Hay algo muy escandaloso en esta foto del príncipe William: es evidente, pero tiene explicación
Impensable ver algo así en España.
Hace tiempo que, al menos en España, causa extrañeza (cuando no indignación) ver a un niño viajando en coche sin su sillita reglamentaria o, peor todavía, en uno de los asientos delanteros.
Pero no en todos los países pasa lo mismo. La muestra la ha dado este martes el mismísimo príncipe Guillermo, que ha sido fotografiado conduciendo su coche con su hijo Jorge, de seis años, sentado en el asiento del copiloto.
La imagen en España provocaría un fuerte escándalo, pero en Reino Unido no llama demasiado la atención y, de hecho, los medios del país no lo destacan.
Como informa la Comisión Europea en su web, en aquel país los niños pueden viajar tanto en los asientos traseros como delanteros. La normativa, eso sí, subraya que los menores deben utilizar un sistema adecuado de retención infantil.
La revista Vanity Fair apunta que el príncipe Jorge no lleva ninguna silla especial, aunque “parece llevar un alzador que le permite tener una perfecta sujeción con el cinturón de seguridad”.
Las fotografías se han tomado a la salida del tradicional almuerzo antes de Navidad que la reina Isabel II organiza en el palacio de Buckingham y en el que reúne a toda la familia.