Las autoridades de Leópolis (Lviv) denuncian "potentes explosiones" en la gran ciudad al oeste de Ucrania
Llaman a la población a refugiarse, tras la caída de seis proyectiles en las inmediaciones de la urbe. Se trata de una localización vital para el paso de refugiados.
Las autoridades de la ciudad de Leópolis, en el oeste de Ucrania, han denunciado este sábado un ataque aéreo procedente de Rusia en las inmediaciones de la ciudad, donde habrían estallado seis misiles, dejando al menos cinco personas heridas.
El alcalde de Leópolis, Andri Sadovi, ha confirmado el ataque en su cuenta de Telegram y ha pedido a la población que se quede en sus refugios. Las explosiones han alcanzado depósitos de combustible, provocando una densa humareda en el noroeste de la ciudad, según ha publicado El País.
Además, Sadovi ha alertado a los residentes de Lviv que es posible que se registren nuevos ataques: “Es posible que se repitan los bombardeos. ¡Quédense en el refugio!”. El jefe de la Administración Militar Regional de Leópolis, Maksim Kozitski, ha confirmado “tres potentes explosiones cerca de la ciudad”, también en su canal de la plataforma de mensajería.
El de este sábado trataría del primer ataque contra la urbe desde el ocurrido el 18 de marzo contra una planta de reparación de aviones en la que resultó herida un persona, en un bombardeo no muy habitual porque Rusia suele concentrar sus ataques en el este del país.
Una localización clave para la ruta de los refugiados
Además de conformar la gran ciudad al oeste de Ucrania, Leópolis también es una zona de paso de numerosos refugiados que abandonan el país desde que a finales de febrero comenzase la invasión rusa. Y es que este punto se encuentra a tan solo 80 kilómetros de la frontera polaca.
Desde el inicio del conflicto, miles de personas han acudido a Lviv (nombre ucraniano) en busca de refugio o como puente hacia otros países para huir de la guerra. Hasta el momento, los bombardeos rusos se han centrado en las grandes ciudades del noreste, como Kiev, Járkov o Chernígov, así como en el sureste, en una Mariúpol que resiste un asedio de cerca de un mes.