7 formas de apoyar a los profesores de tus hijos en un curso escolar sin precedentes
Este año, más que nunca, padres y profesores debéis remar en la misma dirección.
Independientemente de cómo se reanuden las clases, está claro que este va a ser un curso diferente. La rutina ha cambiado. Es mucho lo que está en juego. Los padres y los profesores están al límite y, ahora más que nunca, deben remar en la misma dirección.
Los padres, evidentemente, quieren facilitarles la labor a los profesores, que están arriesgando mucho para guiar a sus hijos en estos tiempos sin precedentes. Por ello, la edición estadounidense del HuffPost se ha puesto en contacto con varios profesores para saber cómo les gustaría sentir el apoyo de los padres.
Prácticamente todos los profesores subrayan este punto por encima de los demás. Ten paciencia y mantén la calma mientras los profesores hacen lo posible por sacar el curso adelante.
“Las cosas están cambiando de un día para otro”, comenta la profesora de educación especial Karen Malone. “No sé si los padres comprenden lo rápido que están cambiando las cosas y la cantidad de normativas sobre las que no tenemos ningún control”.
“Comprobad la bandeja de entrada y leed todos los correos con cuidado”, pide Sandra*, una profesora de secundaria que prefiere mantener el anonimato por posibles repercusiones en el trabajo.
“Somos conscientes de que son muchos correos porque somos nosotros quienes los estamos mandando, pero si enviamos tantos recordatorios, es por algo”, añade. “Las cosas están cambiando rápidamente y es esencial que los padres se mantengan al día de lo que hacen sus hijos en el colegio”.
Este año, los profesores van a ir más justos de tiempo, de modo que probablemente no puedan seguir repitiendo una y otra vez la misma información.
“Tenemos un horario de trabajo, pero también necesitamos descansar para mantener la salud”, comenta Laura*, maestra de infantil que también prefiere mantener el anonimato.
La situación de este nuevo curso escolar no solo es diferente para tus hijos, también para sus profesores, que ahora necesitan más comunicación para saber si conviene hacer cambios.
“Si hago algo que no funciona y nadie me lo dice, voy a seguir haciéndolo”, explica Kelly Page-Iacovoni, profesora de educación especial. Es en estos momentos cuando más retroalimentación necesitan los profesores.
Retroalimentación, no críticas destructivas.
“Los profesores interiorizan como ataques personales muchas de las críticas que les hacen los padres que están frustrados”, asegura Michelle Howell Smith, profesora y madre. “Recuerda ser amable porque hay muchas cosas que no dependen de los profesores”.
“Ahora tengo mucho más cuidado a la forma de expresarme”, señala Howell Smith, cuyos hijos tendrán que asistir a clases online este curso. “En vez de quejarme cuando apenas haya clases presenciales, quizás les digo: a mi hijo le encantaría veros más en persona”.
En un curso tradicional, los profesores lo tienen más sencillo para darse cuenta de lo que no funciona. Este año, a distancia, las cosas se complican.
“Cuando algún padre o madre me hace saber que mi trabajo está ayudando a sus hijos, me hace sentir bien”, comenta Page-Iacovoni. Además, cuando sabes que algo funciona, tratas de replicar los resultados en otros alumnos.
Un consejo: es muy útil ponerse en contacto con los profesores de tu hijo al inicio del curso para escoger la forma que mejor os venga de mantener una comunicación fluida: WhatsApp, correo, teléfono... De este modo, será más sencillo evitar malentendidos y manteneros informados.
5. Enséñales a tus hijos pequeños a ponerse la mascarilla y a adoptar las medidas de precaución necesarias.
Ayuda a sus profesores enseñándoles a tus hijos a ponerse la mascarilla y a dejársela puesta si pertenecen al rango de edad en el que se les exige esta medida, sugiere Page-Iacovoni. Si todavía no han alcanzado esa edad, conviene que la lleves puesta tú para que se acostumbren a ver adultos con mascarilla. Enséñales también a lavarse las manos correctamente y a no tocarse la cara. Háblales de la importancia de mantener las distancias.
Sí, los profesores también pueden enseñarles a hacerlo, pero si vienen aprendidos de casa, más tiempo podrán dedicar a otras actividades didácticas.
“Se me llenan los ojos de lágrimas cuando pienso en los pequeños gestos que tienen los pequeños con sus profesores”, afirma Lee Scott, presidenta del consejo educativo de su centro. “Los profesores piensan: la situación me da miedo, pero quiero mucho a estos niños, me encanta lo que hago y disfruto viendo sus caritas sonrientes. Y si encima notas que agradecen tu esfuerzo, mejor que mejor. Ahora más que nunca”.
Escríbele un mensaje rápido a los profesores de tus hijos para darles las gracias. También puedes animar a tus hijos a hacerles un dibujo o a darles algún regalo, aunque realmente vale con demostrar que valoras su trabajo.
Laura, la maestra de infantil, quiere que los padres tengan en cuenta que tanto ella como sus compañeros dan siempre lo mejor de sí mismos, pero que este año quizás eso no sea suficiente para alcanzar los objetivos habituales. Una vez más, paciencia, lo están intentando.
“Me gustaría que los padres supieran que tendrán que adaptar sus expectativas este año. Mis compañeros y yo ya llegamos agotados al primer día de clase, que no es nuestro primer día de trabajo. Hemos tenido que planificar al detalle todo lo que las autoridades han dejado en el aire, lo que supone una responsabilidad extra en un año en el que ya estamos afrontando un mayor estrés por tener que dar clase en unas condiciones tan poco seguras”, expone.
Otra forma de ayudar a los profesores de tus hijos es pensar en vosotros como un equipo.
“Muchos padres dicen: ‘No puedo trabajar y darles clases a mis hijos a la vez’. Pero es que no estamos pidiendo que deis clases, solo pedimos que nos facilitéis la labor preparando a vuestros hijos para que nosotros podamos darles clases”, aclara Page-Iacovoni, profesora con tres hijos. “Me gustaría que se dieran cuenta de que no todo el peso recae sobre ellos. Estamos aquí para trabajar juntos por el bien de sus niños”.
“Comprendemos que para los padres también ha sido duro y los profesores agradecemos profundamente el esfuerzo que hicieron durante la primavera. Está claro que no irá bien si no actuamos como un equipo y agradeceremos si los padres nos dan un empujoncito”, pide Malone.
Pero los pequeños también deben colaborar.
“Anima a tus hijos a pedir lo que necesiten”, propone la profesora de secundaria Meghan Chateau Ciechanowski. “Decidnos vuestras necesidades y poneos en contacto cuando esas necesidades cambien. No podemos leer la mente de nadie”.
Y recuerda: este año, más que nunca, padres y profesores debéis remar en la misma dirección.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.