Fernández Díaz niega haber ordenado la Kitchen: "Ni a Martínez ni a nadie"
El máximo dirigente político imputado responde en el Congreso después de que el juez considerara que la trama se ideó en su departamento.
El exministro del Interior Jorge Fernández Díaz ha negado rotundamente haber dado ninguna orden “a nadie” para desplegar la operación Kitchen, tampoco a su segundo, Francisco Martínez, con quien ha admitido estar “profundamente decepcionado”, que no traicionado, y que está procesado, como él, en la Audiencia Nacional.
Fernández Díaz ha comparecido en el Congreso en la vigésimo tercera jornada de la comisión de investigación abierta en torno a la operación Kitchen, una trama parapolicial de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas presuntamente orquestada desde el departamento que él dirigió y por la que está procesado en la Audiencia Nacional.
Al igual que ha hecho siempre en sede judicial, Fernández Díaz se ha vuelto a desmarcar ante los diputados de la operación, que, ha asegurado, “no la hubiera tolerado nunca”, y ha negado la tesis del juez de que se la ordenó al secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez: “Ni al señor Martínez ni a nadie, así de rotundo se lo digo”.
“No tuve conocimiento de la denominada operación Kitchen (...) No tuve nunca conocimiento de eso”, ha reiterado más tarde Fernández Díaz, que ha vuelto a recelar de los mensajes sobre la trama que le atribuye su exnúmero dos y que condujeron a su imputación.
Preguntado sobre otros exdirigentes del PP como la ex secretaria general María Dolores de Cospedal y el expresidente Mariano Rajoy, citados en las próximas semanas en la comisión, Fernández Díaz no ha querido señalar a nadie: “No acuso a nadie, estoy defendiéndome”.
No obstante, más tarde ha indicado que “ni el presidente ni la secretaria general” le hicieron “ninguna referencia a los casos de corrupción que afectan al partido”, como Gürtel, Lezo o Púnica.
Su relación con el comisario Villarejo
Acompañado de una serie de documentos -el exministro ha asegurado haberse preparado la comparecencia-, ha manifestado que únicamente se ha cruzado con el excomisario José Manuel Villarejo en dos ocasiones y ha asegurado que “nunca” ha despachado con él, de modo que no pueden existir grabaciones que le involucren.
“Honradamente, no tengo nada que ocultar”, ha dejado claro desde el primer momento cuando le han preguntado por la primera vez a la que se sometió a una comisión, la celebrada en 2017 a raíz de la filtración de una conversación en su despacho con el jefe de la oficina antifraude de Cataluña, en la que el Congreso dictaminó que hizo uso de una policía “patriótica” para perseguir a políticos soberanistas y a otros rivales políticos.