El poco habitual gesto de dos presidentes del PP con Sánchez durante la Conferencia de Presidentes
No le va a gustar nada a Pablo Casado.
Se prometía una Conferencia de Presidentes bronca y muy difícil para el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero terminó siendo algo totalmente distinto.
Apenas hubo críticas. Tan sólo Ayuso, con su habitual tono contra el jefe del Ejecutivo, y algunas en tono más mesurado de Juanma Moreno, presidente andaluz, y Feijóo, que centró su tiro en el resultado de la reunión.
No fue lo que se preveía porque Sánchez consiguió aplacar la ira de algunos presidentes autonómicos anunciando 3,4 millones de nuevas vacunas en agosto y adelantando cómo será el reparto de los ansiados fondos europeos.
De hecho, según explicó en rueda de prensa el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, durante la Conferencia ocurrió algo totalmente inesperado que seguro no va a gustar mucho al líder del PP, Pablo Casado.
De acuerdo a su relato, fue “el día para él más cómodo y diría que políticamente más glorioso de todos los que ha tenido en las reuniones que hemos mantenido con él”.
“Baste decir”, explicó Revilla, “y esto es cierto, que han acabado todos, al menos todos los que yo he visto, y estaba entre dos presidentes del PP, aplaudiéndole enfervorizadamente, cosa que no había ocurrido nunca”.
″¿Qué es lo que ha pasado? Pues no lo sé”, prosiguió el presidente cántabro, quien buscó esta explicación a lo que vio: “Probablemente, que no estamos tan descontentos en general con cómo se están llevando las cosas. Primero, todo el mundo estaba muy preocupado con cómo se van a repartir los fondos europeos. Ahora sabemos que el 55% lo vamos a administrar las comunidades. El Gobierno no tiene una actuación, que preocupaba a muchas autonomías, tan libre para manejar los fondos. Luego el anuncio de que llegan 3,5 millones de vacunas más en agosto. También es cierto que ha llegado dinero de Europa a las comunidades autónomas, que hay una cierta holgura económica, que Europa se ha portado... y todo eso se traduce en un clima en que es difícil hincarle el diente al presidente”.