El nuevo Colón: un pinchazo con un Casado sin pisar la plaza y sin foto con Abascal
La derecha más dura vuelve a la calle por los indultos pero evidenciando su división.
San Antonio no obró su milagro este 13 de junio. La plaza de Colón ha vuelto a concentrar a la derecha más dura protestando contra los indultos, pero con muchas diferencias respecto a la foto de 2019. En esta versión 2.0 ha habido mucha menos gente, no se ha producido foto conjunta de PP, Cs y Vox y Pablo Casado ni ha pisado la plaza, quedándose en las calles aledañas y soportando que, a su lado, Isabel Díaz Ayuso le ganara en vítores.
La derecha había diseñado -a través del grupo Unión 78- una manifestación masiva ante los inminentes indultos, disfrazándola de concentración de sociedad civil, y con las encuestas a favor (una especie de inicio de una extenuante campaña de dos años). Pero ha empezado pinchado hasta en las cifras. Según la Policía Nacional, la asistencia ha sido de 25.000 personas, en tanto que la Policía Municipal estima que han sido 126.000. Además de la guerra de cifras, estos número son mucho menores que en la concentración de hace dos años, cuando la Policía Nacional registró 45.000 y los organizadores hablaron de 200.000.
Una manifestación contra Pedro Sánchez… pero que ha mostrado a unas derechas sin ganas de encontrarse. O más bien, evitándose. El líder del PP, Pablo Casado, ni siquiera ha pisado la plaza de Colón, para evitar cruzarse, saludar y retratarse con el presidente de Vox, Santiago Abascal. El ‘popular’, se ha quedado muy, muy, muy lejos del escenario. Apenas ha bajado unos metros la calle Génova -sede del PP- para hacer campamento en la confluencia con la calle de Recoletos, en el asfalto. Nada de entrar dentro de la plaza de Colón.
Ni siquiera ha atendido Casado a los medios allí, lo hacía en las puertas del Partido Popular minutos antes. Su mensaje: que Pedro Sánchez mire a la cara a los españoles y que diga que quiere vender España. Pero no se ha escuchado muy bien, pues lo han interrumpido manifestantes al grito de “Pablo Casado nos has abandonado”. Rafa Hernando se ha encarado con ellos.
Lo que ha tenido que comprobar en directo Casado, y a su vera, es el tirón de Isabel Díaz Ayuso. Ella también ha tenido que interrumpir sus declaraciones, pero por otro motivo: los gritos de “presidenta, presidenta”. Sin duda, en el termómetro de fans en Colón ella ha arrasado en vítores. De hecho, el líder del PP ha tenido que escuchar algún “cobarde” y un “Ayuso, tú puedes sola”. Pero también había un grupo de jóvenes cachorros cerca para intentar neutralizar con un “oa, oa, oa, Casado a La Moncloa” (aunque la multitud alrededor no recogía el guante).
Ayuso, que se ha quedado con Casado en las proximidades, sólo tenía competencia dentro de la plaza con Abascal y con Cayetana Álvarez de Toledo (había cola para hacerse selfies con ella). ¿Qué es eso de la distancia social? Abrazos y besos, bajo la estatua de Blas de Lezo, entre los dirigentes de Vox. Cs también se quedaba en otra esquina, pero al lado de la Biblioteca Nacional. Hoy España no Suma. El mensaje de Abascal: “Volvemos a Colón sin miedo y sin vergüenza a ningún tipo de foto”.
Pero para mensajes el de Ayuso a las puertas de Génova, convertida ya en la líder in pectore de la derecha española, implicando a la casa real: “¿Qué va a hacer el rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos? ¿Le va a hacer cómplice de eso?”. Lo ha llamado la “foto de la dignidad”, pero no ha posado con Cs y Vox. ¡Ah, bueno! Se le ha pegado un buen rato Toni Cantó en la conversación (¿cómo qué cuenta?).
Entre conversación y conversación, ni Casado ni Ayuso ni Almeida han hecho caso a los discursos. Ni aplaudir. De hecho, el líder del PP ha estado a punto de irse incluso antes de que hablara Rosa Díez (desde donde estaba ni avistaba a centenares de metros el escenario). Una colaboradora le ha dicho que no había acabado y que debía esperar. Por allí, estaban para hacerse fotos también Ana Pastor, Andrea Levy y José Manuel García-Margallo (con quien más ha hablado el líder popular). Todo sazonado con gritos a favor de Ayuso.
¿Y qué se ha dicho sobre ese escenario? La exlíder de UPyD y exdirigente socialista Rosa Díez ha acusado a Pedro Sánchez de “pervertir” la democracia y ceder ante el “golpismo”. A su juicio, el PSOE quiere “destruir” España, con el aviso de que irán a Colón las veces que sean necesarias: “Volveremos a unirnos aquí siempre para defender la democracia”. Por cierto, que el acto se ha retrasado casi una hora por problemas técnicos con el sonido. “Estoy aquí por coherencia”, ha dicho antes el escritor Andrés Trapiello, que ha remarcado que se trata de un “acto de utilidad pública”.
Mucha bandera de España entre el público, gritos de “dimisión” entre los asistentes, con bufandas de Vox predominando sobre objetos del PP o Cs (por cierto, la bandera grande y la bufanda a diez euros en los puesto ilegales colocados cerca de la plaza). Sombreros de paja, crema solar, polos de Ralph Lauren (pero también marcas patrias con enseñas nacionales). Con las terrazas cercanas atestadas, que tocaba también vermú. Pasa la una de la tarde: el equipo de seguridad hace un pasillo. Casado sale pitando, sin pisar la plaza, se va por un lateral de Castellana y le espera un coche en Montesquinza. Colón ya no es lo que era.