Izaskun Bilbao (PNV): "Europa necesita un liderazgo femenino"
Entrevista a la candidata del PNV a las elecciones al Parlamento Europeo, en las que los nacionalistas vascos se presentan en la lista Coalición por una Europa Solidaria.
“Nos mueve Euskadi”. Ese es el lema elegido por el PNV para la campaña electoral. No es casualidad. A diferencia de la gran revolución vivida en las listas de otros partidos, los nacionalistas vascos han optado por la continuidad. La experiencia todavía es un mérito en el País Vasco.
La eurodiputada Izaskun Bilbao Barandica (Bermeo, Bizkaia; 1961) repite por tercera vez como cabeza de lista de los jeltzales en las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebran este domingo 26 de mayo.
Su trabajo durante las últimas dos legislaturas la avala y su influencia en las instituciones europeas es notable. Bilbao es vicepresidenta del grupo de los liberales ALDE, la segunda eurodiputada española más activa y la número 17 de todos los que conforman el Parlamento, según MEP Ranking que computa la actividad de sus señorías en Bruselas.
Le gusta la campaña, aunque reconoce que es intenso. Bilbao se presenta dentro de lista Coalición por una Europa Solidaria (CEUS), que comparten los nacionalistas vascos junto a otras formaciones regionales como Coalición Canaria, Demòcrates Valencians y Compromiso por Galicia. Atiende a El HuffPost por teléfono en la recta final de la campaña.
¿Por qué es importante la presencia del PNV en el Parlamento Europeo?
Quiero recordar que el PNV estuvo en los orígenes de la creación de este proyecto. Nuestros líderes, como [el lehendakari José Antonio] Aguirre, estuvieron con Schumann o De Gaspari. Nosotros participamos en los equipos internacionales trabajando por una Europa social, federal y de las personas.
Estando en el origen, tenemos que tener presencia en el Parlamento Europeo porque, además de considerar que es nuestro proyecto, allí se debaten y se deciden muchas de las iniciativas e inquietudes de toda la ciudadanía, tanto de la vasca como las de los partidos políticos con los que vamos en coalición.
Nuestra manera de trabajar ha sido escuchar, ver cuáles eran las preocupaciones de personas y de sectores concretos y aportar su punto de vista a la legislación europea. Cientos de iniciativas llegadas de colectivos u oenegés hoy forman parte de esa legislación. Tiene que haber una voz de la diversidad en el Parlamento.
¿De qué se siente más orgullosa de su trabajo durante estos 10 años?
De haber construido la política que hemos defendido en el Parlamento con las personas. Con una escucha activa, con una colaboración de todos los sectores que consideraban que podían aportar y aquellos a los que hemos llamado.
En las últimas elecciones europeas concurrieron con CiU, ¿por qué no ha sido posible esta vez el pacto con Junts per Catalunya?
Todo el mundo conoce las circunstancias de Cataluña y las de Euskadi. En este momento, su agenda era exclusivamente catalana. No se han dado las circunstancias para que estén con nosotros. Sí que tenemos una coalición que recoge una diversidad importante del Estado español, con Geroa Bai, Coalición Canaria, Compromiso por Galicia... Refleja una diversidad que está buscando no solo una defensa de su forma de ser y de sentir el proyecto europeo, sino también una forma de hacer, para y con las personas, que utiliza el diálogo para buscar soluciones.
¿No pensaron en incorporar a alguien procedente de Unió o del sector crítico del PDeCAT?
Nosotros somos respetuosos con las decisiones de todos los partidos políticos. Y así lo han querido los partidos políticos catalanes.
El CIS les asegura el escaño, pero otras encuestas lo ponen en duda, ¿cree que lo van a conseguir?
Las encuestas son solo encuestas. El país más descentralizado del mundo, como a algunos les gusta decir, que es el Estado español, tiene un sistema para las elecciones europeas que tiene un déficit democrático, que es la circunscripción única. Esto obliga a partidos como los nuestros, con una representación amplia, a tener que formar coaliciones para ir a Europa.
Nosotros confiamos en lo que hemos hecho, en nuestro proyecto. Vemos que las personas buscan modelos en los que se de prioridad a los problemas de la gente y donde se busquen soluciones con el diálogo. Esto es lo que nos está demandando la gente.
Se ha convertido en una oportunidad para nosotros, porque la gente de todo el Estado español que comparte esta forma de hacer puede votarnos. Estamos recibiendo muchas llamadas en Bilbao preguntándonos si pueden votarnos. CEUS puede ser votada por cualquier ciudadano que quiera darnos ese apoyo por esa forma de hacer, por la defensa de los intereses de las personas, por la búsqueda de soluciones con mecanismos democráticos, sin ruido y sin demagogia.
Mencionan ustedes el populismo, la demagogia... ¿Le preocupan el auge de los movimientos nacionalistas como Le Pen o Salvini que quieren acabar con el proyecto europeo?
Los grupos populistas de Le Pen, Salvini, pero también Vox... Steve Bannon lleva unos meses instalado en Bruselas y se está encargando de poner en contacto a todos estos partidos. Son un riesgo para el proyecto europeo porque suponen un retroceso no solo en los valores democráticos, sino también en la manera de organizar Europa. Necesitamos reforzar las instituciones porque los europeos no somos enemigos entre nosotros.
Todos tenemos un reto común, que es enfrentarnos a los problemas globales y eso solo lo podemos hacer juntos. Y solamente juntos podemos desarrollar un modelo del que estamos necesitados en Europa, que es un desarrollo económico, una economía productiva, que esté basada en una reindustrialización, pero también en un proceso de descarbonización, hacia unas energías limpias. Que podamos ser líderes en todos estos sectores, con formación de estas personas para crear empleo digno. Además crear un modelo social para todos los europeos, garantizando educación, sanidad, las pensiones, estableciendo unos salarios mínimos a nivel europeo y una renta de garantía.
La gente se ha sentido desamparada durante la crisis económica, primero por sus Estados miembros, y ha pedido que Europa decida. Europa solo puede ir decidiendo un marco así, si tenemos un Parlamento fuerte y Gobiernos que creen que el proyecto europeo tiene que avanzar en esta línea.
Está usted perfilando una imagen completamente opuesta al mantra de la austeridad que ha reinado en la Comisión Europea saliente, ¿cree que es necesario ese cambio de rumbo para que el ciudadano se vuelva a sentir identificado con la UE?
Nosotros hemos criticado las políticas de austeridad, porque entendíamos que asfixiaban a las personas que lo estaban pasando mal. El lehendakari Íñigo Urkullu en un congreso ante líderes europeos que se hizo en Bilbao les dijo que ya estaba bien de rescatar bancos, que era el momento de rescatar a las personas. Este es nuestro discurso. El propio [Jean-Claude] Juncker ya hizo autocrítica diciendo que había sido un error haber planteado las políticas de austeridad. Pero también hay que reclamar la responsabilidad de los Estados miembros, que tienen que desarrollar otro tipo de modelos económicos y sociales.
Ustedes han compartido grupo con Ciudadanos, que han vendido como una victoria la expulsión del PDeCAT del partido liberal ALDE, ¿cree que ustedes pueden acabar expulsados del grupo ALDE?
El PNV fue uno de los creadores del grupo político ALDE en 2004 siendo eurodiputado Josu Ortuondo. Estamos en el origen de ese grupo. Yo llevo dos legislaturas en el mismo grupo, y en la última legislatura fue Ciudadanos quien decidió venir a un grupo donde estaba el PNV. La pregunta hay que hacérsela a ellos si tanto critican a este partido, ¿cómo decidieron incorporarse a un grupo donde estábamos? Nosotros no hemos dejado de defender nuestro programa, nuestra forma de ser y nuestra visión de Europa. La inmensa mayoría del grupo está más de acuerdo con nuestras propuestas y nuestra forma de hacer que con otros.
¿Ha sido fácil la convivencia durante estos cinco años con Ciudadanos y UPYD, que también vivieron líos internos?
Aunque ellos están haciendo algunas intervenciones, que sabrán por qué las hacen, yo no me voy a meter con ellos. Como partido político han tenido sus problemas. En el tema personal yo he intentado mantener las relaciones humanas, que son la base de construcción de soluciones ante problemas políticos. Mi relación ha sido correcta, incluso buena con alguno, durante esta legislatura. La lógica del debate en el Congreso o en un parlamento regional es completamente diferente a la del Parlamento Europeo.
Le preguntaba esto porque Ciudadanos sacó un vídeo en las generales donde parecía que su enemigo era el PNV.
En estas elecciones estamos viendo cómo Ciudadanos y el PP se están metiendo todos los días con nosotros. Yo no voy a entrar, no voy a caer en la tentación. Eso es lo que marca la diferencia entre nuestra proyecto y el de ellos. Ante esas grandes frases, nosotros lo que hacemos es contrastar con el trabajo que hemos desarrollado. Ellos sabrán. Eso es una muestra de debilidad de quien no tiene un proyecto o un trabajo que mostrar.
¿Cuál sería la primera propuesta que llevaría como eurodiputada?
Nosotros tenemos una propuesta clarísima. Europa necesita un modelo de desarrollo económico, con una economía productiva fuerte, acompañado de un modelo de desarrollo social. Este es modelo con el que hemos trabajado en Euskadi en los últimos años, después de que recogimos el país tras una dictadura con una ruina industrial. Ahí están los resultados. Esto es la respuesta a una forma de hacer, a unos valores, a unos principios, a unos objetivos claros y un trabajo en común con todos los sectores.
Usted ha sido ponente de tres informes durante esta legislatura (derechos de la mujer, transporte ferroviario e interoperabilidad)...
Bueno, hemos participado como responsables de nuestro grupo en muchos más informes, de transporte, de igualdad, de pesca, de derechos humanos... Hemos llevado también iniciativas sobre la problemática de las personas desaparecidas, los programas de memoria histórica...
Las elecciones europeas tienen un proceso, llamado Spitzenkandidaten, para que el presidente de la Comisión sería el candidato del partido ganador. Sin embargo, hay gente que pone en duda que esta vez sea así, como sí ocurrió con Juncker. ¿Usted querría que se respetara ese sistema?
Yo he defendido esa figura del Spitzenkandidat porque era una manera de acercar a la ciudadanía quién podía ser el candidato de cada uno de los grupos políticos. Nosotros, en la legislatura anterior, defendimos que eso era lo que había que respetar porque era lo que se le había dicho a la ciudadanía. Yo tengo un gran respeto por lo que se promete.
Sigo creyendo en esa figura, y creo que habría que desarrollarla más, aunque algunos la puedan cuestionar. Si creemos en nuestro proyecto y en nuestros líderes, somos conscientes y confiamos en que la gente, no deberíamos tener miedo a esa figura.
Sin embargo, desde ALDE habéis propuesto un equipo de siete candidatos, el Team Europa. ¿No es un poco contradictorio? ¿Quién es entonces el candidato liberal?
Sí, es verdad que el grupo ALDE no ha decidido un Spitzenkandidat. Yo he mostrado mi discrepancia y mi punto de vista diferente.
Entonces, ¿usted quién querría que fuera el presidente de la Comisión?
Me voy a mojar. Yo creo que Europa necesita un liderazgo femenino. Necesita otros ojos para construir la Europa que necesitamos ante los retos globales y mi apuesta es un liderazgo en femenino.
¿Y tiene nombre? ¿Vestager?
¡Más no me puedo mojar! Me he mojado mucho... En mi pueblo suelen decir, a buen entendedor, pocas palabras bastar. Cualquiera de ellas lo podría hacer bastante bien.
¿Cree que estas en elecciones europeas va a haber demasiada influencia de temas nacionales? Afortunadamente, esta vez ha habido debates en la televisión.
Para nosotros ha sido una oportunidad que las elecciones europeas se celebren junto con las locales y las forales porque nos permite explicar cómo hemos trabajado para construir desde lo local soluciones europeas y desde Europa soluciones locales. Nosotros podemos mostrar eso y hay mucha gente que se queda sorprendida cuando sabe que su pueblo ha tenido protagonismo o ha habido alguna iniciativa invertida. Está siendo un auténtico lujo poder mostrar a la gente lo que hemos hecho, que hemos llegado a consensos con todos los partidos, porque lo que nos importa son las personas y que las cosas vayan bien.
A ustedes (el PNV) también les beneficia que se celebren conjuntamente, porque son muy fuertes en el ámbito local y pueden arrastrar votos.
Podemos entender que la coincidencia con las elecciones locales y forales puede llevar a más gente a las urnas y eso nos va a beneficiar a todos. Normalmente el índice de participación en elecciones municipales y regionales es mayor que en unas europeas.
¿Cree que también va a aumentar la participación en el resto de países o que el Parlamento Europeo va a seguir teniendo este problema de que es menos representativo porque vota poca gente?
En una encuesta que hicieron recientemente, uno de los problemas de la gente es que está confundida porque no sabe a quién tiene que votar para el Parlamento Europeo. Parece que hacemos ese esfuerzo cada cinco años.
No tendríamos que estar preocupados de eso durante los 15 días de la campaña, sino que es un trabajo que hay que hacer durante cinco años. Pero necesitamos la colaboración de los Estados miembros, porque uno de los problemas que tiene la política europea es que cuando las cosas van bien se atribuyen a las autoridades nacionales, pero cuando van mal todo el mundo mira para arriba como si Europa fuera un ente: la culpa la tiene Bruselas. Yo reclamo honradez para asumir cada uno su responsabilidad. No es malo decir me he equivocado.
En la mayoría de los casos los problemas que tenemos son más propios que de las autoridades europeas. Por ejemplo, con el tema migratorio. Todo el mundo mira a ver qué hace Europa, cuando el mayor problema lo tienen los Estados, que no han asumido ninguna de las soluciones que hemos definido en el ámbito europeo y se niegan a dar soluciones en el ámbito nacional. No hemos sabido dar soluciones y estamos poniendo en riesgo los valores del proyecto, que es el humanismo.
Se refiere usted a los países que no aceptaron las cuotas de reparto...
Ni aceptan las cuotas, ni que haya corredores seguros, ni que se aplique el derecho de asilo, ni quieren dar visas humanitarias, ni la propuesta de dar cartas azules para las personas que podamos acoger. Un montón de propuestas...
No podemos seguir así, ¡tenemos que dignificar el trabajo de todo el mundo! Tenemos que hacer el esfuerzo para que estas personas que tienen que trabajar puedan hacerlo en condiciones. No estamos haciendo una llamada, también hay que actuar en el origen. Hay que invertir allí, construir una nueva África para que la gente no tenga que poner en riesgo su vida para buscar una vida mejor.
Euskadi presentó una propuesta llamada Share que se la envió Urkullu a Juncker, que pretende que se establezcan unos criterios a nivel europeo de acogidas de personas basándose en los ingresos fiscales, en los niveles de población, de desempleo... Esto necesita soluciones que sean innovadoras.
Muchísimas gracias por dedicarnos estos minutos y mucha suerte en las elecciones.
Recordar que toda persona que viva en el Estado español esta vez sí puede votar al PNV a través de la coalición CEUS. Muchas gracias.