Isabel Rodríguez: “Confío en el PSOE en Andalucía como una garantía para evitar que ahora Moreno se haga un Mañueco”
Entrevista con la portavoz del Gobierno: “El acuerdo con Bruselas es un éxito de país, Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer”.
Son horas trepidantes para el Gobierno. La Moncloa trata de sacar adelante el real decreto con las medidas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania. La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, llega de la sesión de control a la sede del Ministerio de Política Territorial para atender a El HuffPost y lanza el mensaje de que espera que se convaliden esas iniciativas. Y se pregunta cómo los diputados van a explicar a sus vecinos un voto contrario a rebajar el precio del carburante o a incrementar el ingreso mínimo. Al final de la tarde del miércoles, el Ejecutivo se abre a tramitar este paquete como proyecto de ley.
Mira Rodríguez también al nuevo líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, diciendo que es una gran oportunidad para demostrar que se pone del lado de España y no de los intereses de su partido. Reflexiona, además, que la derecha española, al contrario que la europea, se ha abrazado a la ultraderecha en Castilla y León. Por eso, confía en que el PSOE sea la garantía en las próximas elecciones andaluzas para que Juanma Moreno “no se haga un Mañueco”.
La portavoz también contesta a las acusaciones de espionaje por Pegasus y señala: “El Gobierno ofrece absoluta transparencia, no tiene nada que ocultar”. No ve sentido a que haya dimisiones por este caso y apela a cuidar la confianza con Cataluña después de los años que se han vivido. La ministra de Política Territorial se muestra tajante cuando se le pregunta por el caso de las mascarillas en Madrid: “Una obscenidad”. Cree que el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, se ha quedado “muy corto en su reacción” y sostiene que tiene que haber consecuencias en el ámbito político. Con otra idea: no se puede calificar esto como “pillería”. “Eso se llama corrupción”, concluye.
El Gobierno aprobó este martes un real decreto con un paso histórico por el que tendrán que ser auditadas las cuentas de la casa real por el Tribunal de Cuentas. ¿Por qué se ha hecho ahora? ¿Y con qué objetivo?
Es importante cuidar la democracia en todos sus extremos. Y la democracia en nuestro país es la Constitución española, donde el régimen que nos ampara es la monarquía parlamentaria. Es un paso más en un trabajo que el rey Felipe VI está haciendo por dotar de más ejemplaridad y mayo transparencia a la casa real. El Gobierno ha acompañado esa iniciativa en avanzar en esa dirección. Es positivo para ellos y para nuestra democracia. La transparencia es siempre una garantía para la ciudadanía y nosotros somos un Gobierno absolutamente transparente. Es importante que estos pasos se vayan dando cuando, además, hay amenazas que van encaminadas a destruir ese gran consenso que han sido para nuestro país esos cuarenta años de avances, derechos y libertades, que han significado la Constitución, el Estado de las Autonomías y la incorporación en la UE. Todo eso hay que cuidarlo y mimarlo más que nunca. Es muy apropiado también incorporar en esa defensa de nuestro modelo de convivencia a la casa real.
¿Cree que el rey Juan Carlos I, que tiene planeado hacer viajes a España, debe dar explicaciones todavía como ha pedido el presidente del Gobierno?
Sin duda. Por su bien también. Fue una persona relevante en la Transición española y en la construcción del Estado democrático. Los españoles y españolas que tanto confiaron en su gestión no comprenden las informaciones que han sido publicadas. Lo mejor sería una explicación.
¿Se aparca de esta manera el debate sobre la inviolabilidad del rey?
Bueno, es que la defensa de la Constitución implica también la aspiración siempre de mejora, avance y de pulirla en su mejor expresión, pero lo cierto es que en la actualidad no hay mayorías parlamentarias suficientes para hacer cambios en esa dirección. Quiero recordar que el Gobierno lleva tiempo reclamando a los grupos, y especialmente al principal partido de la oposición, que se avenga a modificar el artículo 49 de la Constitución, que es una aspiración tan apoyada como cambiar el término de disminuido por el de persona con discapacidad. Y no hemos sido capaces ni siquiera de eso en esta legislatura. No va a ser la legislatura que desearíamos de ir a un perfeccionamiento del marco constitucional en nuestro país, donde tal vez pudieran abordarse estas cuestiones.
¿El hecho de que sea un decreto y no un proyecto de ley ha sido para que no exista ese debate en las Cámaras?
El Gobierno tiene un claro compromiso con ese avance en transparencia y ejemplaridad y creemos que es la fórmula más adecuada. No se necesitaba de un carácter legal para que efectivamente el Tribunal de Cuentas pueda fiscalizar los números de la casa real.
¿Sus socios de Gobierno, Unidas Podemos, están de acuerdo con este decreto?
Claro. Está aprobado en el Consejo de Ministros, es donde se adoptan las decisiones en su conjunto. Es un Gobierno de coalición, conformado por dos fuerzas. Las decisiones que salen del Consejo son del Gobierno en su conjunto. Por supuesto han participado de la decisión, que es de todo el Gobierno.
¿Cómo está la salud de la coalición?
Creo que es también un avance en nuestra democracia el haber conseguido consolidar un Gobierno con fuerzas políticas distintas, con una fuerza de gran trayectoria en la democracia de nuestro país, que ha construido en gran medida el Estado del Bienestar y ha desplegado el Estado de las Autonomías, con una nueva fuerza política sin experiencia de gobierno que se ha sumado a ese Ejecutivo. Hemos logrado algo muy importante, que el Gobierno sea útil para la ciudadanía. Y además hemos gestionado y gobernado en el momento que se bajaron las persianas y se cerraron los negocios, pues fue gracias a este Gobierno que más de 3,5 millones de españoles pudieran recibir ingresos en sus hogares para pagar la factura de la luz y el alquiler y dar de comer a sus hijos. Sólo por eso ya hubiera merecido la pena haber conformado este Ejecutivo de coalición. Pero es que, además, hemos mantenido las agendas transformadoras y de modernización. Eso lo hemos abordado en forma de la reforma de las pensiones, la reforma laboral, una nueva prestación como el ingreso mínimo vital. Hemos hecho cosas muy importantes que han de ser valoradas y tendrán más valor con perspectiva, y hemos afrontado crisis que nunca hubiéramos imaginado. Sinceramente, hemos dejado acreditada la solvencia de este Gobierno.
Habla de la factura de la luz, se ha conseguido un acuerdo muy importante en Bruselas. ¿Están contentos? ¿Cuándo lo van a notar los ciudadanos y de qué manera?
Estamos muy contentos. Es un acuerdo importante, un éxito de país, extraordinario. Además, tiene efectos inmediatos. En la próxima semana que lo llevemos a Consejo de Ministros tendrá su reflejo en la factura. Tiene una dimensión extraordinaria en tanto y cuanto garantiza no sólo que vamos a poder bajar la luz en el mes de mayo, sino que lo vamos a garantizar durante el próximo invierno (con una vigencia de doce meses). Pone en evidencia algo que ha quedado patente en esta legislatura: la fortaleza y determinación del presidente del Gobierno, su liderazgo en el contexto internacional, especialmente el europeo. Ya lo consiguió trayendo una respuesta distinta a la crisis económica con esos fondos de recuperación. Hoy Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer, permitiendo con este acuerdo que logró en el seno del Consejo que en España se tenga en cuenta la especificidad y vayamos a lograr bajar aún más el precio de la factura. Hicimos lo posible en el ámbito de nuestras competencias, bajando los impuestos para amortiguar el coste incluso antes de la guerra de Putin y del impacto que está teniendo en el precio de la energía. Hemos conocido informaciones este miércoles que incluso ponen más en valor este acuerdo como es la restricción del gas para Polonia por parte de Rusia. Es un acuerdo extraordinario y de país que demuestra que el presidente lo ha vuelto a hacer. Cuando se propone liderar una respuesta distinta, consecuente con los nuevos tiempos, es posible hacerlo, incluso cuando parecía imposible.
¿Han calculado cuánto bajará la factura?
La vicepresidenta ha dado algunas estimaciones, el precio del megavatio en torno a los cincuenta euros. Una rebaja sustancial e importante de en torno al 30%. Ya estábamos amortiguando mucho el coste, se habían bajado un 60% los impuestos a la factura eléctrica, Va a ser determinante para todos los hogares y especialmente también para las industrias y autónomos.
Se está sufriendo una inflación del 9,8% en estos momentos, afectando al bolsillo de todos los ciudadanos, ¿Cuándo va a parar esa espiral?
Pues este acuerdo es muy importante porque, en gran medida, ese coste de la vida se debe al incremento del coste de la energía, hasta un 70% es imputable a las consecuencias de la guerra de Putin. Es verdad que estábamos viendo las consecuencias del cambio económico como respuesta a la crisis económica de la pandemia, pero se ha visto agravado por estas circunstancias. Es una buena respuesta pero también todo ese paquete de medidas que el Gobierno aprobó hace un mes y que han de ser convalidadas por el Congreso este jueves. Esperamos contar con el apoyo de todos los grupos. Van en la dirección de las respuestas que están dando los países de nuestro entorno: ayudas directas a los sectores más afectados como el transporte o los ganaderos y también ayudas para la inmensa mayoría de los españoles, con ese descuento de 20 céntimos en el litro de combustible. Y también con el incremento del ingreso mínimo un 15 por ciento o la ampliación del bono social. Esto no sólo está ocurriendo en España.
Estas horas son frenéticas para el Gobierno y para los partidos, ¿saldrá adelante el decreto de medidas para paliar los efectos económicos de la guerra?
Confío en que así sea. Resultaría muy difícil de explicar por quienes hoy ocupan esos escaños en el Congreso. ¿Cómo explicarían a sus vecinos cuando se los encuentren en el ascensor mañana que no han apretado el botón del sí? ¿Cómo les van a explicar que no han apoyado que el coste del carburante baje 20 céntimos? Esos 20 o 30 euros que nos ahorramos cada vez que llenamos el depósito, ¿Cómo explican a esas personas que son las más vulnerables y reciben el ingreso mínimo que no van a permitir que se incremente en un 15%? ¿Cómo van a decirle a esas industrias electrointensivas que no van a ver reducidos sus peajes? O al sector del transporte, que lo hemos visto sufriendo las consecuencias de esta crisis. O al sector lácteo, que está gravemente afectado. Es importante que demos esa respuesta unida, es lo que reclama el Gobierno. Es un plan de país y esperamos que salga.
Pase lo que pase en esa votación, ¿está garantizada la estabilidad del país, parlamentaria y del Gobierno?
El Ejecutivo tiene méritos constatados en esa estabilidad que se proclama en muchas ocasiones y no siempre quienes la proclaman la practican. Me explico. Este es un Gobierno que ha hecho algo que no venía sucediendo en este país en los últimos años ni con gobiernos con mayoría absoluta, que es dotarnos de presupuestos generales cada año, en tiempo y forma, y tener la ambición de convocar elecciones cada cuatro años. La gente, cuando acude a las urnas, deposita en nosotros la confianza en la gestión de lo de todos, y lo hace para despreocuparse, en cierto modo, de esas cuestiones que son de todos entregando su confianza para que nosotros desde la responsabilidad las gestionemos en los cuatro años. Se han vivido tiempos de inestabilidad política en nuestro país que no favorecen nada a la estabilidad económica, es un intangible. Estamos en un momento crucial, hemos logrado una inversión pública muy importante, que está desplegándose ahora y que debe traer modernización del sector industrial y generación de nuevos empleos. Ya está dando sus frutos pero la reforma laboral se tiene que asentar, que ha permitido que en marzo hayamos logrado medio millón de contratos indefinidos. Estamos recobrando sectores estratégicos como el turismo, que ya está ofreciendo datos muy positivos. Todo esto hay que consolidarlo con estabilidad política. El Gobierno ha trabajado por ella, ha demostrado que es capaz de forjar esas mayorías y queremos seguir haciéndolo para que las próximas elecciones efectivamente sean cuando tocan.
De usted depende la competencia en política territorial del Gobierno. La Generalitat ha anunciado esa especie de congelación de las relaciones con el Ejecutivo de Pedro Sánchez, ¿se puede recuperar la confianza mutua?
Claro que sí. Partíamos de un escenario muy difícil. Recuerdo aquella Barcelona de 2017 y aquella de 2019, podemos pensar en familiares y amigos que han sufrido internamente esa crisis entre ellos. Este Gobierno se propuso desde el primer momento recuperar los lazos y estrechar el afecto entre los propios catalanes y entre Cataluña y el conjunto de España. Para hacerlo hemos dado muestras incontestables de querer recuperar esa senda del diálogo y de la normalidad institucional. Lo hemos logrado: la realidad en Cataluña hoy no es la que existía en 2017. El presidente ha estado hasta en 15 ocasiones allí representando al conjunto de España. Hemos constituido esa mesa de diálogo. Yo apenas llevo diez meses como ministra y he convocado en dos ocasiones la comisión bilateral, se ha producido un traspaso de competencias que hacía diez años que no se abordaba, se ha reducido el conflicto entre las normas catalanas y la revisión que se hace por parte del Estado, se mantienen los contactos con los equipos técnicos. Por tanto, un esfuerzo que hemos hecho, quiero reconocer también el esfuerzo del president Aragonés y de la Generalitat por recuperar esa normalidad en las relaciones. No vivimos tampoco momentos normales, nos estamos refiriendo a la crisis como consecuencia de la guerra y pandemia, y Cataluña, como el conjunto de España, necesita progresar y modernizarse, es un motor económico fundamental. Todo este esfuerzo no se puede tirar por la borda. En las cuestiones que están aconteciendo el Gobierno ha sido muy claro en su respuesta: queremos abordarlas y no tenemos nada que ocultar. Ponemos a disposición todo lo que esté en nuestras manos para aclarar los hechos que están propiciando esas incertidumbres. Espero que lo conduzcamos por el canal adecuado.
¿Ordenó el Gobierno de Pedro Sánchez espiar a más de sesenta políticos independentistas?
En este escenario, lo más importante, para la tranquilidad no sólo de esas personas que supuestamente han sido investigadas sino de todos los catalanes y españoles, es que vivimos en un Estado de Derecho, donde los derechos y las libertades no pueden ponerse en cuestión y verse desprotegidos aleatoriamente por la decisión de un Gobierno u otro. El Estado de Derecho funciona y por eso lo que quiere el Gobierno es que se aclare todo. Queremos que funcione la comisión de secretos oficiales que es donde de acuerdo a la ley se puede dar toda esta información. Apoyamos que el Defensor del Pueblo abra esas diligencias. Ponemos a disposición de la justicia toda la información y que pueda ser desclasificada si así lo pide un juez. Creo que estamos haciendo un ejercicio de absoluta transparencia. El propio CNI se ha puesto a hacer una investigación interna. Por tanto, creo que no hay ni un ápice de duda de que el Gobierno ofrece absoluta transparencia, no tiene nada que ocultar, porque este es el Gobierno que ha devuelto la normalidad a las relaciones con Cataluña. Es el Gobierno que se propuso desde un primer momento desencallar un conflicto político, sacarlo del ámbito judicial para llevarlo al ámbito del diálogo. Eso es incuestionable. Es nuestro aval. Nos da un ámbito de credibilidad incuestionable.
La presidenta del Parlament ha llegado a pedir la dimisión de Sánchez, también en la Generalidad se pide que cargos asuman responsabilidades. Muchos apuntan a Margarita Robles. ¿Puede producirse alguna dimisión?
Creo que no se puede frivolizar con estas cuestiones. Es mucho más profundo y determinante lo que el Gobierno está diciendo, que es que se ponga el Estado de Derecho a trabajar para aclarar que no hay nada que ocultar. Si de verdad el problema es que se sienten intimidados y agredidos, entiendo que con una dimisión no se solventa el problema. Si es verdad que eso ha sucedido, habrá que determinarlo y aclararlo y tomar en su caso decisiones. Pero primero es aclarar esa circunstancia, que es lo que el Gobierno está proponiendo. El Ejecutivo no tiene nada que ocultar.
En el Ministerio es vecina casi de Génova 13 y del nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, al que conocía como presidente de la Xunta. ¿Qué espera de él?
En primer lugar que hubiera vendido esa sede, porque todavía se guarda la esencia de un PP acorralado por la corrupción. En esa sede hay despachos que fueron pagados con dinero negro y eso no es bueno para la democracia. Espero que el señor Feijóo, ahora que tiene una buena ocasión, en este jueves demuestre que está en el lado de España, se ponga del lado de España y no del interés de su partido. Y, por tanto, apoye ese real decreto, que el Gobierno ha llevado al Parlamento para dar respuesta a las consecuencias económicas de la guerra. Unas respuestas de este siglo, ante esas amenazas. Esperamos que ese PP de Estado que proclama Feijóo lo practique.
Hay un mantra en el PP, que reclama que bajen impuestos. ¿Por qué no lo hacen?
Para empezar, el Gobierno lo está haciendo. Antes lo respondía con la factura eléctrica. Lo que el Gobierno está dejando de recaudar, y por lo tanto lo que está dejando en los hogares españoles, son entre 10.000 y 12.000 millones de euros como consecuencia de haber bajado los impuestos de la factura eléctrica. Es una decisión que adoptamos hace tiempo y que hemos visto necesario ampliar por la guerra de Putin. Lo que pasa es que lo que nos cuenta Feijóo ya nos lo contaron y ya vimos lo que hicieron: todo lo contrario. En la oposición dicen que bajan impuestos y en el Gobierno ponen un impuesto hasta el sol. Son respuestas del pasado para desafíos de un presente. Respuestas que en el pasado supimos cuáles eran las consecuencias. Lo que no dicen es si recortamos ingresos, dónde recortamos en el gasto. No lo dicen, pero lo hemos leído, recortar las pensiones como ya hicieron en la etapa de Rajoy. Por cierto, no es una opinión de esta portavoz. Si Feijóo escucha con atención lo que están diciendo el Banco de España, el FMI o el comisario de Economía, es todo lo contrario. Hay que ir donde está yendo el Gobierno, ese plan de respuestas, a sectores específicos que sufren las consecuencias, a cortes selectivos de esos impuestos y una respuesta conjunta en el seno de la UE.
Le pido una reflexión sobre lo que ha pasado en Francia el pasado fin de semana. Ha vencido Emmanuel Macron, pero la ultraderecha ha sumado 2,6 millones de votos más. ¿Cómo lo interpreta?
Hay que escuchar siempre lo que los ciudadanos expresan en las urnas. La política en la democracia implica también que hagamos una tarea pedagógica, la democracia se defiende cada día. Los que creemos en ella tenemos que, desde el ámbito de las instituciones y de los partidos, rechazar planteamientos que van en la dirección contraria a lo que representan la democracia, la Constitución y la UE. En ese caso, España tiene que hacer algo más. La derecha española tiene que ir en la dirección de la derecha europea, que es acorralar y evitar que estos planteamientos que atentan a nuestro modelo de convivencia entren en las instituciones. Ahora tenemos una oportunidad magnífica en Andalucía, porque el PP de Feijóo ya ha permitido, en contra de los planteamientos de su partido en Europa, que se abracen el PP y la extrema derecha en Castilla y León. Confío en el PSOE en Andalucía como una garantía para evitar que ahora Moreno Bonilla se haga un Mañueco.
Sobre Castilla y León, se ha visto la formación del Gobierno autonómico menos paritario y con el primer compromiso de aprobar una ley de violencia intrafamiliar. ¿Están en riesgo los derechos de las mujeres?
Vamos a protegerlos con la fortaleza del Estado. Vamos a velar para que desde el Gobierno podamos impedir que los planteamientos de la ultraderecha se puedan llevar a la práctica. No porque sean contrarios a lo que defendemos nosotros, sino porque son contrarios a las normas, avances y derechos que se han conquistado. No estamos dispuestos a retroceder ni un sólo milímetro.
¿Qué le parece que Moreno Bonilla haya adelantado las elecciones en Andalucía? ¿Por qué?
Esto lo tiene que explicar el presidente de Andalucía. Respeto, porque es una potestad del presidente. Hablaba de la importancia de la estabilidad institucional y política para dar tranquilidad y forjar la recuperación económica. Estamos en un momento muy especial donde las comunidades autónomas también tienen un papel protagonista. Por ejemplo, en el despliegue de los fondos. Comprendo la complejidad de gobernar en minoría, pero hay que empeñarse en hacerlo bien. A Moreno Bonilla le ha resultado más fácil, sencillo y cómodo convocar elecciones que hacer presupuestos. El Gobierno ha reivindicado que es un momento en el que se precisa de estabilidad política para la recuperación. Espero que Andalucía responda claramente en una dirección distinta, por lo que represento como militante y dirigente del PSOE.
Moreno Bonilla está enmarcado dentro del sector moderado, ¿pero cree que tendría reparo en pactar con Vox y en hacer vicepresidente a un representante de ese partido?
No hay que darles la oportunidad. Los escucho decir aquello de que gobierne la lista más votada. Eso ya lo dijo Moreno Bonilla en las últimas elecciones y la lista más votada fue el PSOE. Su Gobierno se ha sostenido gracias al apoyo parlamentario de Vox. Confío en que el PSOE sea una garantía para evitar que Moreno Bonilla se haga un Mañueco allí. Si no hay otra opción, lo hará. Como ha hecho Mañueco porque Feijóo no se lo va a prohibir, no se va a posicionar en esa dirección, como no lo ha hecho ya,
Por cierto, hay cargos provinciales y locales del PSOE-A que alertan también de fuga de votos socialistas a Vox. De hecho, la ultraderecha podría conseguir el doble de escaños en el Parlamento autonómico. ¿Ha detectado ese ambiente?
Tengo mucha confianza en la sociedad andaluza. Si reflexiona su voto, tiene muchos parámetros para comparar lo que ha sido la política de desarrollo y progreso de los socialistas de lo que está siendo la política de Moreno Bonilla. Esta legislatura ha estado marcada por la salud: este es el partido que puso en marcha la sanidad pública y universal y que la hizo posible en Andalucia. Mientras Moreno Bonilla en Andalucía va a despedir a todos los profesionales sanitarios que tuvo que contratar por la pandemia con la ayuda de los fondos del Gobierno, pues en la comunidad vecina de Castilla-La Mancha el presidente Page va a mantener a todos esos profesionales sanitarios que participaron y protegieron nuestras vidas. Sólo esa reflexión haría pensar que lo bueno para ellos y su salud es apostar por el PSOE.
En esa toma de posesión de Mañueco no vimos ni a Feijóo ni a Moreno Bonilla. La cabeza más visible del PP fue Isabel Díaz Ayuso, que es la máxima defensora de los gobiernos de coalición. ¿Qué le diría?
Bueno, creo que el mensaje no es para ella, es para la ciudadanía. Cuando decimos que la extrema derecha es una amenaza en términos globales, pues puede parecer una proclama más partidista, pero es que es una amenaza para nuestras vidas, derechos y libertades, para las mujeres. Son planteamientos que dicen que no tiene que ver con su condición de mujer las asesinadas por sus parejas. Son planteamientos que dicen que la inversión en sanidad pública y el Estado del Bienestar es una lacra. Son planteamientos que dicen que aquellos que no piensan como ellos tienen que desaparecer y que, por tanto, hay que ilegalizar partidos políticos, dejar casi sin recursos a los sindicatos que defienden a los trabajadores. Si entramos al fondo de sus propuestas, nos sitúan en una España de blanco y negro. Y yo quiero una España de progresos y modernidad, verde y en desarrollo industrial. Una España en la que existan menos brechas económicas y sociales, en la que acabemos con la pobreza infantil.
Entre sus competencias está la relación con la Comunidad de Madrid. El próximo lunes es la fiesta regional y el 4 se cumple un año de la victoria de Ayuso. En aquella sesión de investidura se presentó como la muralla frente a las políticas de Pedro Sánchez. ¿Qué balance hace de ese primer año de la presidenta en esta legislatura?
Pues creo que poco ha cambiado o mejorado la vida de los madrileños. No sé cuántos médicos más se han contratado en esta legislatura ni cómo se ha abordado la inversión en educación ni cómo se ha avanzado en infraestructuras. Ocupa muchos titulares, muchos periódicos, pero no sé si eso ha mejorado la vida de los madrileños. Diría que no.
Muy cerca de aquí tiene el Palacio de Cibeles, la sede del Ayuntamiento. ¿Cómo está viviendo ese escándalo del caso de las mascarillas? ¿Qué sensaciones tiene después de escuchar los audios y las declaraciones?
Me parece una obscenidad. Y me parece también obsceno que los dirigentes políticos del PP no lo interpreten en esos términos y hablen de pillerías. Me parece muy grave. Precisamente en aquellos momentos yo tenía responsabilidades en el ámbito municipal y vi la grandeza de la sociedad española, de los empresarios que pusieron a disposición sus empresas e industrias, que hicieron donaciones al sector privado para protegernos en aquellos momentos donde los sistemas que necesitábamos para protegernos escaseaban en un mercado internacional voraz, y donde todos los dirigentes políticos hicimos lo imposible para dotar de protección a los sanitarios. Recuerdo con angustia esos días y no puedo asumir que se normalice que hubo quienes aprovecharon ese momento de angustia colectiva para enriquecerse, que lo digan a la cara al juez y que eso se catalogue como pillería. Eso se llama corrupción, se llama abuso de las relaciones de confianza, hay que reprobarlo. Creo que el alcalde de Madrid se ha quedado muy corto en su reacción y esto tiene que tener consecuencias en el ámbito político. Estoy segura de que los madrileños esto lo dejarán anotado.
Una cosa son las consecuencias penales y el ámbito judicial, y luego están las consecuencias políticas. ¿Falló el Ayuntamiento de Madrid en los controles?
Se determina que fueron conscientes de que les habían timado. Una administración cuando se siente timada tiene que reaccionar, perseguir ese contrato y reclamar responsabilidad patrimonial con quien lo hubiera firmado.
Ha sido alcaldesa, ¿es tan fácil conseguir un contrato con una simple llamada?
Mire, nunca lo he hecho. Entiendo, y así lo hemos visto, que aquí los contratos se hacían por Whatsapp. Las contrataciones públicas son mecanismos administrativos absolutamente garantistas y confío en que todas las administraciones así ha de producirse. Y cuando se producen estas cuestiones, han de reprobarse y están sometidas a la Justicia. Pero también tiene que estar sometido a la fiscalización política. Y en el PP, como están acostumbrados a la corrupción y viven aún en la casa de la corrupción, no hemos tenido esa respuesta que hubiera sido deseable.
La Fiscalía también está investigando esa comisión que logró el hermano de Isabel Díaz Ayuso por traer material sanitario de China. ¿Hubo tráfico de influencias?
Lo tendrá que demostrar el juez. Es poco estético.
Otra reflexión, ¿es un país de comisionistas por lo que estamos viendo en Madrid o en la Federación de Fútbol?
No, no, me niego. Son una excepción y hay que acorralarlos. Desde la justicia, pero también desde la política, no asumiendo que eso es algo normal. Es reprobable y pienso en la inmensa mayoría de las personas que ocupamos puestos de responsabilidad, pienso en los miles de alcaldes y concejales, que no sólo no reciben nada a cambio, sino que en muchos casos les cuesta dinero, el esfuerzo en la dejación de atención a sus familiares y una entrega absoluta. Me niego a que eso que es una excepción se convierta en la norma general. Pero es cierto que esa excepción está muy cerca del PP.
Se han escuchado las declaraciones del ministro ruso de Exteriores, ¿todavía puede producirse una III Guerra Mundial?
Confiamos en que no sea así. Creo que la respuesta que está dando la comunidad internacional es de fortaleza, Putin nunca imaginó la fuerza de la UE y de la Alianza en el apoyo que estamos dando al pueblo ucraniano, tampoco acertó en la respuesta que daría Ucrania. Ojalá que acabe esta masacre, esta guerra. Es cierto que las personas de nuestra generación no hubiéramos imaginado en el siglo XXI una guerra como las del siglo pasado, pero estamos demostrando que la fortaleza de las instituciones internacionales está siendo distinta y unánime.
Nombra a la OTAN. Va a hacer una cumbre muy importante en Madrid. El Consejo de Ministros aprobó los contratos de organización. Los que no están muy de acuerdo son sus socios de UP, que reclaman una cumbre de la paz. ¿Cómo están con ese tema?
La política de defensa global hoy es la política de la paz.
¿Mantienen ese compromiso de aumentar el gasto en defensa?
El presidente del Gobierno se ha comprometido. Lo que estamos viviendo refuerza el argumento de que es necesaria una inversión en la defensa para la paz. Si estuviéramos en otro escenario, en otro siglo, estaríamos hablando de políticas de guerra o de un Ministerio de la guerra, pero es un Ministerio de Defensa, para la paz. Y reforzar nuestra aportación a la política de defensa en el conjunto de Europa y también de la alianza es importante porque se ha demostrado que hay todavía quien tiene esa amenaza y quien está haciendo esa amenaza realidad. Por lo tanto, necesitamos reforzar para responder con contundencia a todas las amenazas. En relación a la celebración de la cumbre en Madrid, va a ser muy importante por el momento en el que se va a celebrar y por lo que se va a debatir. Subrayar lo que significa para la seguridad europea y también para lo que aporta para nuestro país en términos de reputación y de prestigio en el ámbito internacional. Exige un dispositivo logístico y de seguridad muy importante, España ha demostrado que es capaz de hacerlo. Lo que eso traerá también como consecuencia inmediata de ingresos y de generación de empleos y de riqueza en Madrid y en el conjunto de España. Se espera que haya más de dos mil periodistas.
El presidente del Gobierno decía en una reciente entrevista que los ciudadanos tendrán que elegir en las próximas elecciones entre el PSOE junto al espacio de Yolanda Díaz o un Gobierno del PP con Vox. ¿Damos por hecho entonces que no va a existir ninguna gran coalición?
El PSOE es el partido que representa lo opuesto al PP en términos de avance y defensa de derechos y libertades, de proyecto de país. Lo que ha demostrado el PSOE es que tenemos muy claro hacia dónde queremos llevar a nuestro país. Igual que en los ochenta era consolidar la democracia y las libertades e ingresar en la UE, ahora de lo que se trata es de modernizar nuestra industria, de hacerla más sostenible, de ambicionar un país que apuesta por la innovación y la investigación, de dotarse de autonomía estratégica de algunos sectores. España es líder en muchos ámbitos como la energía renovable, la gestión del agua. Somos un país que ha evolucionado mucho y que necesita de una segunda revolución, que el PSOE está dispuesto a liderar. Claramente hemos visto en las distintas citas la posición del PP, no hay alternativa, una derecha que en España, en dirección contraria a lo que ocurre en Europa, se abraza a la extrema derecha. El PSOE aspira a un proyecto claro con un horizonte de cohesión y avance, un país en el que la mayoría nos sintamos mejor.
¿Le preocupa el espacio a la izquierda del PSOE? Díaz no acaba de empezar ese proyecto de escucha, hay diferencias con Podemos y UP no está muy bien ahora mismo en las encuestas, superado por Vox. En este país se necesitan ya coaliciones porque no hay mayorías absolutas.
Nosotros como partido político, el PSOE lo que quiere es ensanchar mayorías y las políticas que estamos llevando a cabo son de mayorías. 3,5 millones de españoles estuvieron protegidos por políticas durante la pandemia, hemos batido cifras récord en becas, una apuesta sin precedentes en el ámbito de la investigación para cambiar nuestro modelo económico. Estamos centrados en ampliar mayorías y queremos también que espacios que puedan conformar mayorías progresistas con nosotros se consoliden. No vamos a poner nunca piedras en el camino en esa dirección.
¿Hay fecha para el debate sobre el estado de la nación?
Antes del mes de junio.
Es una de las personas más próximas al presidente del Gobierno, ¿cómo está de ánimo?
Tiene una fortaleza impresionante, no da ninguna batalla por perdida. Se ha forjado en la adversidad y eso hace que tenga una determinación que es muy positiva, no sólo para el Gobierno, sino para España. Es uno de los principales líderes de la socialdemocracia internacional y estamos muy orgullosos de su trabajo.
Estando en el número tres de la Castellana en Madrid, en esta jungla política, ¿no echa de menos el Ayuntamiento de Puertollano?
La cercanía de la política internacional es muy importante, trato de no perder esa visión de cómo nuestras decisiones afectan al día a día de la ciudadanía. Los alcaldes y alcaldesas hacen un trabajo impresionante. El Gobierno cuenta con los ayuntamientos para el desarrollo de los fondos europeos, las ciudades se están transformando también.