'Morir matando': así aprovechará Trump sus últimos 73 días como presidente
Tiene hasta el 20 de enero para tratar de evitar la cárcel e impugnar los resultados electorales. El todavía presidente de EEUU no va a perder el tiempo.
El demócrata Joe Biden ha sido declarado ganador de las elecciones a la presidencia de Estados Unidos, lo cual confirma la derrota de Donald Trump, que desde este sábado entra a formar parte de la lista de ‘patos cojos’, esos presidentes que siguen siéndolo pero han dejado ya de ser protagonistas. En Estados Unidos, unos se retiran a su rancho de Texas, como George W. Bush, otros se dedican a dar conferencias y a viajar por el mundo, como Barack Obama, y luego está Trump, cuya apretada agenda hasta el próximo 20 de enero, cuando se espera que deje el cargo, probablemente no le permita perder el tiempo ni en una cosa ni en la otra.
Ya hay ciudadanos preocupados por lo que pueda ocurrir en los próximos 74 días con un presidente saliente que quería que el Ejército disparara a los migrantes que cruzan la frontera, y que sugirió utilizar armas nucleares contra los huracanes. En la edición estadounidense del HuffPost lo tienen claro: los últimos días de la presidencia de Trump pueden ser los más temibles de estos últimos cuatro años.
Pero Trump tiene sus prioridades, y es posible que impugnar los resultados electorales y tratar de evitar la cárcel a toda costa estén en lo más alto de esa lista. “¿Que qué hará Trump cuando se retire? Evitar la cárcel, básicamente”, responde con rotundidad Ernesto Pascual, profesor de los Estudios de Ciencias Políticas de la Universidad Oberta De Catalunya.
El todavía presidente se enfrenta a “muchos delitos” —explicaba el exfiscal federal Nick Ackerman al HuffPost—, desde pagar a una estrella del porno para que guardara silencio hasta su abultada devolución de la renta, pasando por obstaculizar la investigación sobre los lazos de su campaña con Rusia. Probablemente la intensidad con la que Trump se aferra al cargo se deba no tanto a un tema de orgullo sino de ‘necesidad’. Si se mantuviera hasta 2025 en la presidencia, muchos de esos delitos prescribirían.
Y luego está el tema financiero. “Si su declaración de la renta sale a la luz, él, sus hijos (Don Jr., Ivanka, Eric) y otras personas serán acusados de un gran número de delitos fiscales, que no sólo le costarán su libertad, sino todo su negocio”, señalaba en ese mismo artículo Michael Cohen, exabogado personal de Trump.
Según una investigación del New York Times, Donald Trump sólo pagó 750 dólares en impuestos federales sobre la renta en 2016, el año en que ganó las elecciones. Pero, además, de los últimos 15 años, el magnate habría eludido pagar impuestos durante diez.
Hasta ahora, su inmunidad como presidente era lo que le protegía, pero a partir del 20 de enero, ¿qué?
“No descarto que antes de dejar el cargo, Trump se indulte de todo lo que le acusan y de momento eluda la cárcel”, comenta Ernesto Pascual. Pero, entonces, el todavía presidente “tendrá que hacer frente a sus deudas millonarias, entre ellas con Deutsche Bank, que lo espera ansiosamente por los 340 millones de dólares que le debe”, recuerda. Según apunta Reuters, Deutsche Bank ha prestado a Trump en los últimos años más de 2.000 millones de dólares en varios préstamos que vencen dentro de dos años.
“Lo más lógico es que Trump se dedique a refinanciar sus negocios, que están de capa caída por la pandemia al pertenecer al sector hotelero y de la construcción”, sostiene Pascual.
Trump tiene plenos poderes hasta el 20 de enero de 2021, con lo cual dispone de 73 días para hacer de las suyas, y entre eso está la posibilidad de autoindultarse. “Hay unas reglas no escritas que se lo impedirían, pero Trump ya las ha vulnerado todas”, añade Pascual, que cita el reciente nombramiento de la jueza conservadora del Tribunal Supremo Amy Coney Barrett a sólo unas semanas de las elecciones. “Trump ha rebasado todas las normas, así que podría hacerlo perfectamente otra vez”, insiste.
“Creará todo el caos humanamente posible”, coincide Michael Cohen en declaraciones al HuffPost EEUU. “Donald Trump acudirá a la radio y a la prensa escrita lloriqueando porque le han robado las elecciones. Nunca podría aceptar el hecho de que ha perdido porque es incompetente y arrogante”, asegura el exabogado del magnate.
Algunos expertos, como el abogado Daniel Goldman, auguran que Trump aprobará órdenes ejecutivas a mansalva para dar marcha atrás a leyes de Obama, implementará nuevas normas, recortará fondos a aquellas agencias que no le plazcan y engrasará la maquinaria para favorecer sus intereses financieros post-presidenciales. Por cierto, suenan los nombres del epidemiólogo Anthony Fauci, del director del FBI Christopher Wray y de la directora de la CIA Gina Haspel como posibles candidatos al despido por haber contradicho en algún momento las palabras de Trump.
El mandatario no será un ‘pato cojo’ al uso y exprimirá su poder hasta el último minuto antes de que el demócrata Joe Biden asuma la presidencia. Sólo un día después de las elecciones, Donald Trump formalizó la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París contra el cambio climático —algo que ya había anunciado en 2017 (y que Biden ha prometido restablecer)—, y puede que esa sea su hoja de ruta para los próximos dos meses y medio. Además, todavía tiene pendiente acudir al Tribunal Supremo para que sea esta institución la que determine quién es el ganador final de los comicios, según desveló Trump hace unos días.
Para Miquel Pellicer, periodista, antropólogo y profesor de los Estudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC, el principal asunto ahora en la agenda del equipo de Trump es “resolver el tema de la transición de poderes”, algo que Donald Trump no está poniendo nada fácil al no aceptar su derrota. “Habrá litigios de por medio, y tendremos que ver de qué forma compromete Trump el futuro del país en estos 73 días”, avanza.
En su opinión, Donald Trump va a ser “un presidente emérito”, no tanto por la idea de conservar el título, algo que se da por hecho, sino en el sentido de mantener su visibilidad mediática a pesar de que haya otro presidente en el cargo. “De alguna forma, hará lo que ha hecho toda su vida: tener una presencia mediática muy alta”, vaticina Pellicer. “Él seguirá siendo líder de un grupo de 70 millones de incondicionales, a modo de jefe de la oposición”.
Pellicer no descarta que la familia Trump invierta directamente en medios de comunicación “para crear algo así como la cadena Trump Media o Trump TV”. “Se especula que los Trump podrían estar ya en conversaciones con el grupo ultraconservador One America News Network para ver la posibilidad de comprarlo”, apunta.
Esa sería la forma perfecta para tener su presencia mediática asegurada, y de paso controlar los medios, ahora que los grandes grupos, incluido su fiel Fox News, han comenzado a dar la espalda al todavía presidente, desmintiendo en directo sus afirmaciones falsas de victoria y cortando al unísono sus comparecencias.
Trump siempre ha tenido una actitud particularmente censora con los periodistas, y es posible que eso se le vuelva en contra al dejar la presidencia. “Si ahora compra su propio medio, la familia Trump podrá mantener el pulso y la tensión mientras continúan siendo figuras mediáticas”, explica Pellicer.
Si no, a Trump siempre le quedará su gran pasión —cuenta su amigo y ex director de comunicaciones Anthony Scaramucci a la edición estadounidense del HuffPost—, y esa obsesión no es otra que “jugar al golf”. Al fin y al cabo, en 2019 y siendo ya presidente, Trump se pasó uno de cada cinco días del año haciendo eso.