Guillermo Giménez: "Al principio me comparaban siempre con Andrés Montes; ahora, casi nunca"
Entrevista con el narrador de la NBA en Movistar+, una de las voces de referencia del periodismo deportivo.
Cuando telefoneamos a Guillermo Giménez (Madrid, 1973) a la hora acordada, nos cuenta que ya tiene todos los "bártulos" para marcharse a Estados Unidos donde, junto a su compañero Antoni Daimiel, narrará las Finales de la NBA para Movistar+.
Giménez lleva ya once años retransmitiendo baloncesto, pero no ha sido hasta hace un par de temporadas cuando se ha convertido en todo un narrador de referencia, creando un lenguaje propio y encandilando tanto a los aficionados a la NBA como a los que no lo son tanto. Entre ellos, a los humoristas del programa La Vida Moderna de la Cadena SER, que han calificado su estilo y sus conversaciones con Daimiel como "una revolución en el mundo de la comedia".
Reconoce estar "derrengao" tras un día (el pasado jueves) en el que acumuló partido y dos programas. Y tras una temporada muy larga, que apenas da descanso desde noviembre hasta junio.
Anoche tuviste narración del Boston Celtics - Cleveland Cavaliers, ¿a qué hora te has acostado?
A las 6:00 de la mañana, pero me ha costado dormirme un montón. Yo creo que hasta pasadas las 7:00 no me he podido dormir.
¿El calor?
No, es que ayer tuvimos tres programas: Minuto 0, Generación NBA+ y luego el partido. Y cuando estás on fire tantas horas, luego cuesta relajarse.
¿Cómo llegáis Daimiel y tú a estas alturas de temporada?
Llegamos derrengados, mucho peor que los jugadores. Nosotros no tenemos ni preparador físico ni masajistas ni nada de nada. A nosotros no nos rotan ni nos da descanso Gregg Popovich [entrenador de los San Antonio Spurs]. Llegamos destrozados.
¿Desconectas en verano o sigues viendo baloncesto?
En verano desconecto prácticamente del todo, pero siempre me entero de lo fundamental. Si hay algún fichaje muy sonado, estoy detrás de ello. No me interesa mucho cada traspasito que haya de jugadores menores, pero de las cosas importantes sí que intento enterarme. Por lo demás, desconecto bastante.
Anoche los Cavaliers pasaron a la final arrollando a los Celtics, ¿habría sido distinta la serie sin la lesión de Isaiah Thomas?
No, yo creo que habría sido prácticamente igual. De hecho, el partido que han ganado ha sido sin Thomas. Es un problema de diferencia física brutal tanto a la hora de defender como a la hora de atacar. Boston no tiene nada en la pintura con lo que defender a LeBron James, evitar los rebotes en ataque de Tristan Thompson o los de Kevin Love, que ha batido su récord de rebotes contra estos Celtics. Thomas podría haber hecho alguna exhibición de las suyas y habría complicado algo más algún partido, pero yo creo que el resultado habría sido 4-1 igual.
¿El año que viene podrán los Celtics solucionar eso con la elección del Draft o con algún traspaso?
Sí, no sólo con la elección del Draft, sino haciendo más movimientos. Se habla de Porzingis en lugar del número uno del Draft. Hombre, con Porzingis cambiaría mucho. Ese equipo con Al Horford al lado, cambiaría bastante. Y luego, haciendo algún movimiento más. Se habla también de Paul George.... Pero bueno, a mí lo de especular sobre equipos del año que viene cuando faltan cinco meses para que empiece la competición no es de mis deportes favoritos.
Con todo, qué alegría y qué sorpresa los Celtics, ¿no?
Sí, la verdad que sí. Han hecho una temporada tremenda. Han sido primeros de la Conferencia Este en temporada regular y finalistas de Conferencia. Para el equipo que tienen, han estado muy bien. Otro éxito de Brad Stevens, el técnico.
Ahora os vais a Estados Unidos para las finales, ¿cómo se afrontan este tipo de viajes? ¿Son muy duros?
El viaje a EEUU es terrorífico, porque nos vamos a las 10:00 de la mañana, así que tendremos que estar en el aeropuerto a las 8:00. Es decir, tenemos que levantarnos a la hora a la que normalmente nos solemos acostar. O sea, que nos vamos a ir sin dormir. Entonces, rascaremos algo en los aviones, lo que podamos dormir, que a mí me cuesta bastante. Sobre todo en el segundo vuelo, que es muy largo, ahí intentaremos dormir. Llegaremos destrozados, cenaremos y nos iremos a la cama. Y nos iremos recuperando allí según pasen los días.
Pero al primer partido del viernes se llega en una situación complicada.
Se llega muerto, muerto. Los mejores son los partidos dos, tres, cuatro, porque estás varios partidos en la misma ciudad. El problema es cuando empiezas a ir uno, uno y uno. Ahí ya no sabes ni qué hora es, es un desastre.
Igualmente, seguro que da para alguna que otra anécdota, ¿qué es lo más raro que te ha pasado en un viaje de estos?
Anécdotas habrá muchísimas y hubo muchísimas el año pasado, cada día, porque estamos en ciudades muy curiosas como San Francisco, donde pasan muchas cosas. Y nosotros somos muy observadores, de cada cosita sacamos punta y hacemos una conversación de tiempo muerto. Sacamos bastante partido. Pero sí que nos pasaron cosas. Que en la calle principal de una ciudad como Cleveland se te cruce un mapache, pues no es muy normal.
Se repite por tercer año consecutivo la final Warriors-Cavs, ¿prevés una serie tan espectacular como la del año pasado?
Yo creo que va a ser una final increíble, porque los dos equipos llegan muy bien y, además, muy descansados. Llegan muy fortalecidos y descansados. Porque tú puedes llegar fortalecido como equipo pero haberte tragado unas series de seis, siete partidos contra grandes rivales. Llegan perfectos y con las estrellas a tope. Creo que va a ser una final histórica. La primera vez que dos equipos juegan tres finales consecutivas. Ni siquiera en la época de Larry Bird y Magic Johnson jugaron tres finales consecutivas. Y creo que va a ser algo tremendo, va a salvar lo que han sido unos playoffs bastante flojos.
¿Crees que la serie irá a siete partidos?
Pues tengo una duda. Necesito medir el nivel real de los Warriors. Porque se han pegado tal paseo... Jugando sin forzar y con rotaciones amplísimas de doce jugadores. Partidos igualados donde, en el segundo cuarto, ya habían jugado doce tíos. No sé bien qué van a hacer los Warriors, si van a acortar la rotación o si van a seguir con esa misma filosofía de rotación amplia. No sé en qué punto están. Eso me hace dudar entre serie larga o serie corta a favor de ellos. Si están como yo sospecho, será 4-1. Si no, será una serie que se decidirá en el séptimo partido, al final del todo.
Entonces, ¿ves favoritos a los Warriors?
Veo favoritos a los Warriors y creo que una serie larga les conviene. Porque, mientras los Cavs tienen una rotación muy corta, los Warriors han rotado mucho. Y eso en el primer, segundo y tercer partido de la serie no se nota. Se nota algo más en el cuarto y en el quinto. Pero en el sexto y el séptimo, eso puede ser fundamental.
Además de los viajes, las piernas cansadas...
¡Y la mente!
Todavía está por decidir el MVP, ¿Westbrook, Harden o Leonard?
Yo siempre digo lo mismo, si se lo dan a Harden y Westbrook a la vez, me parecerá bien. Pero si me tengo que quedar con uno, elijo a Harden. Creo que lo que ha hecho este año es histórico. Que su equipo sea el tercero mejor en temporada regular, con esa plantilla, es algo tremendo. Sin Harden, ese equipo igual no es ni de playoff. En cambio, Westbrook es la estrella de equipo pequeño de toda la vida. Su equipo ha sido el décimo global de la liga y nunca la estrella de un equipo pequeño ha sido MVP. Ni siquiera Michael Jordan cuando promediaba 30 puntos por partido con aquellos Bulls, que entonces no ganaban anillos. Ni siquiera él era MVP.
Este año ha sido la primera vez en la historia con diez españoles en la NBA, ¿cómo has visto a los nuestros este año? ¿De quién te esperabas un mejor año?
La sorpresa positiva ha sido Ricky Rubio, que ha empezado a enchufar. Porque, que sabe jugar al baloncesto, eso estaba testado, pero necesitaba mejorar el tiro y ha asumido la responsabilidad en el tramo final de la temporada. Sobre todo con una anotación constante, no con un partido bueno y al siguiente uno malo. Eso es un paso fundamental en su carrera.
La otra sorpresa ha sido Willy Hernangómez, que ha jugado con un descaro y una personalidad brutales. Creo que va a hacer carrera importante en la NBA.
¿Y hay alguno que te haya decepcionado?
La verdad es que no tengo ninguna decepción respecto a los españoles, más o menos todos han estado en el papel que yo esperaba. He visto a Pau Gasol quizás algo bajo en el tramo final de la temporada. Aunque ha hecho una temporada buena, ya que no es fácil llegar a un equipo nuevo y tan competitivo como San Antonio, a la edad que tiene Pau, que va a cumplir 37 años; y con el nivel de exigencia que tiene Popovich. Y lo ha hecho bien, ¿eh? Pero lo he visto algo cansado en la final de Conferencia.
Este año ha tenido un rol completamente distinto al habitual, de ser titular a salir en el segundo quinteto.
Sí, pero bueno, eso es lógico en un equipazo como los Spurs y con la edad que tiene. No se le puede achacar nada a Pau Gasol. Sí que lo he visto que no ha estado al nivel de la temporada anterior, físicamente. Aunque su lanzamiento de tres ha sido tremendo, ha hecho el mejor porcentaje de tres de la historia.
Sabiendo que iba a haber tantos jugadores españoles en la NBA, ¿planteasteis desde Movistar+ una cobertura distinta o especial para la temporada?
Nosotros dependemos de lo que la NBA nos quiere dar cada noche. La gente nos sigue preguntando y diciendo aquello de: '¿cómo elegís este partido si hay este otro que es buenísimo?'. La gente que todavía no lo haya entendido, de verdad, que se lo haga mirar. ¿De verdad piensan que no sabemos valorar que el otro partido es mejor? El tema es serio. Pero es que nadie vive en la casa que elige; tiene lo que puede pagarse. En este caso, tenemos lo que la NBA nos deja. La NBA no nos deja cambiar los partidos que nos da cada noche. Nos deja cambiar algunos y de vez en cuando. No podemos empezar a decir que vamos a dar partidos de españoles a tope. Aunque quisiéramos, que tampoco nos lo planteamos.
En los últimos dos años te has convertido en una de las voces más reconocibles de la narración deportiva en España, pero te quería preguntar por tus inicios en lo que entonces era Canal +. Entraste en el 95. ¿Siempre haciendo baloncesto?
Pues mira, en mi primer verano, siendo becario, narré rugby y fútbol australiano. Ahí están los partidos emitidos y los documentos. Yo tenía 22 años recién cumplidos y empecé narrando eso. Luego estuve, sobre todo, en programas como El Día Después y Más Deporte. También, como la NBA no empieza hasta noviembre, he narrado mucho fútbol internacional en ese tramo de temporada que va desde finales de agosto hasta noviembre. He narrado mucha Bundesliga, Premier League, Liga holandesa...
¿Cuándo comenzaste con las retransmisiones de NBA?
Esta ha sido mi undécima temporada. Mi primer partido fue en noviembre de 2006, aunque no recuerdo el partido. Sí recuerdo que mi comentarista fue Ramón Fernández. Estuve toda la temporada y ya del tirón hasta ahora.
¿Qué te gusta más narrar, fútbol o baloncesto?
Me lo paso bien con los dos. Lo que pasa es que la NBA te da unas licencias, con los tiempos muertos, de poder hablar de cosas, con los partidos largos. También la hora te pide que tengas entretenida a la gente que está ahí tirada en el sofá. Es más completo y más divertido.
¿Cuántas veces te han comparado con Andrés Montes?
Al principio, cuando empecé, muchas. Y ahora, casi nunca.
¿Y está bien hecha la comparación?
La entiendo. Porque el concepto y la manera de entender las retransmisiones es parecida. Pero ni mis palabras son sus palabras, ni mis expresiones son sus expresiones. Yo rara vez le pongo un mote a un jugador, no es mi norma. Le suelo poner nombres a las jugadas, a las cosas que pasan en la cancha. Yo no llevo pajarita. En fin, hay muchas diferencias. Él era un maestro y para mí era un ídolo. Yo le he admirado mucho a Andrés Montes. Entiendo que nos compararan, pero el que ya lleve un tiempo escuchándome sabrá que no nos parecemos.
Picorcito, picaflor, chof, in the middle... Lo cierto has creado todo un lenguaje propio.
Sí, tengo un sobrino de 15 años y me dice que en su colegio, cuando juegan al baloncesto, es todo así: "Vaya chufla te has tirado", "ha sonado chof" y "estoy notando el picorcito".
De todas estas expresiones, quizás la más famosa es "ha sonado chof". Esta frase tiene algo que ver con un juego de tu infancia, ¿no es así?
Sí. Cuando jugábamos al baloncesto, tratábamos de meter un tiro con el mayor arco posible. Lanzando la pelota lo más arriba posible para que, al caer, si entraba limpia y con mucho arco, sonaba "chof". Cuando lo conseguíamos, empezábamos a gritar "¡chof!". Y nada, hasta que me salió en una retransmisión y ya no paré.
Otro rasgo reconocible de las narraciones son las conversaciones con Antoni Daimiel, ¿cómo surgen ese tipo de charlas? ¿Lo habláis antes o se os ocurre en plena retransmisión?
Jamás Antoni y yo hemos hablado de lo que vamos a decir en el plató. Ni siquiera de temas puramente baloncestísticos. Desde que llegamos, nos maquillamos, preparamos el partido, no hacemos ningún comentario el uno al otro sobre ningún tema de los que se vaya a hablar. Ni siquiera le cuento si llevo preparadas imágenes en la escaleta. Nada. Se trata de pillar al otro por sorpresa y que sea totalmente espontáneo e improvisado. Si no, pierde su valor. Entonces, cuando tenemos una conversación de la vida o de lo que sea, es exactamente igual. Yo no he pensado de lo que voy a hablar.
A veces, en verano, estoy en vacaciones y escucho a la gente hablar y digo, esto que acabo de escuchar, este tío hablando con la i: "amiguis", "fotis"; esto es para comentarlo en un tiempo muerto. Y un día, en mitad de noviembre, descubro que los New York Knicks están llenos de jugadores con nombres que tienen una i al final: Porzingis, Willy... Y entonces, te acuerdas de aquello que escuchaste en agosto de las fotis y los amiguis. Con lo cual, es todo realmente improvisado.
¿Y hay gente que se cabrea por tener estas conversaciones y no hablar de aspectos técnicos del baloncesto?
Sí, son exactamente siete personas en toda España, que tenemos localizadas. Son siete. Entonces, tenemos dos opciones: o hacer caso a esos siete o a los otros cientos de miles.