Ni cataratas como en el porno ni pis: lo que tienes que saber de la eyaculación femenina

Ni cataratas como en el porno ni pis: lo que tienes que saber de la eyaculación femenina

Hay un truco para llegar a ella con facilidad.

Adivina adivinanza… Para los hombres es un trofeo, para las mujeres es un motivo de vergüenza. ¿Qué es? La eyaculación femenina.

Muy poco se habla de este fenómeno, que algunas mujeres confunden con haberse hecho pis encima, y que para muchos hombres es un fetiche sexual. En esto tiene mucho que ver el porno y lo que se conoce como squirting. Lo único cierto es que es un tema tan tabú como desconocido.

  5dd7e50d2500009618d2de9dTomasz Pasternak / EyeEm via Getty Images

Las expertas coinciden en que la eyaculación femenina no está lo suficientemente estudiada, pero no se trata de algo tan sumamente espectacular como se refleja en las películas porno ni tampoco es algo de lo que avergonzarse. Sencillamente son fluidos propios de las relaciones sexuales, solo que estamos más acostumbrados a verlos en los hombres.

Por suerte, las principales dudas que tienen la mayoría de mujeres tienen respuesta. Así que si alguna vez te has planteado alguna de ellas, toma nota.

Eyacular y disfrutar no siempre van de la mano

No todas las mujeres eyaculan con frecuencia: solo entre el 10% y el 54% lo hacen, según recoge un estudio de la International Society for Sexual Medicine publicado en 2011.

El no estar en este grupo no debe ser motivo de obsesión o frustración, explica la sexóloga y embajadora de Lelo, Valèrie Tasso. “Porque una mujer no pueda eyacular no pierde erotismo ni capacidad de llegar al orgasmo”, añade la sexóloga Elena Requena.

Según esta, “en principio todas las mujeres podrían experimentarla, aunque algunas con más facilidad que otras”.

Un fluido que genera debate

“No hay consenso científico sobre la eyaculación femenina, algunos siguen diciendo que es pis y otros que otra cosa”, explica Tasso. Aunque sí hay que diferenciarla de otro fenómeno más común como es la incontinencia por penetración, fruto del esfuerzo de la relación sexual.

El estudio de 2011 señala que hasta un 66% de las mujeres sufren este tipo de pérdidas de orina. Esta incontinencia es una patología, que tiene que ser tratada por un experto y suele producirse porque el suelo pélvico no está suficientemente fortalecido o por un trastorno en la uretra. 

Tasso da la clave para distinguirlo: “La eyaculación no huele, ni tiene color, ni siquiera deja cerco en la ropa de cama”. Además, Requena indica que en la eyaculación hay un componente que no está presente en la orina: es el antígeno prostático (PSA), que hasta 2014 solo se había identificado en hombres.

La eyaculación femenina no huele, ni tiene color, ni siquiera deja cerco en la ropa de cama
Valèrie Tasso, sexóloga y embajadora de Lelo

En cuanto a qué es exactamente este fluido hay dos teorías para explicarlo:

Por un lado, está la que señala que el flujo se segrega por las glándulas de Skene o glándulas parauretrales, colocadas debajo del clítoris y a cada lado de la uretras. “Estas glándulas minúsculas son como las branquias de los peces, que se abren y se cierran. Están rodeadas de un tejido y desde allí sale la eyaculación femenina”, detalla la sexóloga. 

  Esquema de las glándulas de Skene, clítoris y vagina.Cortesía de Valèrie Tasso

“Hay mujeres que tienen las glándulas de Skene cerradas y no pasa nada, no somos máquinas de gozar”, detalla Tasso. Sin embargo, señala que no se puede ver a simple vista si están abiertas o cerradas por su escaso tamaño. Esto explica por qué no todas las mujeres puedan eyacular.

Por otro lado, está la teoría que señala que el líquido se genera en la vejiga, aunque esta tiene menos fuerza. “Otros dicen que sale directamente de la uretra y que es sencillamente pis, pero en 2014 se hizo un estudio con mujeres que antes de eyacular fueron al baño para hacer pis y dejar la vejiga vacía.  Ahí cayeron en la cuenta de que este líquido se generaba directamente en la vejiga como forma de evitar infecciones como la cistitis”, añade Tasso.

El secreto está en saber dónde tocar

En estimular el punto G está el secreto de la eyaculación femenina, que no necesariamente va acompañada de un orgasmo, aunque suele ser lo más común. 

“El punto G está entre 5 y 8 centímetros dentro de la vagina en la pared frontal hacia el ombligo y no hacia la espalda. Se nota como una zona áspera y tocarlo es una forma de estimular el clítoris y las glándulas de Skene”, apunta Tasso. Para excitarlo, “hay que hacer un gesto con el dedo corazón que sea como golpearlo, lo que se conoce como la técnica Spiderman o ’ven aquí”. “Aunque den ganas de mear”, recomienda Tasso.

Lo mejor es hacerlo una misma primero, aunque también se puede practicar en pareja. “Las mejores posturas serían la mujer bocaarriba con las piernas hacia arriba y su pareja haciendo el gesto para estimular el punto G”, detalla Tasso. También puede conseguirse con la penetración, según Requena, que explica que “cualquier práctica que provoque la estimulación de la zona parauretral puede concluir con una eyaculación”.

  Técnica 'Spiderman' o 'ven aquí' para estimular el Punto G.Cortesía de Lelo y Valèrie Tasso.

Ambas sexólogas ponen el foco en el autoconocimiento y el autoerotismo y recomiendan no obsesionarse con eyacular. “Muchas veces es algo involuntario”, apunta Requena. Las dos señalan la importancia de emplear juguetes sexuales que estimulen la zona, como ”Gigi, de Lelo, que al tener una punta plana favorece la estimulación del punto G”, señala Tasso.

Otro factor que juega a favor, además del autoconocimiento y de la apertura de las glándulas de Skene, es la fortaleza del suelo pélvico. “Si tienes un suelo pélvico muy trabajado te permitirá tener un orgasmo con eyaculación mucho más potente que una mujer que ya ha tenido tres hijos por parto natural”, detalla Tasso.

No, no es una fuente

Hay mujeres que eyaculan más y otras que menos, igual que sucede con los hombres, pero hay que desterrar la imagen de cataratas como se muestra en el squirting popularizado en el porno, donde parece que las mujeres abren un grifo entre las piernas. 

En estas producciones, para que sea más visual, las actrices se dan duchas vaginales antes grabar determinadas escenas, consumen mucha agua y, sobre todo, fingen, de ahí que no sirvan de referencia.

Para Tasso, las rain woman (mujeres lluvia), popularizadas en el porno, han hecho daño a la obsesión de las mujeres —y los hombres— por conseguir la eyaculación femenina. “Las actrices te dirán que pueden tener una eyaculación femenina, pero no siempre en el momento adecuado. Tienen que beber mucha agua y fingir”, detalla.

Se bebe mucha agua porque, según Requena, este tipo de eyaculación es orina. “Diferencio la eyaculación al uso del squirting que solemos ver en la pornografía, donde la eyaculación es también parte de orina de una forma más abundante e intensa”, aclara.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es