Las fuerzas israelíes atacan los asistentes al funeral de la periodista de Al Jazeera
Han utilizado gas lacrimógeno y granadas de aturdimiento.
Cientos de personas se han agolpado para acompañar el traslado a una iglesia del cuerpo de Shireen Abu Akleh, la periodista de Al Jazeera muerta este miércoles mientras cubría una redada del Ejército en Yenín.
La policía israelí ha cargado con gas lacrimógeno y con granadas de aturdimiento contra los asistentes que querían llevar a hombros el ataúd, envuelto en la bandera palestina, enseña que no se puede mostrar en Israel, que controla la parte este de Jerusalén desde que se la anexionara en 1980.
Según reporta Al Jazeera, que ha retransmitido en directo todo el funeral, las fuerzas israelíes preguntaban a los asistentes si eran “cristianos o musulmanes” y solo permitían entrar a los cristianos.
“Shireen viva tenía mucha influencia, pero muerta tendrá todavía más”, ha dicho a esta cadena uno de los asistentes al funeral en una iglesia en Jersusalén.
La periodista falleció después de que una bala le alcanzara en la cabeza, mientras que otro compañero periodista, Ali al Samudi, fue herido con una bala en la espalda y su condición es estable.
La ONU ha pedido “a las autoridades competentes llevar a cabo una investigación transparente” sobre los hechos y “garantizar que los responsables rindan cuentas”.