Siete frases que jamás deberías usar en una discusión
"Es comprensible querer evitar toda confrontación cortándola desde el primer momento, pero utilizar estas palabras es un método infalible para lograr que vaya a peor".
Si de verdad quieres cabrear a alguien en una discusión, prueba a decirle que se calme.
Como bien sabrá cualquier persona que haya dicho esas palabras, pocas veces surten el efecto deseado. Expresiones como "relájate" o "cálmate un poco" más bien logran que la otra persona se enfade y se ofenda más, sobre todo si su estado de ánimo ya estaba alterado.
De forma similar, actitudes como poner los ojos en blanco, refunfuñar, cerrarte en banda o decir determinadas frases pueden convertir una discusión constructiva en un griterío improductivo.
Descubre las siete frases que, según los terapeutas, jamás deberían decirse en una discusión con amigos, familiares, con la pareja... o con nadie, en realidad.
1. "Tú nunca..." o "Tú siempre..."
"Este tipo de frases de todo o nada suelen ser exageraciones utilizadas para ilustrar algún asunto o provocar una respuesta emocional. Sin embargo, estas afirmaciones son muchas veces imprecisas (por ejemplo: ¡Nunca me escuchas!) y pueden hacer que tu pareja pase a la defensiva. De este modo, probablemente se perderá el mensaje principal que intentas transmitir y se centrará en demostrarte que no tienes razón, conduciendo la discusión a un círculo vicioso que no lleva a ninguna parte.
En lugar de eso, trata de ser específico y objetivo sobre lo que te molesta, habla en primera persona y cíñete a los hechos. Por ejemplo: 'Me dolió y me sentí ignorado cuando te pedí que recogieras tus cosas antes de que viniera la empresa y no lo hiciste. La próxima vez que tengamos invitados, agradecería que me echaras una mano'". ― Tara Griffith, terapeuta matrimonial y familiar y fundadora de Wellspace SF.
2. "Te comportas igual que tu madre"
"O igual que tu hermano, o que el loco de tu mejor amigo, o que tu tío borracho, etc. Esta táctica desestima el asunto principal y busca directamente la difamación. El resumen de esta estrategia es: si estás perdiendo la discusión, destruye a tu oponente. Puede que hayas actuado como tu madre, pero el problema no es ese ahora". ― Winifred M. Reilly, terapeuta matrimonial y familiar y autora de It Takes One to Tango.
3. "Hablaré contigo cuando vuelvas a actuar de forma racional"
"La propia afirmación en raras ocasiones es racional. Su función es infligir daño emocional en vez de pedir una pausa. Cuando una discusión se acalora, es buena idea tomarse una pausa (de unos 20 minutos) para que la adrenalina y el cortisol se estabilicen. Identificad la causa química del problema: 'Esto se está desmadrando. Me estoy desmadrando. Es la maldita adrenalina y el cortisol. Vamos a tomarnos 20 minutos para poder hablar de forma respetuosa sobre lo que queremos y nos merecemos'",Steven Stosny, psicólogo y autor de Love Without Hurt.
4. "Tú y yo hemos terminado. Me rindo"
"Las palabras sí que importan. Evita decir cosas de las que te arrepentirás más adelante. Amenazar con el abandono es probablemente lo más doloroso que le puedes hacer a tu pareja, sobre todo si no lo dices en serio. Una cosa es querer tomarte tu tiempo y algo de espacio para pensar y calmarte y otra cosa es decir 'Ya no te quiero y me voy'. La punzada de esas demoledoras palabras duele profundamente, destroza la confianza y no se puede deshacer.
En vez de gritar, tomaos un tiempo para calmaros, centrar la mente y recuperar la compostura. Prometed que volveréis en una fecha concreta". ― Sheri Meyers, terapeuta matrimonial y familiar y autora de Chatting or Cheating: How to Detect Infidelity, Rebuild Love and Affair-Proof Your Relationship.
5. "Eres un/a @#$%&"
"No tiene nada de constructivo recurrir a insultos o a un lenguaje degradante o peyorativo. Este tipo de insultos suelen usarse para expresar enfado y hacer que la otra persona se sienta mal, pero nunca llevan a ningún tipo de solución. Por el contrario, sí que pueden provocar contrataques, pueden deteriorar las relaciones y hacer que te sientas culpable, además de todas las emociones negativas que ya sentías. Trata de centrarte en el problema específico o en cómo te hacen sentirte las acciones de la otra persona en lugar de atacar". ― Gina Delucca, psicóloga clínica de Wellspace SF.
6. "¿Por qué haces una montaña de un grano de arena?"
"Esta pulla insinúa que el enfado de la otra persona no tiene ningún fundamento. La mayoría de las ocasiones no hará más que echar leña al fuego, ya que cuando estamos enfadados, lo que queremos es que nos escuchen y nos comprendan, no que nos digan que somos unos exagerados y que estamos haciendo el ridículo. Una táctica más inteligente es preguntar: '¿Por qué te enfadas por esto?'". ― Winifred M. Reilly.
7. "No, otra vez no. ¿Es que no puedes olvidarlo y pasar página?"
"Cualquier frase que insinúe que el punto de vista de tu pareja no es válido o que su reacción no es la adecuada, como 'Eso son tonterías', 'Se te está yendo la olla', 'Cálmate, que te estás pasando' o 'Ay, Dios, ya estamos otra vez' (con los ojos en blanco) es lo mismo que decirle 'Tienes un problema, no respeto lo que me tengas que decir y no quiero escucharte, hablar ni cambiar'.
Sí, discutir es algo estresante, y es totalmente comprensible querer evitar toda confrontación cortándola desde el primer momento, pero utilizar estas palabras es un método infalible para que vaya a peor. En vez de actuar así, acércate y muestra interés. Dale crédito a tu pareja diciéndole: 'Háblame más de cómo te sientes y de por qué estás tan enfadado. Quiero entenderte. Vamos a resolverlo juntos. Somos un equipo'". ― SheriMeyers.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.