que en su último mensaje se alejara para siempre de la figura de ese padre que se ha convertido en su verdugo”, afirma.
El presentador remata diciendo que ya no le impresiona el papel que Juan Carlos I tuvo en la transición y subraya que, quizá, en el 23-F “se comportó cómo a él le convenía y supo vender su postura como un servicio que se ha cobrado generosamente”.
“Con una sociedad diezmada y escasa de estímulos el discurso de Felipe VI sirvió para darnos cuenta de que el rey sigue amparándose en una palabrería tan ampulosa como hueca que no contagia más que hastío”, afirma.