El futuro de Boris Johnson está en manos de esta funcionaria
En realidad, Reino Unido está completamente dirigido por una mujer llamada Sue Gray.
Nunca habías oído ni leído su nombre, pero tiene el destino de Reino Unido, o al menos del primer ministro británico Boris Johnson, en sus manos. Susan Gray está al mando de la investigación sobre la fiesta organizada por el Gobierno mientras el país estaba confinado por la pandemia. Las conclusiones de su informe podrían empujar al primer ministro hacia la puerta de salida.
Boris Johnson admitió el miércoles 12 de enero que había asistido a un acto en Downing Street el 20 de mayo de 2020 mientras su país estaba confinado por la pandemia. Aunque aseguró que creía que la fiesta BYOB (‘trae tu propia bebida’) se trataba de una reunión de trabajo y se disculpó, los británicos siguen considerando que los hechos son intolerables, incluso desde su propio partido, donde ya empiezan a pedir su dimisión. Para salir del paso (al menos temporalmente), el primer ministro sigue mencionando a una tal “Sue Gray” y a su investigación en curso.
¿Pero de quién se trata? Susan Gray, de 64 años, es una alta funcionaria del Gobierno británico, segunda secretaria permanente de la Oficina del Gabinete (el departamento responsable de garantizar el buen funcionamiento del Gobierno). En términos prácticos, esto la convierte en “la persona más influyente de la que nunca se oye hablar”, como explicó la BBC en 2015.
Oliver Letwin, antiguo diputado y ministro del Gabinete, fue citado por The Guardian diciendo: “Me llevó dos años darme cuenta de quién estaba dirigiendo nuestro país. En realidad, Reino Unido está completamente dirigido por una mujer llamada Sue Gray, que es la directora general de propiedad y ética en el Gabinete de la Oficina. Para que las cosas sucedan ella tiene que haber dado su consentimiento”.
Según la página web del Gobierno, Sue Gray se incorporó a la Oficina del Gabinete a finales de los años 90, tras varios años en los Departamentos de Transporte, Sanidad y Trabajo. También afirma que pasó un tiempo en Irlanda del Norte a finales de los años 80 tras comprar y dirigir un pub con su marido.
El pasado mes de diciembre se le asignó la investigación interna sobre los escándalos en Downing Street, la residencia del primer ministro, tras descubrirse fiestas de despedida, cenas de Navidad y otros eventos celebrados en mayo, noviembre y diciembre de 2020. Anteriormente, el caso había sido asignado al alto funcionario Simon Case, que tuvo que dimitir tras descubrirse que había asistido a un acto de este tipo en su propio servicio.
No es la primera vez que Sue Gray investiga escándalos en el Gobierno. En 2017, fue la responsable de la investigación que llevó a dimitir al ministro Damian Green, cercano a la entonces primera ministra Theresa May. Este había mentido después de que se descubrieran imágenes pornográficas en su ordenador de trabajo.
El mismo destino corrió Andrew Mitchell. Mientras ejercía como whip (literalmente, ‘látigo’, el diputado encargado de mantener la disciplina del partido) del Gobierno conservador en 2017 bajo el mandato de David Cameron, insultó a unos agentes de Policía y se vio obligado a dimitir tras una investigación, de nuevo, de Sue Gray. ¿Podría Boris Johnson sufrir el mismo destino? El informe sobre la investigación no se espera hasta finales de la semana que viene, como muy pronto, según The Times.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Francia y ha sido traducido del francés por Daniel Templeman Sauco.